Más que un estilo y que una tendencia, es una forma de vida y de concebir el espacio que nos rodea. Es posible tener una casa slow, con una arquitectura slow. Y nadie mejor que un estudio de arquitectura especializado en el tema para exponer cuáles son las claves o características de un ambiente de este tipo.
¿Qué es un espacio o casa 'slow'?
En Slow Estudio (www.slowstudio.es) diseñan espacios para una vida. Es un estudio de arquitectura con más de diez años de experiencia en arquitectura sostenible. A ellos hemos recurrido para acercarnos en la práctica a la decoración más sostenible y eficiente. Para entender el peso y la importancia de una casa slow hay que conocer en qué se basa. Estas son las principales características de una casa 'slow':
- Es energía cero. Se reduce la demanda energética para funcionar únicamente con fuentes renovables.
- Es eficiente. "Utilizamos estrategias de la arquitectura bioclimática para conseguir un ambiente confortable sin consumo energético", señalan desde Slow Studio.
- Es saludable. Se aplican criterios de diseño que aseguran el confort higrotérmico y minimizan la contaminación electromagnética de los espacios.
- Es interactivo. Los espacios flexibles promueven la interacción humana y acogen múltiples usos.
- Es libre de tóxicos. Se usan materiales naturales libres de tóxicos, sin compuestos orgánicos volátiles que garantizan la salud del ambiente interior.
- Es sostenible. "Reducimos la huella de CO2 en cada una de las fases del ciclo de vida del proyecto y seguimos políticas de abastecimiento local", aseguran.
- Es renovable. Se aplican principios de la economía circular para garantizar la permanencia de los entornos construidos y la reutilización o reciclado al final de su vida útil.
- Está integrado y adaptado a su entorno. Se respeta el entorno natural de cada uno de nuestros proyectos, tomando decisiones que minimizan el impacto en los ecosistemas.
- Es confortable y durable. "Damos forma a espacios flexibles que se adaptan a las necesidades cambiantes de nuestra sociedad", concluyen.
En la imagen, un comedor decorado por la arquitecta Mónica Diago.
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¿Cuáles son las características más especiales de una casa 'slow' desde el punto de vista decorativo?
"Optar por este tipo de decoración no es solo una forma de mejorar la salud y la calidad de vida en nuestro hogar, sino una apuesta por un consumo más consciente, cuestionando cada una de las decisiones que tomamos, ya sea a nivel de selección de materiales, acabados, mobiliario o tejidos", detallan desde Slow Estudio. En la imagen un salón decorado por Andrea Pons Arquitectura.
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La elección de los materiales
A la hora de decorar un espacio slow es necesario preguntarse siempre si los materiales son naturales, de reducida huella ecológica, de procedencia local, inocuo para las personas y el medio ambiente y con posibilidad de recuperarse, reutilizarse o reciclarse al final de su vida útil. "En este sentido, la madera, la arcilla, las fibras y tejidos sostenibles y ecológicos suelen ser nuestros mejores aliados", proponen desde el estudio de arquitectura consultado y especializado en este tipo de construcción slow. Este rincón de estar, que cumple con los requisitos aquí mencionados a nivel de materiales, es obra de Slow Studio.
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Plantas y vegetación
El concepto de biofilia, es decir, la presencia de plantas y vegetación, está presente en la arquitectura y decoración slow. Ayudan a regular la humedad del ambiente, generan oxígeno, absorben algunos contaminantes del hogar y generan una sensación de harmonía y bienestar, tanto en interior como en exterior. Este rincón de lectura con un banco enmarcado por listones de madera y acompañado por una planta es obra de la arquitecta Mónica Diago.
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Y a nivel arquitectura, ¿qué aplica a una construcción 'slow'?
"Nuestra percepción del espacio de trabajo está en manos de su confort ambiental y ambiente interior saludable, que dependen de distintas variables: la temperatura, la ventilación, la humedad, los materiales naturales, el carácter saludable, la acústica, el mobiliario, el contacto con la naturaleza (biofilia) y la iluminación", enumera Laia Montserrat, arquitecta de Slow Studio. Este confort mencionado está estrechamente vinculado al diseño bioclimático, es decir, la opción de lograr confort sin necesidad de poner en marcha ningún sistema activo de calefacción o refrigeración (aire acondicionado). De esa manera "se incrementa notablemente la calidad del ambiente interior generando espacios sanos", añade. Proyecto de espacios abiertos y comunicados, obra de Slow Studio.
¿Por qué destacan las casas 'slow' arquitectónicamente?
Los espacios se caracterizan por su eficiencia, sostenibilidad y salud. "Un espacio eficiente es aquel que consigue reducir la demanda energética por medios naturales como pueden ser estrategias bioclimáticas, que se adaptan al entorno y los cambios estacionales, y cubre el resto mediante energías renovables", explican desde el estudio. Si todas estas estrategias no se llevan a cabo con materiales naturales de reducido impacto, podemos tener un espacio eficiente pero no sostenible.
Y es que los materiales y su proceso de producción y transporte suponen un porcentaje muy elevado de las emisiones de carbono a lo largo del ciclo de vida de un edificio, que va más allá de su periodo de vida útil. "De modo similar, es necesario garantizar la salud no solo del planeta, sino también de los habitantes de los espacios. Así, un proyecto planteado desde el rigor y el sentido común diseña distribuciones flexibles adaptables a las necesidades cambiantes de los usuarios", concluye la arquitecta Laia Montserrat, especializada en diseño slow. En este comedor, los textiles son de la firma Alhambra.
