Aunque la había comprado en el mes de enero, no ha sido hasta ahora, y vía Instagram, cuando Adele ha confirmado que se va a vivir con su novio, el representante deportivo Rich Paul, al que será su nuevo hogar. Propiedad de Sylvester Stallone, la cantante la adquirió por unos 55 millones de euros, una cantidad por debajo, alrededor de 40 millones de euros menos, de la que pedía inicialmente el actor de ‘Rocky’.
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El lugar perfecto para la pareja
Situada en Beverly Hills y con vecinos como Denzel Washington, Justin Bieber o Sofia Vergara, la espectacular mansión de estilo mediterráneo tiene todo para ser el nido de amor perfecto de la pareja y el hijo de la cantante con Simon Konecki: una piscina infinita, un jardín inmenso con 14.000 metros cuadrados de terreno, seis dormitorios, nueve baños y, algo muy importante, suficiente privacidad para vivir alejados del mundo, aunque cerca de todo y con increíbles vistas.
Entrada a lo grande
Lo de la cantante y esta zona de Los Ángeles es un flechazo en toda regla, ya que esta no es la primera vivienda que Adele tiene en Beverly Hills: en 2019 adquirió otra algo más modesta (nueve millones de euros). Lujosa y llena de comodidades, sus zonas de paso con techos altos, arcos y espectaculares luminarias suspendidas dan pistas de la decoración de interiores de las estancias principales.
Salón, amplio y con un toque 'arty'
El estilo mediterráneo de la construcción y el jardín se ve, en ocasiones, eclipsado por la personalidad del actor, cuya decoración de interiores no sabemos si Adele va a conservar parcial o totalmente, aunque seguro que aportará su propio toque ‘deco’. El salón es una muestra. En una caja neutra, las paredes se llenan de cuadros de diferentes tonos, tamaños y tema aportando una pincelada colorida y excéntrica, que derrocha carácter. Con salida directa al jardín, las lámparas de techo negro vinculan ambos espacios.
Sala de ocio con vistas
Además de albergar una sala de cine, la que fuera casa de Sylvester Stallone cuenta también con un espacio ideal para las sobremesas, las reuniones con los amigos o las partidas de cartas. Extravagante y deliciosamente decadente, este estar cuenta con una barra de bar con estantes retroiluminados y taburetes altos y una zona de estar con sofá gris y sillones de cuero del mismo color. Los grandes ventanales con perfiles negros actúan a modo de tabiques de cristal, eliminando los límites con el jardín y ampliando la estancia hasta donde alcanzan las vistas.
Comedor de diario, convertido en un mirador
Situado junto a la cocina, con salida directa al jardín y planta circular, el comedor informal es casi un mirador desde donde contemplar las espectaculares vistas. Además, sus paredes de cristal logran que forme parte del exterior, haciendo las veces de comedor ‘outdoor’ cuando llega el buen tiempo. Para adaptarse al espacio, se ha vestido con una mesa redonda y cinco sillas de estilo clásico tapizadas.
Cocina compuesta por dos islas con todo lujo de detalles
Una casa como esta se merece una cocina como la que tiene. Amplia, luminosa y con mucho espacio para guardar, las dos grandes islas son las auténticas estrellas de la estancia. Mientras que una de ellas alberga fregadero, superficie para trabajar y zona de almacenaje, la otra cuenta con un practico ‘office’ con taburetes altos, perfecto para los desayunos y comidas de diario. El mobiliario gris y azul aporta su pincelada cromática al estilo mediterráneo de la vivienda, al igual que los grandes ventanales, que conectan directamente con el exterior.
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Todo en uno: despacho y 'sala de exposición' en casa
O más bien tendríamos que hablar de ‘museo Rocky’. Imaginamos que Adele y su pareja no mantendrán gran parte de los objetos que cubren paredes, vitrinas y suelo del despacho, aunque sí pueden quedarse los muebles, la original alfombra a cuadros grises y blancos y la espectacular lámpara de techo. La mesa con silla ergonómica de cuero frente a la chimenea puede dar mucho juego durante los días de invierno, mientras que la estantería con la parte inferior con puertas y la superior abierta con baldas y luz es perfecta para guardar papeles y documentos y mostrar los 14 premios Grammy que tiene la artista.
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Un jardín de ensueño
Con un terreno de 14.000 metros cuadrados, el jardín es un verdadero paraíso, donde altas secuoyas ofrecen sombra y privacidad, y que alberga también una casa de invitados, diseñada por Richard Landry. Alrededor de la piscina se han creado diferentes zonas y se han colocado estratégicamente varias tumbonas para tomar el sol o relajarse. Además, se ha diseñado un estar con sofás y sillones a juego con un fuego ‘outdoor’, perfecto para las noches más frescas o para tener un punto de luz que cree atmósfera.
Piscina infinita
En esta parte de la vivienda se ubican una zona de ‘spa’, una terraza solárium, un campo de golf particular y la piscina. Con unas vistas espectaculares y la figura del mítico Rocky Balboa en posición triunfante sobre ella, la piscina infinita es el broche perfecto de una espectacular mansión como esta. Estamos seguros de que será una de los rincones preferidos de Angelo, el hijo que la cantante tuvo con Simon Konecki.
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