Dentro de todos los árboles frutales, el limonero es uno de los más adecuados (y fáciles) para cuidar en casa. Es más, existen variedades de limoneros en miniatura que se pueden cultivar perfectamente en maceta, por lo que podrás tenerlo no solo en el jardín, sino también en la terraza, el balcón o el patio.
Además, un limonero y sus flores de azahar serán capaces de llenar tu zona exterior de un agradable y aroma. Y lo mejor es que, cuando te dé sus frutos, podrás utilizarlo en tus recetas e infusiones. ¡Delicioso! Descubre cómo cuidar un limonero en casa.
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Características del limonero
El limonero, cuyo nombre científico es Citrux x limon, es un árbol de hoja perenne que puede llegar a alcanzar alturas de hasta 5 metros. Se trata de un árbol de la familia de las rutáceas con una larga vida, por lo que, con los cuidados adecuados podrá durar muchos años en tu jardín o en tu terraza. El limonero procede de Asia y se caracteriza por su tronco leñoso, de un color algo amarillento y muy ramificado. Sus hojas son grandes, ovaladas y de color verde brillante, con una característica espina en la base y muy aromáticas. También sus flores de azahar desprenden un característico aroma.
Existen diversas variedades de limón, aunque la más empleada para el cultivo casero en macetas es la Eureka, también conocido por llamarse limonero 4 estaciones y conocido por dar limones todo el año, aunque no resiste muy bien los climas fríos. Otra alternativa muy cultivada en España es el limón Primofiori, el más rápido en cuanto a producción.
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Dónde cultivar el limonero
Aunque es habitual tenerlo en el jardín, también es posible cultivar el limonero en maceta. De hecho, si quieres disfrutar de sus frutos y de su belleza y vives en un clima frío, será lo más adecuado para poder protegerlo de las heladas, puesto que no soporta temperaturas inferiores a -3 °C. De hecho el clima en la que cultives el limonero es básico para que prospere. La temperatura ideal para el limonero se encuentra entre 17 y 28 °C, por lo que será el cultivo perfecto para zonas templadas si lo plantas en el jardín. Pero si en tu zona hace más frío y lo tienes en maceta, siempre podrás colocarlo en una ubicación más protegida o cubrirlo con una manta o lona que mantenga el calor en el árbol.
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Dónde poner el limonero
Una de las necesidades de limonero es un aire húmedo y ligero, que evite que las hojas se sequen. Por eso, aunque los tengas en maceta lo más recomendable es ponerlos en el exterior donde puedan recibir entre 6 y 8 horas de luz directa al día. Puesto que también necesitan estar protegidas de las corrientes de aire y el viento, si lo tienes en maceta, debes colocarlo cerca de las paredes, donde pueda estar más cubierta.
El suelo del limonero
Una de las condiciones para que el limonero prospere es que elijas un sustrato con un buen drenaje, de manera que no se encharque la tierra. Por eso, necesitará un sustrato semiligero, con un pH ligeramente ácido y rico en materia orgánica. Puedes utilizar un sustrato para crasas o suculentas o uno específico para cítricos. Renueva el sustrato de limonero cada dos o tres años sin manipular demasiado las raíces.
En cuanto al abono, el limonero necesita dosis periódicas de materia orgánica para que siga desarrollándose y regalándote sus deliciosos frutos. Puedes aplicar hummus de lombriz o un abono específico para limoneros durante todo el año, pero especialmente durante los meses más cálidos.
Cuándo y cómo se riega un limonero
El agua es una de las principales exigencias del cultivo del limonero, ya que necesita bastante humedad en el sustrato, puesto que no tolera las sequías. Por eso, lo ideal es proporcionarle agua cada dos días en verano, especialmente si las temperaturas superan los 30 °C. El resto del año será suficiente con hacerlo una o dos veces, dependiendo del clima.
Cuando riegues el limonero tendrás que tener especial cuidado con no encharcar la tierra, ya que sería muy perjudicial.
Leer: ¿Sabes cuál es el mejor sistema de riego para tu jardín?
La poda del limonero
La poda es otro de los aspectos más importantes del limonero, para que adopte la forma que queramos y no crezca más de lo necesario. Al igual que otros árboles frutales, el limonero necesita podas de formación para darle la forma deseada durante los primeros años. Después, cada temporada, tendrás que someterlos a una poda de mantenimiento, eliminando las ramas que crecen en direcciones indeseadas, así como eliminar las que estén en mal estado. Elimina también despejar un poco la copa para que la luz pueda pasar a todas las ramas.
La mejor época para podar un limonero es al final del invierno y principios del verano, cuando ya ha pasado el frío intenso, pero aún no ha comenzado la época de crecimiento.
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Cómo se cultiva un limonero desde la semilla
Una de las ventajas de cultivar un limonero en casa es que lo puedes hacer tú mismo desde las semillas de un limón que hayas consumido. Lo primero que debes hacer es introducir las semillas en un recipiente con agua durante 3 horas, lo que servirá para hidratarlas. Las que salgan a las superficie, deséchalas y emplea las que hayan bajado al fondo. Sécalas coge una maceta de unos 30 cm de diámetro. Echa un 75% de sustrato rico en nutrientes minerales y vegetales, coloca la semilla y cúbrela con grava hasta que estén cubiertas. Tardarán unos 15 días en aparecer los primeros brotes. Cuando el plantón alcance unos 15-20 cm podrás trasplantarla en una maceta más grande o en el jardín. La mejor opción son las de terracota o piedra, evitando las de plástico que tienden a absorber el calor y secar el sustrato con mayor rapidez.
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Problemas más comunes del limonero
Al igual que otras plantas y árboles frutales, el limonero puede ser atacado por diversas enfermedades y plagas, como la cochinilla, el pulgón o la araña roja, pero también puede ser un problema con el riego o la ubicación. Comprueba sus síntomas y soluciónalo:
- Mi limonero no da limones: asegúrate de que tu limonero no está pasado frío, recibe suficientes riegos y tiene un aporte adecuado de materia orgánica y abono. En este último caso tal vez necesite un aporte de magnesio y fósforo.
- Las hojas de mi limonero están amarillas: este problema suele estar provocado por la falta de nutrientes o por una plaga.
- Las hojas de mi limonero están arrugadas: lo más común es que el limonero sufra una plaga del insecto minador. Puedes eliminarlo con pulverizaciones de jabón potásico (1-2% por un litro de agua).
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