Uno de los recursos más sencillos y, a la vez, más efectivos para actualizar la imagen de un baño sin tener que embarcarse en costosas y molestas obras es renovar el lavabo. Protagonista de la zona de cortesía (la más decorativa y, generalmente, responsable de conferirle su estilo al aseo), esta familia de productos ha experimentado una auténtica revolución en los últimos años, debido, sobre todo, a la aparición de nuevos materiales que han abierto un enorme campo en cuanto a diseños, colores y acabados. A continuación, recopilamos todo lo que tienes que saber para elegir el que mejor se adapte a tus gustos y necesidades; y, por supuesto, a las últimas tendencias decorativas.
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Diseño sin límites gracias a materiales de nueva generación
Los lavamanos han dejado de ser esa pieza estandarizada destinada a encastrarse bajo una encimera que (esta sí), acababa centrando todas las miradas. Y los responsables de este cambio de paradigma son, en gran medida, los nuevos materiales sintéticos a base de resinas con cargas minerales. Conocidos de forma genérica como composites o solid surfaces (aunque cada fabricante bautiza con nombre propio sus desarrollos con características específicas), la gran ventaja que aportan es su total libertad formal: extraordinariamente moldeables, no solo permiten formas hasta ahora impensables para este equipamiento, sino también propuestas sin juntas entre el lavabo y la encimera.
Buen ejemplo de ello es este lavabo doble de la serie Beyond, de Roca, realizado en Surfex, cuya composición a base de minerales y resinas ofrece una delicada textura, suave y mate, con una superficie cálida, especialmente agradable al tacto. La ausencia de juntas entre los senos y la encimera potencia la higiene y facilita la limpieza.
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Porcelana sanitaria más fina y resistente
El material por excelencia de los lavabos, la porcelana sanitaria, experimenta también importantes cambios, de la mano de nuevas composiciones cerámicas (aún) más duras y compactas que, además, permiten bordes más finos y estilizados extremadamente resistentes frente a impactos.
El resultado son piezas hasta un 40% más ligeras que las realizados con cerámica convencional, con diseños muy estilizados y minimalistas, como el del lavabo Ypaliss, de Ideal Standard (en la imagen, en tonalidad gris pizarra) y en colores y acabados que incluyen tanto las superficies brillantes clásicas como los más novedosos acabados mate.
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Acero vitrificado: funcionalidad de diseño
¿Quieres despreocuparte por completo del cuidado de tu nuevo lavabo? Las piezas de acero vitrificado (como este modelo de superficie de Kaldewei, perteneciente a la serie Miena en acabado Lava Black), se caracterizan por ser extremadamente resistentes frente a decoloraciones, arañazos o fisuras. Sostenible y 100% reciclable tras su (muy larga) vida útil, este material es también especialmente higiénico, ya que cuenta con una superficie vítrea a la que no se adhieren las bacterias, la cal ni la suciedad y que resulta muy fácil de limpiar.
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Lleva la belleza de la piedra natural a tu baño
Si hay un material bello, resistente y sinónimo de elegancia atemporal, ese es el mármol que, además, continúa siendo una de las tendencias más candentes en interiorismo. Escoger un lavabo en esta piedra natural es un acierto seguro en términos estéticos, aunque, desde el punto de vista funcional, conviene tener en cuenta que se trata de un material relativamente poroso, por lo que pueden penetrar manchas en su interior. De ahí la importancia de hacerse con una pieza que cuente con protecciones superficiales que lo prevengan, como las incorporadas a la serie de lavabos y encimeras de mármol natural y compacto Pura Pietra, de la firma Nuovvo, consistentes en tratamientos hidrorepelentes y oleorepelentes antimanchas que, además, facilitan su limpieza y preservan su belleza original durante un largo tiempo.
El de la imagen es el modelo Kronos, en mármol de Carrara, disponible en nueve medidas que van desde los 81 hasta los 241 cm de ancho, perfectas para crear proyectos únicos y singulares adaptados a cualquier espacio.
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¿Lavabos de madera?
No vamos a asegurar que sean los más habituales, pero los hay y son piezas capaces de convertirse en el centro de atención indiscutible de cualquier baño, al combinar dos elementos que conviven en la naturaleza como son la madera y el agua. El de la fotografía es el modelo Salzburgo, del catálogo Natural Series, de Bathco, una pieza maciza de madera de teca vaciada que se convierte en un lavabo de doble seno de estética muy contemporánea, con orificios para colocar dos grifos.
