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Arquitectura sostenible

Ventajas de apostar por la climatización radiante

Es invisible, silenciosa y logra ahorros en energía


Actualizado 31 de mayo de 2022 - 18:27 CEST
© House Habitat

Ya hemos pasado días de calor y, debido al cambio climático, es probable que la canícula llegue durante algunas jornadas de este verano o en los próximos años. Para climatizar el hogar de forma respetuosa con el medio ambiente  y, de paso, lograr interesantes ahorros en la factura energética y confort térmico podemos optar por la climatización radiante. Un sistema invisible y que ofrece muchas ventajas. Te las detallamos todas junto al especialista Josep Castellà, Managing Director de Zehnder (www.zehnder.es) en España y Portugal.

En la propuesta, una casa pasiva en Castelldefels que cuenta con un techo climatizado de Uponor. El proyecto lo firma House Habitat, empresa especializada en viviendas de madera y eficientes.

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© Saunier Duval

¿Qué es la climatización radiante?

La climatización radiante funciona por un principio natural que se basa en calentar o enfriar superficies de nuestro alrededor. Es decir, cuando el sistema funciona en modo calefacción, la superficie caliente cede el calor al ambiente; mientras que actuando como refrescamiento, el calor excesivo se absorbe o descarga a través de la superficie fría.

En la imagen, la firma Saunier Duval muestra el corazón del suelo radiante y sobre él se selecciona un pavimento, que resulta idóneo si tiene una alta conductividad térmica. La climatización radiante se instala asimismo en techos y paredes, si se prefiere.

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© Arquima

Ahorro en el consumo energético

Entre las múltiples ventajas que hay que destacar acerca de este sistema de climatización, encontramos que lograrás grandes ahorros en tus facturas energéticas. El sistema trabaja con temperaturas suaves para una bomba de calor. Si comparamos con un sistema de calefacción por aire (fan coil) o radiadores de baja temperatura, estos necesitan un mínimo de 45-50º C. En el caso de la calefacción radiante, el sistema no necesita más de 30º C, es decir un ahorro de 15º C, lo que supone un 30% de ahorro energético (se calcula que por cada grado hay una eficiencia energética del 3%). En el caso de la refrigeración, los sistemas producen agua fría a unos 7-10º C, mientras que la climatización radiante trabaja a 15º C, lo que supone un 25% de eficiencia.

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© Rehau

Esta climatización es invisible

A diferencia de la calefacción por radiadores o la climatización por aire acondicionado (central con rejillas o mediante splits), este tipo de sistemas tienen un impacto visual nulo, al quedar completamente integrados en el espacio, independientemente del estilo de la vivienda.

Además, “en el caso de los paneles radiantes forman parte de la estructura, de la propia construcción, por lo que ahorramos en obra”, apunta el experto.

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© Rehau

Máximo bienestar

Los sistemas tradicionales de climatización por aire dispersan el polvo y lo reparten por toda la vivienda, provocando problemas de salud por ejemplo a personas alérgicas o con asma. Por el contrario, la climatización radiante es una solución limpia porque no provoca corrientes de aire y, por consiguiente, no mueve el polvo (lo que además logra reducir considerablemente el tiempo en la limpieza del hogar). Además, el frío (o el calor en invierno) se distribuye de forma homogénea por toda la habitación y no produce ningún tipo de ruido, por lo que la sensación de confort interior es óptima al ser completamente silencioso.

En la propuesta, NEA smart 2.0, de Rehau, que se controla por tecnología domótica para un uso muy confortable de la climatización en casa.

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© Decke

Tú eliges el lugar de colocación

Este tipo de sistemas pueden instalarse en el suelo, la pared o el techo y su principio radiante funciona en cualquier superficie y, en el caso del modo calefacción, las diferencias entre dichas aplicaciones son mínimas. Aunque Josep nos advierte que “no es el caso del modo refrigerante, cuya aplicación en el techo es mucho más aconsejable porque se obtiene un mejor rendimiento”.

Ello se debe a que, al tratarse de una superficie con la que no estamos en contacto, podemos emplear una temperatura de 15º C. El sistema trabaja con el doble de potencia y se consigue un mayor confort. “El efecto que nos produce este sistema es esa agradable sensación de entrar en una casa antigua con paredes de piedra que se mantienen siempre frescas. Este sistema de refrigeración en techo tiene mucha más capacidad de enfriamiento y el confort es más elevado”, prosigue el experto.

¿Cuántos centímetros se precisan para la instalación? En el caso de la propuesta, tan solo 9. Se trata de un techo radiante de Decke que trabaja con la red de tubos capilares KaRo.

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© Zehnder

Instalación rápida y cómoda

Los sistemas de techo en su modalidad de calefacción y refrigeración están especialmente indicados para rehabilitaciones o reformas, puesto que forman parte de la propia construcción. El sistema se instala ya integrado en paneles radiantes de cartón-yeso, por lo que no es necesario romper suelos ni elevarlos. Como vemos en la sección de esta vivienda unifamiliar, que después se cubre con un falso techo.

“Si queremos hacer una rehabilitación eficiente en una vivienda cambiando los sistemas de emisión tradicionales que funcionan con caldera, podemos optar por estos sistemas mucho más eficientes que trabajan de forma óptima con bomba de calor de baja temperatura y para los que no es necesaria prácticamente obra”, apunta Josep.

La climatización radiante requiere de una instalación más compleja que los sistemas tradicionales, por tanto, su precio también es más alto. Sin embargo, aunque la inversión inicial sea superior, el consumo es inferior y el confort más elevado.

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© Zehnder

2x1, frío en verano y calor en invierno

Atención porque, como insiste Josep, el mejor sistema para climatizar la casa es el techo, ya que si estamos hablando de calefacción, el nivel confort entre las diferentes aplicaciones es casi idéntica, el objetivo es calentar superficies de toda la habitación.

Por el contrario, en el caso de la climatización en verano, el confort que proporciona el techo es mucho más alto. Pero no solo el confort, también el rendimiento es mayor. Como no pisamos la superficie fría, la capacidad de enfriamiento es mayor y podemos trabajar a 15º C de temperatura, y no a 19º C como en el caso del suelo. El rendimiento y el confort son mayores. Así pues, "cuando hablamos de suelo radiante le llamamos 'refrescante' porque su capacidad es limitada. En el caso del techo, podemos hablar de climatización porque podemos garantizar al 100% la temperatura para obtener el confort óptimo", detalla.

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© Muuto

¿Problemas de condensación?

Los problemas de condensación solamente se dan en la climatización radiante en frío. Acostumbrados a sistemas que trabajan con el calor, muchos fabricantes no cuentan con sistemas de control de humedad, para deshumectar. El experto advierte que “es importante contar con sistemas de control avanzados que permitan trabajar ambas modalidades. Sobre todo en el caso del frío, es muy necesario controlar la humedad. Muchos sistemas radiantes fallan por el control, porque cuentan con sistemas de control muy básicos o solamente preparados para la calefacción, cuando las necesidades no son las mismas”.

Así, un buen sistema de control, además de controlar la temperatura y la humedad, en el caso del frío, nos asegura un funcionamiento óptimo y la potencia adecuada. El control sería el cerebro del sistema para poder olvidarse de todo y disfrutar de una temperatura y niveles de humedad óptimos.

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