Aunque la decoración de primavera a menudo se asocia con estampados florales y pasteles suaves, esta temporada viene cargada de madera, materiales naturales y colores oscuros relacionados con la tierra. Su llegada puede ser tanto una respuesta al ajetreo de la vida moderna, como a cierta nostalgia por esa estética de cabaña donde la calma y la paz campan a sus anchas, gracias a panes caseros, flores secas en la mesa, chimeneas y mucha lana y algodón. Por eso, tengas un chalet, una cabaña en un pueblo de montaña o un piso urbano que necesita un poco de calidez rústica, este estilo puede ser una buena opción para vestir tus interiores. Estas ideas de decoración te dicen cómo sacarle partido.
Claves de estilo
Estamos ante un ‘look’ que tiene sus raíces en el estilo rústico, pero es más minimalista, posee un marcado carácter industrial e incorpora toques de modernos y bohemios. Comenzó como una tendencia de moda en TitTok e Instagram, pero rápido se pasó a la decoración. Tremendamente cálido, resulta incluso más acogedor que el campestre ‘cottagecore’ y, por supuesto, mucho menos cursi y recargado.
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Rodéate de textiles acogedores
Mientras que el ‘cottagecore’ es ligero y caprichoso, ‘cabincore’ enfatiza la calidez y la practicidad. Así, 'calienta' los suelos fríos con alfombras, cubre con pieles de oveja sintéticas bancos o sillas y amontona en la cama o el sofá mantas y cojines. Lo ideal es apostar por motivos a cuadros, telas con textura o tejidos gruesos que potencien la sensación ‘cocooning’. Eso sí, busca que te hagan más fácil el día a día y que no pierdan el toque elegante que toda casa urbana necesita. Como tampoco se trata de llenar tus estancias de cuadros escoceses que te provoquen un sarpullido a 30ºC, intenta concentrarlos en un rincón. Elige un cómodo sofá o una silla, incorpora una mesita auxiliar y ten cerca la taza de café o limonada.
Da protagonismo a la chimenea
Incluso cuando no sea necesario encenderla, no hay nada como una bella chimenea en el salón o el dormitorio, para lograr una sensación acogedora al instante. Cuelga sobre ella uno o varios cuadros inspirados en la naturaleza y decora la repisa con candelabros y jarrones con flores secas. Aunque todas están permitidas, mejor apuesta por un modelo de piedra rústica o con marco de madera recuperada.
Alíate con materiales naturales
La naturaleza es su principal fuente de inspiración, por lo que decorar con elementos naturales es clave para integrarla en nuestras estancias. Sin embargo, los materiales utilizados no son las típicas cestas tejidas y alfombras de yute, sino que están más vinculados con la estética industrial como el hierro, la piedra, la madera tosca y el cuero. Complementa con plantas, arreglos florales frescos o secos y obras de arte que representen escenas del bosque y así introducirás los efectos calmantes de la naturaleza en cualquier habitación.
Apuesta por colores cálidos y terrosos
Los cálidos tonos otoñales y los terrosos inspirados en la naturaleza son buenos aliados de esta estética. Para inspirarte, piensa en los colores que encontrarías mientras caminas por un bosque. Desde el verde musgo, hasta el terracota intenso, el naranja oscuro, el coñac o el dorado. Elige uno o dos de estos tonos para paredes, tapicería y adornos y aporta un rayo de luz primaveral, combinándolos con neutros, incluidos los blancos cremosos, los grises profundos y los marrones.
Ilumina para crear atmósfera
Apóyate en un ‘look’ más oscuro y melancólico para recrear la atmósfera de una cabaña en plena naturaleza. Cambia la iluminación cenital fuerte por una ambiental más suave con lámparas de sobremesa, apliques de pared o guirnaldas. Por las noches, apaga las luces y déjate seducir por las velas o el resplandor del fuego.
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Di sí a los muebles hechos a mano y a las piezas ‘vintage’
Las cabañas están llenas de piezas y objetos que poseen una historia. Ya sea un aparador familiar, una lámpara antigua o un sofá que has retapizado, estos muebles le dan a cualquier casa una sensación de ‘vivido’ y cobran un especial significado. Los realizados en madera son clave, ya que aportan calidez y textura, pero para aligerala y hacerla más urbana y ‘limpia’, nada mejor que mezclarla con metales. De manera que se mantienen los códigos de diseño de este estilo rústico, pero se aporta en sus interiores grandes dosis de modernidad.
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Introduce 'acentos' con sabor a campo
Este estilo decorativo se alía con la madera, las chimeneas y las cabezas de animales. Y, aunque en medio del bosque pueden tener su razón de ser, en la ciudad pueden adoptar otras formas. Así, puedes incorporar acentos naturales con cuadros de paisajes, plantas de interior exuberantes o con una decoración que juegue con las 'capas' de cojines y mantas.
Súmate a la moda de las flores secas
Las flores secas están de moda y en este estilo se sienten como pez en el agua, incluso mejor que las naturales. Hay algo encantador en ellas, colgadas en la ventana de la cocina, el salón o un rincón del dormitorio. No son los arreglos florales típicos, ya que son más naturales y tranquilos, y logran que tu hogar se sienta mágico y especial. Para que no resulten demasiado toscas, colócalas en recipientes viejos reutilizados, como tarros de cristal, pequeños cubos de hojalata y jarras de leche. ¡Dulcemente rústico!
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‘Cabincore’ versus ‘cottagecore'
‘Cabincore’ se originó en TikTok como el hermano ‘oscuro’ de 'cottagecore', ya que rinde homenaje a los lugares montañosos a través de tonos oliva y terracota y una gran cantidad de madera. Son estilos similares con historias de origen paralelas. Ambos son “movimientos estéticos” que surgieron de las redes sociales y arraigaron tanto en la moda como en el diseño interior. Sin embargo, presentan grandes diferencias. Si bien sus ideales "básicos" son los mismos (ambos tratan de llevar una vida sencilla con sensibilidad rural), la estética de cada uno tiene connotaciones distintas. 'Cottagecore' es más femenino, mientras que 'cabincore' tiene un 'look' más masculino. Pero hay más. El primero está inspirado en la campiña inglesa; incorpora elementos de diseño tradicionales que son acogedores, pintorescos y encantadores. Mientras que el segundo tiene una base industrial, más minimalista y ecléctica.
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