Ten en cuenta que la madera, aunque se trate de una variedad tropical como la teca (rica en aceites naturales que la protegen), siempre requerirá un mantenimiento mayor que otros de los materiales tradicionalmente empleados en baños. Así que, si quieres disfrutar de su belleza natural sin preocupaciones, es mejor decantarse por encimeras en porcelánico, capaces de reproducirla con un realismo pasmoso, y combinarlas con lavabos encastrados en una tonalidad similar.
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Los nuevos lavabos se rinden al color
El color juega un papel cada vez más importante en el baño, como evidencia la creciente paleta en la que se diseñan los sanitarios en general y los lavabos en particular, como pieza central de la zona de tocador. Si bien el (hasta hace nada omnipresente) blanco continúa siendo la primera opción, la personalización imperante en esta estancia amplía el abanico de tonalidades, tanto en acabados brillantes como mates. Negro, gris, visón, arena y terracota encabezan una paleta creciente, en la que tampoco faltan delicados rosas empolvados (el de la imagen es de Noken), verdes, azules o vibrantes amarillos mostaza: todo depende del objetivo buscado. Y es que, teniendo en cuenta el protagonismo del lavabo en el cuarto de baño, es necesario asegurarse de elegir un diseño que se adapte al estilo general de este espacio, además de al de las griferías, tanto si decidimos que destaque como que se integre de forma armoniosa en la estancia.
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Esta zona de tocador se ha realizado con dos lavabos gemelos de la colección On-Top XL, de Acquabella, caracterizados por un interior liso y un exterior a elegir entre dos texturas: Slate, que reproduce la piedra pizarra, o Beton, de aspecto cemento (en la fotografía). La personalización de estas piezas no acaba ahí e incluye la elección del color que se desee entre los más de 2.000 colores disponibles. Y, además, toda la gama de lavabos On-Top ofrece una versión en la que se puede combinar el interior blanco con el exterior en color. Con tanta elección es realmente imposible no conseguir el lavamanos que estás buscando.
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Los lavabos de sobrencimera siguen ganando posiciones
Si bien los modelos encastrados (o moldeados en la propia encimera) son los más habituales, especialmente en baños de dimensiones contenidas, la diversificación de propuestas que ha traído la aparición de nuevos materiales ha hecho que escalen posiciones los modelos de sobrencimera (estos gemelos son de Decosan), que incrementan así aún más su peso decorativo en el conjunto del baño.
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Redondos a modo de revisitadas jofainas, cuadrados o rectangulares (generalmente de bordes angulosos, aunque también se llevan los de esquinas redondeadas), ovalados y con suaves formas orgánicas… Las posibilidades son muchas y variadas e incluyen piezas tan singulares como esta de la firma Sanindusa, un diseño extremadamente versátil y de generosas dimensiones que puede funcionar como lavabo y lavadero ocasional. La clave de Tribo (que así se llama el modelo) radica en la posibilidad de aplicar en la pieza cerámica diferentes accesorios que hacen posible la realización de varias tareas con comodidad. Perfecto tanto para ambientes jóvenes y desenfadados como para baños con un punto retro, este es un ejemplo clarísimo de cómo las tendencias en lavabos exploran nuevos horizontes y buscan optimizar su funcionalidad con diseños inesperados.
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Adaptado al espacio (y a sus usuarios)
Más allá de los dictados de las tendencias en interiorismo y los posibles flechazos que puedan provocar determinados diseños de lavabos, es importante que la gran oferta existente no nos haga perder de vista un punto básico: sea cual sea el elegido, debe adaptarse tanto al espacio disponible como al uso que se haga de él. Y es que no es lo mismo el lavamanos indicado para un aseo de cortesía (con muchos menos requisitos en términos de funcionalidad) que el de un baño familiar.
Así, por ejemplo, los lavabos exentos y suspendidos, que pueden ser una excelente opción (en versiones XS) en un aseo de cortesía de dimensiones reducidas, resultarán de lo más inadecuados en un baño de uso compartido. En este último caso, los lavamanos dobles (o las piezas de grandes dimensiones capaces de albergar dos griferías independientes, como esta de Villeroy & Boch), sin duda aliviarán las tensiones en las ‘horas punta’ de uso del baño, además de permitir la colocación de un mueble de buen tamaño debajo para guardar todo lo necesario.
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