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¿Por qué el auge y creciente interés de la decoración y arquitectura 'slow'?
Es por su relación con el bienestar. "Tras la pandemia de COVID-19 se ha hecho patente la necesidad de una mayor consciencia y regulación en materia de ambiente interior saludable, ya que los datos afirman que pasamos de media el 90% de tiempo en espacios interiores", explican desde Slow Studio.
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Esto es lo que tiene un interior que apuesta por el bienestar
Repasa este listado. Cada una de las claves indicadas se da cita en este espacio proyectado por Slow Studio.
- Un espacio saludable se encuentra a una temperatura de confort de entre 17 y 27 ºC
- Mantiene la humedad relativa alrededor del 50%
- Dispone de una buena ventilación que renueva el aire y mejora el bienestar
- Asegura una adecuada calidad del aire libre de tóxicos y contaminantes
- Tiene buena calidad de agua sin contaminantes biológicos o químicos
- Mantiene reducidos niveles de ruido
- Dispone de una iluminación natural y artificial saludable
- Está libre o tiene niveles reducidos de campos electromagnéticos
- Está en contacto con el entorno natural
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Es tendencia por el ritmo de vida que imponen las grandes ciudades
"Slow surge como alternativa a la lógica acelerada de la sociedad actual, un cambio de modelo respecto al establecido, que permite parar a repensar por qué y sobre todo cómo construimos. Nosotros siempre decimos que una arquitectura slow simplemente consiste en edificios bien diseñados y bien construidos", afirman desde Slow Studio.
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Un estilo ligado a la reutilización
El concepto de arquitectura circular está relacionado con el interiorismo slow, por oposición al modelo establecido basado en la economía lineal en el que se produce, se utiliza y se desecha un producto sin tener en cuenta sus consecuencias sobre las personas o el medioambiente. "La lógica slow es también circular y, por lo tanto, aboga por espacios conscientes en armonía con el planeta como única forma de construir un mundo en el que puedan habitar las generaciones futuras", analiza la arquitecta slow Laia Montserrat.
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¿Se puede demostrar el beneficio de este tipo de arquitectura?
El impacto reducido de un proyecto slow, segín el estudio de arquitectura consultado, es demostrable con datos de demanda energética y temperatura y humedad media anual, que se mantiene sin necesidad de sistemas activos de calefacción y aire acondicionado entre 18 y 24 grados con una humedad relativa del 50%. "Una vez la casa consigue el confort de forma pasiva, incluimos la energía activa renovable para calentar agua para uso doméstico. Esto demuestra que conseguir el confort mediante medios pasivos a través de la arquitectura bioclimática es posible, pero es que además, entrar y respirar el ambiente de estas casas es algo mágico, difícil de describir. El olor, la temperatura, la humedad, el ambiente natural y saludable que nos envuelve son sensaciones difíciles de demostrar con datos empíricos", indican desde Slow Studio.
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¿Cómo iniciarse en el modo de vida 'slow'?
"En el estudio creemos que a través de la arquitectura podemos mejorar significativamente el bienestar de las personas y contribuir a un futuro mejor. Es nuestro enfoque de la vida y la arquitectura. Nuestros valores influyen en la forma en que vivimos, comemos, viajamos, criamos a nuestros hijos o trabajamos. Nos apasionan los estilos de vida saludables y conscientes que ponen como prioridad el medio ambiente y el bienestar de las personas", señalan los arquitectos de Slow Studio.
"Una casa slow no es tanto una línea de meta, sino una manera de entender y tomar consciencia de las implicaciones de nuestras acciones", añaden. Hay que ser consciente de los indicadores y claves para actuar en consecuencia en la medida de las posibilidades de cada uno. Todo ello significa que cualquier gesto es bienvenido y es un paso hacia un espacio más slow, sin necesidad de grandes reformas. En la imagen, un salón proyectado por Annaliesse Kelly.
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¿Cómo adaptar una casa al estilo 'slow?
Para actuar en un espacio existente lo primero es reducir el consumo, una estrategia fácil es hacer un uso consciente de la calefacción y el aire acondicionado, abrigándonos cuando hace frío y durmiendo a temperaturas saludables de alrededor de 18 grados con una buena colcha o edredón. Si tienes la posibilidad de realizar una inversión mayor, mejorar del aislamiento térmico de la vivienda es una buena iniciativa. Hay que actuar en el exterior y mantener los materiales que nos ayudan a acumular temperatura en el interior. También cambiar las ventanas por unas de mayor eficiencia y con carpinterías de madera de bajo impacto. Se pueden instalar de fuentes de energía renovables como pueden ser las placas fotovoltaicas, termodinámicas, la geotermia o la biomasa.
Para actuar sobre la salud, la estrategia más sencilla es asegurar una buena ventilación, con un medidor de CO2 casero podemos saber si el aire interior de nuestra casa está viciado y muy probablemente cargado de otras partículas contaminantes emanadas por pinturas, barnices o tejidos, entre otros. También es posible sustituir los productos químicos de limpieza por productos naturales, como el bicarbonato o el vinagre con gran poder de desinfección e inocuos para la salud. Es importante que cada uno de los elementos de mobiliario y decoración sean de bajo impacto y no incorporen tóxicos que se pueden liberar en el ambiente, aunque sea en pequeñas cantidades, puesto que se acumulan en nuestro organismo.
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