10 ideas de baños de revista que quedan bien, pero que no son nada prácticos

Soñamos con tener un baño de revista y cogemos ideas de decoración de Instagram o Pinterest, buscando ese aire especial, incluso si es pequeño. Sin embargo, muchas de ellas son una quimera, que en el día a día te darán más de un quebradero de cabeza, aunque en la pantalla de tu móvil eran espectaculares. No pretendemos quitarte la ilusión, pero sí que tengas los pies en el suelo, para que diseñes un 'súper baño' que sea tan bonito como práctico. Estos son los 10 errores que no debes cometer o al menos que debes poner en cuarentena antes de incorporarlos a tu casa.

1. Lucir tus mejores obras de arte

Ni la cocina ni el baño son los lugares más idóneos para colgar tus cuadros, aunque tengas la tentación de hacerlo y el efecto sea de ‘wow’. El agua y la humedad puede desde estropear el marco hasta la propia pintura o fotografía. La escultura tampoco es una opción, aunque no podemos negar lo bien que queda. Sé precavida y cuelga tus pósteres y láminas en aquellas estancias donde luzcan sin correr peligro. Además, así podrán verlas tus invitados sin tener que ir de 'exposición' al baño.

2. Llenarlo de plantas… ¡naturales!

Las plantas purifican el aire, decoran, aromatizan y proporcionan frescura y buenas energías, pero para vivir necesitan luz y ciertas condiciones. Por eso, si tu baño no tiene ventana o da a un patio interior, dos opciones muy habituales en las casas actuales, no las hagas sufrir y búscalas una ubicación más idónea. Las artificiales, ahora hay algunas que parecen naturales, son la mejor alternativa para no prescindir de ellas. Un consejo: cuidado con el efecto jungla.

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3. Tener escaleras para separar las zonas

Los espacios a dos alturas, como por ejemplo un salón, son siempre una buena opción para hacer crecer los metros y dar un plus de elegancia. En el baño, sin embargo, pueden transformar un lugar seguro y tranquilo en una carrera de obstáculos, que ponga en peligro tu propia seguridad: piensa en la salida de la ducha con los pies mojados… Si puedes, evita los escalones, ni siquiera para bajar a la bañera, y apuesta por un suelo antideslizante, a prueba de resbalones.

4. Aliarte con las fibras vegetales

Las queremos, son tendencia de decoración, aportan calidez y un agradable toque ‘boho’, pero por favor no las dejes pasar al baño. Un lugar húmedo, donde el agua, la humedad y la condensación son norma de la casa. Ni en lámpara de techo ni, mucho menos, en alfombra para salir de la ducha, ni siquiera para la cesta de la ropa sucia. Encuentra su lugar ideal en otra estancia e, incluso, úsalas para vestir tus espacios exteriores, bajo el porche o en la terraza a cubierto son una buena baza ‘deco’.

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5. Poner la bañera exenta al lado de la cama

Las bañeras exentas son el summum del 'glamour' y derrochan estilo, por lo que sumarse a esta moda es una auténtica tentación. Intenta vencerla porque a la hora de la verdad tiene más inconvenientes que ventajas: desde inundar el suelo, hasta bañarte siempre expuesta (adiós intimidad) o darte la paliza a limpiar después de un momento relajante. Crear un baño con alma de spa puede conseguirse de muchas otras maneras...

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6. Apostar por paredes negras en la ducha

Los baños negros son tendencia de decoración y no podemos negar su efecto hipnótico y su personalidad, sin embargo, son una auténtica trampa para la limpieza diaria, ya que las manchas, aunque sean huellas de agua y cal, son la norma. No decimo que renuncies al ‘black’, pero sí que lo uses en pequeñas dosis, evitando en la medida de lo posible, la zona de ducha.

7. Pasarte con el dorado o el plateado

No hablamos de las griferías porque los nuevos diseños ya vienen preparados para soportar con su mejor ‘look’ las condiciones del baño, sino de los marcos de los espejos, las lámparas y apliques o los auxiliares. Los brillos metálicos llenarán de elegancia y sofisticación tu baño, pero se oxidan y pueden provocar justo el efecto contrario. Úsalos con moderación y cabeza.

8. Una estantería abierta para las toallas

Es indudable que los muebles de baño abiertos resultan más ligeros y proporcionan más capacidad de almacenaje sin restar metros visuales, pero ¿de verdad quieres que tus toallas recién limpias estén siempre húmedas? Definitivamente, no. Estas piezas pueden ser útiles para guardar botes y productos de higiene, como el champú, el gel o la crema corporal, pero no para las toallas que pueden coger humedad e, incluso, mal olor. Mejor en un armario cerrado o fuera en el armario de la ropa blanca. 

9. Un auxiliar dentro de la ducha

Es una de esas fotografías que te persiguen en sueños porque realmente tener el taburete, y quien dice taburete dice una mesita auxiliar, dentro de la ducha queda bien y convierte un simple plato en un rincón con encanto. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Piensa que cada vez que te duches, deberás sacarla fuera y esperar a que esté todo bien seco para volver a ponerla en su lugar. Así todos los días. El principal problema viene cuando caes en la cuenta de que nunca la has usado para nada. ¡Saca tu lado práctico a pasear!

10. Vestirlo de madera de arriba abajo

La madera es cálida, apetecible y transforma por completo el aspecto de cualquier ambiente. Aunque las tropicales y las que están tratadas pueden ser una opción, lo cierto es que incluso estas, al estar expuestas a un uso constante y mucha humedad, precisan un cuidado extra que no necesitan otros materiales como la cerámica, la melamima de última generación o los sintéticos.

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