La decoración de interiores de este apartamento reformado por Andrew Franz Architect rebosa elegancia, resulta contemporáneo y no está exento de calidez. Se usa la madera, los tonos neutros y pinceladas de personalidad en elementos concretos. Destaca por su distribución de espacios compartidos en la zona de día, con puertas que comunica con el resto de ambientes de la vivienda. Todo ello enmarcado por el amplio ventanal con vistas sobre el barrio neoyorquino del West Village, donde se ubica.
Un barrio de moda, un salón actual
El West Village es uno de los barrios de diseño y moda de la ciudad de Nueva York. Boutiques, restaurantes, calles pintorescas y casas adosadas se mezclan con edificios en los que se ubican apartamentos como este. Andrew Franz Architect (andrewfranz.com) se encargó de la renovación total de esta vivienda. Apostó por crear una zona social compartida con cocina, salón y comedor. Todo con un gran ventanal de fondo. El estilo resulta contemporáneo y actual, confortable y cálido.
Concretamente en el salón, un gran sofá en forma de L, tapizado en gris, recorre la pared de la ventana. Se completa la zona de asientos con dos butacas de diseño bold en naranja, delante de la pared que acoge los audiovisuales. A cada lado, dos vanos por los que se accede a una zona de estar.
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La historia de la reforma
La renovación total partió de un piso anticuado, situado en un edificio multifamiliar de la década de 1960. La idea era convertirlo en un piso cómodo y moderno en el que vivir. "El proyecto buscó abrir el espacio, altamente compartimentado y de techo bajo. Ahora es un interior generoso y fluido", detallan desde el estudio encargado del proyecto. Se mejoraron los acabados de manera que hubiera una conexión entre el interiorismo y decoración y la historia de la construcción con su arquitectura de mediados de siglo del edificio. Texturas, materiales, colores y estilos conviven en armonía.
Zona social, el corazón de la casa
En este apartamento se eliminaron prácticamente todos los muros que no eran de carga. "Reorganizamos el espacio en un plano de planta más eficiente y volvimos a insertar solo la separación más necesaria donde se requerían diferentes grados de privacidad en dormitorios y baños", explican desde Andrew Franz Architect. Las columnas estructurales de hormigón del edificio quedaron expuestas. Así, se convierten en señas de identidad, en un guiño al estilo loft, así como otros acabados en hormigón, presenten en tabiques. La zona social cuenta con el salón y la cocina junto al comedor.
Cocina abierta
Para hacer cómoda y funcional la vida a diario, en todo el proyecto de reforma integral de este apartamento neoyorquino se tuvo en cuenta la necesidad de crear opciones suficientes para guardar. También en la cocina, a pesar de tratarse de un diseño abierto y comunicado. Un módulo bajo se adosa al pilar, convirtiéndose en barra y zona de preparación de alimentos. Viene a delimitar el espacio y a complementar el frente de trabajo lineal, adosado a la pared, en el que se ubican la zona de cocción y el fregadero. No faltan muebles altos y columnas de almacenaje. "Se priorizó el almacenamiento integrado y eficiente para permitir que el espacio permaneciera libre de desorden", detallan desde Andrew Franz Architect. En la cocina, los muebles bajos aportan una fuerte dosis de color, con frentes en Formica azul, como un homenaje a la época original del apartamento. El negro con motas en cobre de la encimera resulta elegante. El resto de muebles se han escogido en madera de roble natural y, para el frente, cerámica en tono verde agua, para proteger el frente de manchas y salpicaduras.
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Paso del salón a un estar más íntimo
Concebido como una sala de estar más tranquila y de uso secundario al salón, se accede a este espacio a través de cualquiera de los dos vanos creados en la pared donde se instala el televisor. En este proyecto de reforma integral, siempre que fue posible, las puertas correderas sustituyen a las abatibles para ganar espacio y fluidez, y se diseñan de suelo a techo para que los límites, cuando la puerta está abierta, se desdibujen. Así, el techo se extiende por todo el apartamento.
Zonas de almacenaje bien planificadas
Las soluciones prácticas son otro de los puntos fuertes de este proyecto. Aquí, desde la zona de estar, se ve el paso -también con otra puerta corredera- hacia una zona de distribución y almacenaje. En ese distribuidor "de paso" se ha creado un frente de armario a medida con puertas en madera. Al fondo se deja ver el acceso al cuarto de baño. Toma nota: las puertas, además de destacar por su diseño de suelo a techo, están lacadas en un intenso tono verde bosque muy personal.
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Encuentros cuidados
Se prestó mucha atención a los detalles en este trabajo. Encuentros, materiales, acabados… Aquí se aprecian varias de esas texturas y encuentros que están presentes en todo el interiorismo del apartamento. Las columnas de hormigón visto delimitan y marcan los espacios y pasos.
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El dormitorio, junto a la cocina
En un lateral de la cocina -lo que se ve aquí en la península con taburetes-, junto al frente de muebles en columna que completa el almacenaje y acoge electrodomésticos de gran tamaño; se crea una apertura vertical que comunica con el dormitorio principal. Se trata de un vano que puede "cerrarse" con un panel pivotante de vidrio. Una solución decorativa y práctica, ya que permite el flujo de la luz.
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Sencillez en los diseños y continuidad en los acabados
Todos los elementos que decoran las estancias, así como las puertas de paso, que ya hemos visto se diseñan cuidadosamente, hacen que cada habitación se sienta espaciosa, más que el tamaño real que tienen. En el dormitorio principal, los paneles de vidrio translúcido pivotantes que hemos visto permiten conectar la zona más reservada de la vivienda con el área social. Pero también, hacen que sea posible ver el Empire State Building desde la cama, a través del ventanal del salón. La decoración se resuelve con el acabado madera, en muebles realizados a medida.