¿Ansías alcanzar una vida minimalista, simple y menos complicada? Pues esa es la base para lograr también una decoración depurada en la que todo lo que haya en casa tenga un verdadero sentido. Así piensa la filosofía Streamline, un minimalismo vital (y decorativo) para que te concentres en lo esencial, aquello que atesoras porque tiene valor, mientras apartas lo superfluo. El método Streamline abarca también una concepción de la organización de los distintos espacios de la casa para lograr el orden definitivo y, de paso, la felicidad, pues el caos nos genera estrés y desasosiego. Te resumimos las claves de este método que reivindica apostar por el ‘menos es más’.
En la propuesta, un salón amueblado con piezas de Cassina en el que nada sobra ni nada falta.
Leer más: Trucos y soluciones que te ayudan a poner orden en casa… ¡y a mantenerlo!
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Su gurú: Francine Jay
Existen otros sistemas de orden, el más famoso globalmente es Konmari, ideado por la japonesa Marie Kondo. Mientras que, por ejemplo, el método Dan-Sha-Ri ha sido creado por la también japonesa Hideko Yamashita y el Korakora, por la malagueña Maria Zamora. ¿Y en el caso del método Streamline, palabra en inglés que puede traducirse como optimizar o racionalizar? La persona detrás de él es la estadounidense Francine Jay, más conocida como Miss Minimalist dado que ese es el nombre su blog (www.missminimalist.com), en el que da las consignas para lograr una casa minimalista en la que no vuelva a entrar el desorden nunca más. Ha publicado varios libros y el de ‘Menos es más’ está traducido en nuestro idioma y publicado por Editorial Zenith.
Leer más: El método de orden Korakora, más adaptado a la cultura española que Konmari
‘Streamline’, 10 letras y 10 pasos
No es casual que la palabra Streamline contenga 10 letras, pues cada una tiene un paso del método que debes aplicar:
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S: siempre hay que volver a empezar, reinvéntate, revisa cada rincón y piensa más en lo que vas a conservar que en lo que vas a tirar.
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T: trasto, tesoro o traspaso es cómo debes clasificar los objetos de tu casa y solo conservarás los tesoros.
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R: razón de ser de cada objeto y es que, podríamos vivir con solo una quinta parte de nuestras cosas y no habría ninguna diferencia, acumulamos muchos objetos a los que no damos uso.
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E: en cada lugar una cosa. Aborda la organización.
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A: apartar todo de las superficies, y es que mesas, encimeras y baldas parecen un imán para dejar todo tipo de objetos y que todo aparezca poco recogido.
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M: módulos para agrupar los objetos.
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L: límites.
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I: intercambio. Consiste en que cada vez que un nuevo objeto entra en tu casa, otro similar tiene que irse de ella.
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N: nada de ser permisivo, hay que limpiar los espacios.
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E: el mantenimiento diario, establecer rutinas y cumplirlas.
Leer más: Secretos para tener tu casa ordenada en tan solo 10 minutos
La regla de las tres ‘t’
Hemos pasado de puntillas por el asunto, pero como es crucial vamos a detallarlo. Trasto, tesoro o traspaso es la forma en la que debes clasificar cada uno de los objetos de tu hogar, pues, aunque parece que todos se hayan ganado el derecho de estar allí, no es así.
Siempre vacíalo todo antes de ordenar, la idea es que después solo conserves lo que has atesorado y tiene valor pero que tires los trastos y regales o dones aquello que sigue siendo útil pero ya no quieres.
Leer más: Cuando ordenar también es decorar
Desprenderse no es perder, sino ganar
Nos apegamos a las cosas, no obstante, el método Streamline propone que nos preguntemos por qué existe cada elemento y si podríamos vivir sin él. De hecho, una cuidadosa inspección de todos los rincones de la casa te hará ver que apenas usas un 20% de todo lo que hay de forma habitual.
¿Qué razones existen para que un objeto pase la criba y forme parte de tu hogar? Entre otros, si lo utilizas con frecuencia, te facilita la vida, lo consideras bonito o sería difícil de sustituir.
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Organización absoluta
Hay un mantra para el orden vital, ‘en cada lugar una cosa y cada cosa en su lugar’. Es decir, debes buscar el lugar específico para cada tipo de objeto y encontrarle en contenedor perfecto para que no invada la casa: un casillero de una estantería, una balda de un armario, un cajón de una cómoda… De este modo ahorrarás mucho tiempo buscando objetos.
El método Streamline también propone que dividas tres círculos distintos: en el cercano sitúa aquello a lo que das más uso, en el amplio, aquello que empleas regularmente, pero con menos frecuencia y, por último, en el lejano, coloca objetos que utilizas de forma muy esporádica.
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El peligro de encimeras y otras superficies
Seguro que ya lo has notado: las superficies horizontales son imanes para el desorden, no importa que se trate de una encimera de cocina, la consola del recibidor o una estantería del salón, terminan repletas de cosas. La respuesta es cambiar de hábitos y colocar las llaves de casa en el vacíabolsillos, el bolso en el perchero…
Por ejemplo, en esta cocina que ha reformado el interiorista Anthony Chevallier, no vemos infinidad de pequeños electrodomésticos pues se guardan en un armario desayunador que incluso tiene enchufes en su interior. Tan solo por practicad de uso se deja a la vista la tostadora, para que de este modo la encimera luzca 'limpia' y despejada.
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¡Atención, peaje!
Como es fácil volver a caer en las viejas costumbres adquiridas, la propuesta del método de orden, recordemos que en clave minimalista, es que cada vez que un objeto nuevo entre en tu casa, otro similar debe marcharse. Con este intercambio te aseguras de que las cosas no se acumulan, al tiempo de que garantizas que lo que compras es de verdad importante o necesario.
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Ahorra espacio con muebles multifunción
Especialmente cuando no sobran los metros, el método Streamline anima a favorecer el mobiliario polivalente frente al que tiene un único uso. Por ejemplo, si el dormitorio de invitados no tiene huéspedes de forma regular, en lugar de una cama coloca un sofá cama, así tendrás una salita extra en casa (es lo que hacen en la propuesta, un ático reformado por FFWD Arquitectos). Es solo un ejemplo, también encuentras en el mercado bancos con capacidad de almacenaje, escaleras tipo estantería con cajones, mesas escamoteables… Las posibilidades son inmensas.
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Menos objetos, más fácil resulta limpiar
El minimalismo tampoco hay que llevarlo al extremo, el objetivo es sentirnos bien en nuestra casa, así que también podemos introducir aparte de los muebles básicos complementos decorativos que nos agraden, pero intentar limitarlos. El caso es que tener poco conlleva su recompensa: una casa más rápida y fácil de limpiar.
Así que, si ya has hecho lo más difícil, cambiar de mentalidad y apostar por llenar menos los ambientes de la casa, mantén el objetivo. El orden es una carrera de fondo, por lo que hay que plantearlo como un propósito que se mantenga a largo plazo.
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