¿Estás buscando una planta de exterior que decore tu jardín o la terraza y llene el espacio de vida y color? Apuesta por el lisianthus o Eustoma grandiflorum, una planta de flores espectaculares de gran parecido con las rosas. Descubre sus cuidados esenciales y disfruta de su belleza.
Bella y un tanto exigente
El lisianthus o Eustoma grandiflorum es una planta originaria de América del Norte, donde crece de forma silvestre. También se da en ciertas zonas de América Central.
Posee una belleza especial, gracias a sus flores grandes que se parecen mucho a las rosas. Son de color blanco, azul, rosa o morado y se convierten en su mayor atractivo.
Si quieres disfrutar de ellas en tu jardín, tendrás que ser paciente y cuidadosa porque no es una planta fácil de cultivar. Tiene sus exigencias y hay que respetarlas para verla crecer sana y feliz.
Una floración espectacular
Una de las características que definen la floración del lisianthus es que es bastante larga. Las flores aparecen en primavera y, en ocasiones, en verano y duran varias semanas.
La planta se llena de capullos pero no se abren todos a la vez, sino que se van escalonando. Al principio son verdes y van cambiando de color según se van abriendo. Todo el proceso es realmente bello.
Estas flores tienen la particularidad de que, una vez cortadas, los tallos siguen creciendo, por lo que es necesario ir recortando la planta con frecuencia.
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Cuidado con el sol
Lo primero que debes hacer cuando te decidas a cultivar una planta de lisianthus es encontrar el mejor lugar para ella en tu jardín.
No la plantes directamente en el suelo. La mejor forma de cultivarla es comprar una pequeña plántula ya germinada y plantarla en una maceta de unos 25 cm de profundidad. Después búscale un lugar en semisombra, teniendo mucho cuidado de que no le lleguen los rayos del sol de forma directa porque no los tolera.
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Protégela del frío y las heladas
Cuando decimos que el lisianthus es una planta un tanto difícil de cultivar es porque es delicada en cuanto a las temperaturas, por ejemplo. No soporta las heladas ni el frío intenso. Por eso, si vas a multiplicar tus plantas y sembrar nuevos ejemplares lo mejor es hacerlo en primavera, cuando las temperaturas sean más agradables.
Un consejo: cuando llegue el invierno puedes trasplantar tu lisianthus a una maceta (en caso de que lo tengas en el suelo del jardín) y llevarlo al interior de tu casa, a salvo del frío y de las heladas.
Elige bien el sustrato
Puedes cultivar lisianthus en el suelo de tu jardín, aunque es importante comprobar la acidez del mismo. Esta planta necesita un pH entre 6,5 y 7 para estar en plena forma y poder florecer en todo su esplendor.
Si el pH es bajo puedes añadir un suplemento de piedra caliza molida que lo subirá. El lisianthus prefiere los suelos ligeramente alcalinos antes que los demasiado ácidos.
Un consejo: si lo vas a plantar en una maceta emplea sustrato universal más un 20 % de perlita para mejorar el drenaje.
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El riego, frecuente pero sin encharcamientos
El lisianthus necesita un riego frecuente para desarrollar sus magníficas flores: en primavera y verano unos tres o cuatro aportes semanales. El resto del año bastará con que la riegues una o dos veces a la semana.
Le gusta la humedad en el terreno, pero es sensible a los encharcamientos, por lo que tendrás que vigilar que no se produzcan para evitar que se pudran las raíces o le ataquen los hongos. Por el mismo motivo no conviene mojar las hojas y las flores al regar.
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El abonado, clave para mejorar la floración
Aportar a tus lisianthus un fertilizante adecuado es una tarea que tendrás que realizar para conseguir mejores flores. Hazlo cada quince días en primavera y verano hasta que finalice la floración. Después bastará con un abonado mensual.
En lo que al fertilizante se refiere, esta planta necesita uno rico en potasio, ya que hace que las flores sean más grandes y mejores, y le proporciona una buena dosis de energía. También debe contener nitrógeno para lograr que las hojas crezcan sanas y fuertes.
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¿Quieres multiplicar tus lisianthus?
Si te gusta la belleza de esta planta y cómo decora los rincones de tu jardín, puedes multiplicarla por semillas de una forma bastante sencilla. Hazlo en primavera cuando las temperaturas sean más suaves.
- Para empezar pon a remojo las semillas en agua y deja que se hidraten unos 30 minutos. Desecha las que floten, seguramente no serán viables.
- Llena una maceta con sustrato universal y añade un poco de perlita para mejorar el drenaje. Riega la tierra.
- Coloca las semillas separadas entre sí, cúbrelas con una capa fina de sustrato y pulveriza con agua. Ahora coloca la maceta en un rincón del jardín en semisombra. Germinarán en unos 20 o 30 días.
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Plagas y enfermedades
El lisianthus es una planta sensible a determinadas plagas, sobre todo si no se cultiva con las condiciones que ella requiere. Por ejemplo, si el sustrato está demasiado seco es más probable que aparezcan los insectos dañinos. Le atacan las orugas (las larvas se alimentan de sus hojas), los ácaros, los trips y los insectos minadores.
También sufre con frecuencia enfermedades producidas por hongos como el verticillium, que ataca a la planta extendiéndose lentamente y decolorando sus hojas. Botrytis y mildiú son otros hongos que suelen atacar al lisianthus.
Un consejo: la mejor forma de prevenir el ataque de las plagas y las enfermedades fúngicas es fertilizar la planta y regarla correctamente.
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