El papel pintado puede servir para crear diferentes efectos en la decoración de interiores. Siempre aportará y sumará. Pero, ¿sabes cómo combinarlo con otros materiales y acabados? No suele usarse en todas las paredes y es frecuente que haya que combinar papel y pintura, molduras, un zócalo… Aprende las claves para hacerlo como un interiorista. En este artículo desgranamos las píldoras (sencillas y concisas) para acertar.
Papel pintado llamativo y zócalo a juego
El zócalo se ubica en la parte baja (protege la pared) y el papel en la zona alta, como en este salón. Una manera de combinar el papel pintado con el zócalo (por lo general lacado si es de madera, pintado a pistola si son paneles de polipropileno tipo molduras; o simplemente pintado con pintura plástica en la pared) es pintar este último en uno de los colores que aparecen en el papel pintado en mayor o menor medida. Este es el modelo de papel Parsonage bloom, de venta en bagleyslane.com.
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Zócalo neutro con papel pintado llamativo
Floral, geométrico, animal… no importa el estampado que tenga el papel pintado que hayas elegido. Si quieres combinarlo con un zócalo como un interiorista, e ir a lo seguro, opta por un color neutro liso para el zócalo, pero aporta matices con texturas que den volumen. Esta combinación cederá el protagonismo al estampado y colorido del papel pintado, pero equilibrará el peso con un tono discreto en la parte baja. Cuando más alto sea el zócalo, menos peso visual tendrá el papel, sin llegar a desaparecer. Juega con la altura en función de tu atrevimiento. Otro truco: que algún elemento de gran tamaño de la estancia tenga uno de los colores fuertes que aparecen en el papel, como aquí, el verde de la tapicería del sofá. Propuesta de El Corte Inglés.
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Neutro sobre neutro
Otra de las claves para combinar papel pintado como un interiorista es optar por un papel de estampado discreto con fondo neutro y que la carpintería de la estancia tenga ese mismo tono de fondo. Nada destaca en esta propuesta con muebles en madera en tono natural.
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Propuesta atrevida con el uso de dos colores del papel pintado
Aquí se trata de jugar con la pintura y el papel pintado y hacerlo a través del color. Escoge dos tonalidades del papel pintado y combínalas en la pintura del resto de las paredes del espacio. Aquí el azul menta cubre las paredes alrededor de la cama y el rosa, que también aparece en las flores del papel pintado escogido para demarcar el cabecero, se usa en los laterales de la estructura en forma de arco que da profundidad a la pared. Este es el modelo de papel pintado Bloomsbury menta, de venta en bagleyslane.com.
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Carpintería y/o rodapié a juego con el color del papel
Un recurso sencillo y vistoso para combinar papel pintado como un interiorista es pintar el rodapié (más alto de lo convencional) del mismo tono que cubre el fondo del papel pintado elegido. Así se da una continuidad visual mayor, sin cortar la verticalidad de la pared. Puedes continuar con ese tono o uno más suave en la misma gama para pintar la carpintería interior. Esta propuesta es de Sanderson.
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Papel pintado y textiles a juego
Combina un papel pintado en la pared, que aporte textura o estampado; con los textiles. Hazlo en el mismo color (tono e intensidad) pero deja el protagonismo al papel de la pared con los motivos o textura que aporte. Para eso, juega con los tejidos de la ropa de cama, por ejemplo, en liso. Esta propuesta en un dormitorio infantil es de Pia Capdevila Interiorismo con estilismo de Mar Gausachs.
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Tonos neutros en el papel pero con estampado
Llamará la atención el papel pintado por sus motivos, que pueden ser más o menos discretos, pero sin destacar en colorido. Un diseño en tonos neutros te permite crear unidad en las paredes con el uso de la misma tonalidad neutra, como en este dormitorio de matrimonio -proyectado por The Room Studio-. De esta manera, serán las pinceladas de color de los textiles los que animen el conjunto de base. Decorar con papel pintado la pared del cabecero en un dormitorio siempre es una buena decisión.
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Todo al neutro
Nada destaca especialmente en este proyecto de Estudio Matmata. Aquí se ha combinado un papel pintado de colores suaves y discretos, con un estampado liviano, con paredes y otros muebles en color blanco. El tono sobre tono siempre resulta muy ordenado y relajante a la vista. Es perfecto para espacios pequeños en los que se quiere introducir una nota diferenciadora, pero no excesivamente llamativa, a través del papel.
Mural llamativo y elementos lisos
Cuando se trata de un mural, no papel pintado como tal; el motivo cobra más presencia aún en la estancia. El mural cuenta una historia y hay que dejar que se luzca en una pared completa o en varias de ellas. Lo apropiado es que nada destaque para lo que hay que escoger colores neutros y lisos (mucho liso); incluso sin piezas llamativas en el mobiliario. Este proyecto lo firma el estudio The Room Studio.
Papel pintado y azulejos
Si se combina papel pintado con azulejos, se aplican las mimas normas que en el caso de la pintura. Se puede crear un zócalo que proteja la parte inferior de manchas o salpicaduras de agua (en el caso de baños y cocinas) con azulejos. Lo habitual es que estos sean lisos, cuando el papel aporta estampado, en un tono neutro o uno de los colores que aparecen en el papel, como sucede en este office proyectado por Raquel González Interiorismo.
Cuando el papel es la única nota de color
El papel pintado puede ser ese elemento que añada color. Es decir, el resto de revestimientos y muebles o textiles pueden ser "lisos". Es otra opción al decorar con papel y combinar como un interiorista. Aquí, Raquel González Interiorismo ha optado por un motivo geométrico de fondo blanco y líneas azules para dinamizar este rincón de la cocina con una parte inferior revestida con azulejos en gris. Entre las baldosas de la pared y el papel, una moldura blanca, como la que hace la transición entre pared y techo.
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Combinar estampados de papel y textiles
Toma nota de esta idea para combinar papel pintado como un interiorista, presta atención a los textiles. Juega con el mismo motivo del papel, llevado a los cojines o una tapicería; o bien busca el contraste con líneas en las paredes y flores en los tejidos, por ejemplo. Es una propuesta de Morris & Co.
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El mueble que apoya en el papel a juego
Un recurso llamativo es que el mueble de mayor volumen que apoya en la pared decorada con papel pintado, tenga uno de los colores que aparecen en el modelo. Es el caso de esta cómoda en verde botella, color presente en el papel de diseño floral, de Harlequin.
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Tono sobre tono: mueble y papel pintado
Con esta misma idea de jugar con la combinación entre papel pintado y mueble que apoya en esa pared, Molins Design propone que esa pieza está lacada en el mismo tono del papel. Así se produce un efecto "camuflaje" interesante que equilibra los muebles más pesados.
El color del resto de las paredes
A la hora de pintar "a lo grande", es decir, el resto de las paredes de la estancia decorada con papel pintado, se puede optar por un tono neutro para todas, o bien escoger una de las tonalidades que aparecen en el papel y pintar el resto de los frentes. Ese color puede ser el de fondo o bien uno de los que aparecen en menor medida. Aquí se ha elegido el verde oliva apagado para la pared que queda a continuación de la revestida con papel.
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El estilo del papel y el mobiliario
Otra de las claves para combinar bien el papel pintado es tener en cuenta el estilo decorativo que se busca para el interiorismo, de esta manera el papel puede potenciar esas tendencias que se buscan con el mobiliario, sobre todo, con el que queda más cerca de la ubicación del papel. Diseño de Luzio Design & Projects para el Hotel Boutique Casa Canovas.