Cómo quitar y limpiar el moho de diferentes zonas de tu casa

La aparición de moho en las paredes, techos o juntas de los azulejos del baño no solo resulta antiestético, sino que también puede ser perjudicial para la salud. El moho está formado por hongos que encuentra en ambientes cálidos, mojados y húmedos el mejor hábitat para crecer. Por eso es habitual que aparezca en baños, trasteros o sótanos, pero también puede ser ocasionado por goteras, fugas en las tuberías o cuando secamos la ropa en el interior de casa. Te contamos todo lo que debes saber sobre el moho, cómo eliminarlo y, lo más importante, cómo evitarlo en tu casa. 

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Un hongo más peligroso de lo que parece

Una exposición continuada al moho en casa puede provocar efectos sobre la salud de algunas personas sensibles a sus esporas, ya sea por tocarlas o por inhalación. Algunos de ellos son congestión nasal y sinusitis, así como irritación en los ojos. Asimismo, algunas personas pueden sufrir reacciones alérgicas por la inhalación de estas esporas, especialmente niños o personas con asma, alergia o el sistema inmunodeprimido. También puede producir problemas respiratorios, tos o irritación de garganta, entre otros síntomas. Por eso es fundamental encontrar el origen del problema y solucionarlo cuanto antes. 

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Tipos de humedades y cómo atacarlas: encuentra el origen del moho

Muchas veces, eliminar el moho de las paredes o techos es tan sencillo como limpiarlo, ya que se produce por humedades por condensación, uno de los motivos más habituales y más sencillos de atacar. 

Pero podemos encontrar otros dos motivos por los que tu casa sufre humedades. Si la humedad es por filtración, significa que el agua del exterior se está filtrando hacia el interior a través de una grieta o fisura en las paredes o techos. En estos casos, habrá que impermeabilizar bien el exterior para evitar que el agua siga filtrándose y provocando el moho. 

Otro de los motivos por los que puede aparecer moho en tu casa es por las humedades por capilaridad. Esto se produce cuando el terreno que rodea la vivienda es muy húmedo, haciendo que el agua se filtre por los cimientos. Es un tipo de humedad que empieza desde el suelo y va subiendo por las paredes. Es el más difícil de solucionar (y el más caro), ya que en este caso habrá que utilizar inyecciones de gel impermeabilizante en los muros y, si esto no funciona, será necesario excavar hasta los cimientos para solucionarlo.  

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Cómo quitar el moho de las paredes

Como comentábamos, el moho por condensación es el más habitual en cualquier hogar. Suele aparecer en estancias húmedas y cálidas, como el baño, la cocina o un trastero. Para eliminarlo, existen varios remedios que pueden ayudarte. Uno de los productos más efectivos para eliminar el moho es el agua oxigenada, y que te ayudará a eliminar las esporas que contiene el moho, evitando que se reproduzca. Mira cómo se hace paso a paso: 

- Rocía las zonas afectadas por el moho con agua oxigenada al 3%. 

- Deja que actúe durante unos 10 minutos. 

- Con un paño húmedo, limpia las zonas afectadas para retirar todos los restos. 

Puedes utilizar este método tantas veces como quieras, aunque te recomendamos que esperes a que las paredes o techos se sequen antes de volver a aplicarlo. 

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Cómo limpiar el moho de las juntas de los azulejos

Aunque la aparición de moho en las juntas del baño no resulta prácticamente perjudicial para la salud, lo cierto es que sí que es muy antiestético y puede afear la imagen de tu baño. Por eso, puedes utilizar una mezcla de vinagre (¾) y bicarbonato (¼) y frotar la zona afectada con una esponja, un estropajo o un cepillo de dientes. Después, con una bayeta húmeda, retira los restos. 

Otra opción es emplear lejía (un tapón) mezclada con agua (dos vasos). Introduce la mezcla en una botella con pulverizador y rocía la zona afectada. Deja actuar durante 15 minutos y, después, frota bien hasta eliminar las manchas. Finalmente, aclara. 

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Así se quita el moho de la ropa

Si has guardado la ropa húmeda, la has dejado en la lavadora demasiado tiempo o vives en una zona costera donde es habitual la humedad, es probable que haya salido moho en alguna prenda de ropa. Para quitarlo, puedes usar bicarbonato y vinagre. Haz una pasta con ambos productos y aplícalo sobre la mancha. Espera entre 10 y 15 minutos para que actúe y frota la prenda con la mancha de moho. Después, lávala como haces habitualmente, preferiblemente con agua caliente, que ayudará a matar el moho. 

Si la prenda es blanca, puedes emplear lejía para la ropa. En un barreño, mezcla 20 ml de lejía por un litro de agua. Deja la prenda en remojo durante 2 o 3 horas y, después, lávala como haces habitualmente. 

Una tercera opción es el amoniaco (que deberás usar con guantes y una buena ventilación, ya que es un producto altamente tóxico). De nuevo, en un balde, echa dos tapones de amoniaco en 5 litros de agua. Deja la prenda en remojo entre 30 y 60 minutos y, después, lava la ropa como siempre.

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Cómo evitar que salga moho en el armario

En zonas húmedas y frías, es habitual la aparición de humedades en el interior de los armarios. Para evitarlo y mantener tu ropa en el mejor estado posible, puedes colocar deshumidificadores en su interior. Estos productos cuentan con una bolsa con cloruro de calcio, que absorbe la humedad y lo transforma en un líquido que se almacena en un depósito. Son recargables y los puedes encontrar en cualquier supermercado. Otra opción es colocar carbón vegetal envuelto en papel de cocina. 

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Qué hacer para impedir que el moho ataque tu casa

Aunque el moho es un problema común en muchos hogares, hay varias cosas que puedes hacer para evitar que aparezca. Lo primero que has de hacer es controlar los niveles de humedad (que permiten que las esporas de moho se reproduzcan con mayor facilidad). Para ello debes ventilar tu casa a diario, abriendo puertas y ventanas. En los espacios mal ventilados, puedes utilizar aire acondicionado o deshumidificadores que te ayuden a reducir los niveles de humedad. Además, puedes utilizar también pinturas específicas antihumedad y antimoho, que evitarán la condensación y, en consecuencia, la aparición de moho. 

En la ducha, trata de renovar con cierta frecuencia la silicona del plato y la mampara; y, en cuanto a la ropa y el armario, trata de secar la colada fuera de casa (siempre que sea posible) y no la guardes hasta que esté bien seca. 

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