La pared del cabecero es, al igual que la del sofá en el salón, la reina de la estancia, ya que juega un gran papel tanto en la decoración del dormitorio como en el día a día. Así combina una función práctica que va desde proteger la cama, fundas y sábanas incluidas, prolongar su vida útil, evitar que las almohadas se muevan durante el sueño y hacer que no haya pérdidas de calor, con una puramente estética, que permite escenificar la habitación y enfatizar la atmósfera y el estilo del espacio. Por eso, y con permiso del cabecero, ponemos el acento en esta pared con estas 11 ideas de decoración que te ayudarán a realzarla y hacerla única.
1. Papel pintado y cuadros
Se lleva el maximalismo y, además, no puedes negar que esta propuesta de Mindthegap te ha conquistado al instante. La clave para que funcione está en la combinación de colores, estampados atrevidos de tamaño medio y un broche final con cuadros en blanco y negro que rebajan la intensidad y aportan un toque de estilo tan personal como único. Eso sí, si quieres poner en práctica esta idea necesitas, sí o sí, un dormitorio muy amplio y con mucha luz natural.
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2. Molduras y un cuadro en el centro
Las molduras han pasado de ser aliadas de la decoración de interiores clásica a elementos modernos y revolucionarios, especialmente si las pintas en un azul oscuro como en esta propuesta de Cartelle Design y las combinas con las puertas de lamas del armario. El cuadro en blanco y negro, justo en el centro de la pared como mandan las reglas a la hora de colgar obras de arte, potencia aún más el efecto, al igual que ocurre con el aplique.
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3. Un espejo
Los espejos son siempre bienvenidos, especialmente en dormitorios pequeños o poco luminosos, ya que aportan profundidad y llevan la luz a todos los rincones. En esta propuesta de Next se ha enmarcado para darle aún más protagonismo. Si no sabes cuál elegir, piensa que los modelos redondos son tendencia de decoración y aportan siempre un plus de estilo, especialmente si son dorados como este.
4. Enmarcada en negro
En esta propuesta de Dunelm, se ha usado la cama con dosel para enmarcar la pared y crear un rincón moderno y estiloso en blanco y negro. Para lograr la escenografía perfecta, se han colgado dos cuadros, perfectamente centrados, y se ha jugado con el binomio ‘black & white’ tanto en los textiles como en las alfombras y las mesitas de noche. Un dormitorio al que no podrá resistirse una princesa moderna como tú.
5. Adornos murales
A veces lo más sencillo, es lo que mejor resultado da. Si la pared del cabecero de tu dormitorio es blanca o de otro tono neutro, prueba a darle vida con esculturas, cabezas de animales de esparto, un bonito tapiz, decoraciones de pared de fibras vegetales, platos de cerámica, adhesivos… Procura, eso sí, que, como en esta propuesta de Rowen & Wren, sean del mismo estilo que la habitación y que destaquen sin romper la atmósfera relajante de la estancia.
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6. Pintura con efecto ‘ombré’
Para crear una pared de acento, nada como una mano de pintura distinta a la del resto de la estancia. Si a esto le sumamos un efecto ‘ombré’, como la de esta propuesta de Dfs, el resultado será espectacular y nada aburrido, ya que esta técnica te permite usar tonalidades intensas sin asfixiar o pasarte de atrevida. Dos aspectos prácticos para poner en marcha esta solución: el color que elijas debe ir en consonancia con la gama cromática y puedes hacer el degradado usando un solo tono (más sencillo) o dos.
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7. Un mural XL
Aunque este de Instabilelab puede ser ‘too much’ para algunas (¡no para nosotras!), hay opciones mucho menos impactantes, aunque igual de efectivas. Los murales pintados y los trampantojos permiten crear una espectacular pared de acento, con personalidad y a la moda. Además, se adaptan al estilo del dormitorio y permiten ‘tener’ un campo lleno de flores junto a tu cama, la ilusión de volar entre pájaros o de dormir en unas ruinas antiguas.
8. Una corona vegetal
No hay mejor manera de dar un toque primaveral al dormitorio que una corona vegetal en la pared del cabecero. Si la acompañas de una ropa de cama fresca y con motivos florales, como las de esta propuesta de Westwing, dormirás siempre en un delicado y apetecible ambiente campestre. Para que la idea funcione, es preciso que sea artificial, ya que, aunque una natural nos encanta, tiene fecha de caducidad y ya sabes lo que dice el ‘feng shui’ sobre las flores marchitas…
9. Pintada y decorada
La forma más fácil de dar fuerza a la pared del cabecero del dormitorio es pintándola de un color que destaque del resto y nos haga mirar siempre hacia allí. En esta propuesta de HomeSense, se ha usado el verde (uno de los tonos tendencia de este 2022) como aliado, ya que hace muy buenas migas con el rosa y el rojo. Para rematar, se han colgado dos cuadros, tan diferentes como especiales.
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10. Con cuadros y a lo loco
Cuadros, láminas y fotografías ofrecen un sinfín de posibilidades a la hora de dar vida, color y carácter a la pared del cabecero. Puedes elegir una sola pieza, imponente y centrada, o, como en esta propuesta de Dunelm, colocar varias y crear una bonita composición. La clave está en buscar el equilibrio y en jugar tanto con el estilo de la habitación como con la gama cromática imperante. Recuerda que el dormitorio es la estancia ideal para colgar tus obras más personales, también las fotografías de tus vacaciones de Semana Santa.
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11. Una práctica y decorativa balda
Porque la funcionalidad no está reñida con la estética, esta propuesta de Fatface logra enfatizar esta zona del dormitorio, colocando una balda de pared a pared donde se pueden poner libros, cuadros, un jarrón con flores y otros adornos. Según el uso que vayas a darle, debes colgarla a una determinada altura: más baja si quieres que haga también de mesita de noche, más alta si prefieres que sea una auténtica librería. Respecto al color, haz que destaque en un tono que contraste con el de la pared o usa el mismo, logrando que se integre en el ambiente.
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