La iluminación de tu jardín o terraza es casi tan importante como los muebles que eliges para decorarlos. Y es que, sin las lámparas adecuadas o la selección de las bombillas más idóneas, tu zona exterior puede llegar a resultar fría y poco acogedora. Por eso es muy importante elegir bien la iluminación, que no solo proporcionará luz para que podáis disfrutrarla por la noches, sino que también os garantizará la seguridad y un ambiente cálido y bien decorado. Analizamos qué es lo que tienes que tener en cuenta al elegir tus lámparas de exterior.
Leer: Así debes iluminar tu jardín para sacarle partido en las noches de verano
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Una garantía de seguridad en el jardín
La iluminación exterior no solo es un factor decorativo más de tu jardín, sino que también os ayudará a aumentar la seguridad y que vosotros mismos os sintáis más seguros. Por eso, al iluminar el jardín, debes tener en cuenta las zonas en las que más tiempo pasáis, pero también debéis considerar iluminar los accesos y las zonas en las que puede haber caídas o resbalones. Así, es fundamental iluminar la zona de la piscina, que la hará más segura, pero también la zona de la entrada y los caminos que llevan a la puerta principal o a otras zonas de relax, como el salón exterior o el rinconcito chill out.
Además, una buena iluminación en el jardín ahuyentará a posibles intrusos y os aportará seguridad.
¿Cómo debe ser una lámpara de exterior?
Pues, aunque no lo creas, no todas las lámparas sirven para decorar el exterior. Han de estar fabricadas para resistir las inclemencias climatológicas, como el viento y la lluvia. Es lo que se llama Índice de Protección. Está compuesto por dos números: el primero señala cuál es su resistencia hacia agentes externos como el polvo o la arena, mientras que el segundo indica la protección ante la penetración de líquidos. Cuando más altos sean esos números, mayor será la protección.
Para una lámpara de exterior a la intemperie lo más recomendanble es que tengan un IP65, aunque si la lámpara está bajo techado se pueden poner luminarias de un IP23 (como mínimo). Si van empotradas en la pared, como los apliques, IP44. Mientras que las que van instaladas dentro de la piscina, estanques o fuentes han que tener un IP67.
La temperatura de la luz es muy fundamental
Para que el espacio sea cómodo y cálido, la temperatura de la luz ha de tenerse muy en cuenta. Y no le damos la importancia que se merece. Muchas veces por desconocimiento compramos luminarias de luz blanca fría (4.500 - 6000 K), que lo único que hacen es enfriar el espacio y hacerlo poco acogedor. De hecho, estas luces son propias de garajes y trasteros, espacios en los que no es tan importante esta calidez. La llamada ‘luz amarilla’ es lo que se conoce como luz cálida (2.700 - 3-500 K), la más agradable si quieres un ambiente acogedor. Otra opción es la luz neutra, a medio camino entre ambas y la que mejor imita la luz del sol (3.500 - 4-500 K).
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Lo último son las lámparas solares
Una buena opción para una zona exterior es elegir lámparas solares. Las balizas son grandes conocidas para iluminar caminos y accesos en los que no hay una instalación eléctrica previa. Pero ahora también hay lámparas de techo o de pie de diseños muy actuales que se cargan con la luz del sol y ofrecen las mismas prestaciones que las lámparas convencionales. La única precaución que debes tener con ellas es estén en un lugar accesible en el que puedan cargarse cómodamente.
Leer: Resérvate una zona ‘chill out’ en tu terraza o jardín para relajarte este verano
Coloca iluminación fija
Si tienes una pérgola o un porche, las lámparas de techo serán tus grandes aliadas. Y no solo para proporcionar luz, sino que también te ayudarán a zonificar los distintos ambientes. Por ejemplo, puedes colocar un par de lámparas de techo sobre la zona de comedor y una guirnalda sobre el estar. Así ambas zonas que darán diferenciadas tan solo con la luz.
Los apliques son también una opción muy cómoda para dotar de luz a tu zona exterior. Colócalos a media o baja altura, de manera que o deslumbren o molesten.
Por otra parte, en terrazas pequeñas, puedes poner tan solo una guirnalda que vaya de lado a lado del espacio, iluminándolo y creando un ambiente romántico y acogedor.
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¡Pero también portátil!
Pero esta iluminación general de la que hablábamos en el punto anterior, no es suficiente. Como en el interior de tu casa, la iluminación ambiental es básica para que el espacio sea cálido y la luz cómoda. Para ello puedes utilizar lámparas de pie (también las hay solares) o de sobremesa. Incluso las hay que son portátiles, muy cómodas para llevarlas a la zona de la que estés disfrutando en cada momento. Hay modelos que ofrecen distintas temperaturas de la luz, en colores y hasta que incluyen altavoz con bluetooth.
Iluminación perimetral, la forma más fácil de crear ambientes acogedores
Otra forma de iluminar jardines y terrazas es colocar tiras led o luminarias en todo el perímetro de cada zona. Pueden ser empotradas, tipo proyector, integradas en el muro o mediante apliques. Cuanto más baja estén colocadas, podrás crear acentos de luz en zonas concretas.
En la terraza o el balcón, puedes colocar unas tiras led a lo largo de la barandilla. Además, es un recurso genial para dar mayor amplitud al espacio y que esté completamente iluminado. En cambio, si tienes una pérgola, puedes colocarlas en el perímetro de la misma, iluminando desde arriba. Así, las lámparas de techo no serán casi necesarias y la inversión será menor. Además, tienen una larguísima vida útil.
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Guirnaldas, un recurso económico y resultón
Son la opción más económica para iluminar las zonas exteriores con encanto. Y es que ya sea un balcón pequeño o un jardín grande, las guirnaldas son una alternativa muy resultona para iluminar tu exterior. Además, gracias a la cantidad de estilos y materiales en las que las puedes encontrar encajarán igual de bien en espacios rústicos, modernos o más clásicos. Las hay incluso que imitan pequeñas lamparitas de fibras naturales, creando ambientes acogedores gracias a la luz tamizada que emiten.