¿Estás buscando una planta decorativa y fácil de cultivar? La Euphorbia Lactea Cristata es una opción perfecta, dada su belleza singular y los sencillos cuidados que necesita. Hazle un hueco entre tus plantas de interior, mímala de vez en cuando y conseguirás que crezca esplendorosa. Los especialistas de la tienda online de plantas Monstera (www.monstera.es) nos han dado las claves para cuidarla con éxito.
Belleza tropical
Originaria de las zonas tropicales de Asia donde puede llegar a medir hasta 5 metros de altura, la Euphorbia lactea es una planta que se adapta muy bien a los climas calurosos. Es bastante resistente a la sequía y a las altas temperaturas.
Su segundo nombre, Cristata, hace referencia a la forma de cresta que tiene y a sus ramas onduladas, muy peculiares. La encontrarás en una variedad de colores que van del blanco al amarillo, pasando por el verde, el violeta y el rosa.
Sus hojas presentan unas espinas cortas e inofensivas. Más dañina puede llegar a ser la savia de la Euphorbia lactea, una sustancia lechosa presente en el interior de sus tallos y hojas y que es muy irritante para la piel y los ojos. Si tienes mascotas en casa o niños pequeños, ten la precaución de mantenerlos alejados de tu euforbia.
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Una planta que ama el calor
Ya sabemos que la Euphorbia lactea es una planta fácil de cuidar, asequible para jardineros principiantes, puesto que no plantea exigencias difíciles de cumplir. Es una planta que se encuentra muy bien en entornos cálidos, por lo que bastará con que la protejas del frío en invierno para verla feliz. Por eso en estas latitudes es mejor cultivarla como planta de interior. Al aire libre solo crecerá adecuadamente si las temperaturas no bajan de 10ºC.
En casa debes buscarle un rincón cálido, alejado de fuentes de calor o aparatos de aire acondicionado, y mantenerla fuera de corrientes de aire que le perjudican bastante.
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El poder de la luz
¿Quieres que tu Euphorbia lactea esté feliz y se desarrolle saludablemente? Entonces búscale un emplazamiento luminoso porque ama la luz natural. Cerca de una ventana estará bien. De hecho, no le importa recibir los rayos del sol de forma directa, siempre que sea en los momentos en que es menos agresivo, a primera hora de la mañana o al caer la tarde. El resto del día es mejor la luz indirecta para evitar que se quemen las hojas.
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El mejor sustrato
Es un elemento clave en el desarrollo adecuado de las plantas. En el caso de la Euphorbia lactea has de cuidar de que contenga los nutrientes que la planta necesita para que pueda crecer adecuadamente.
Desde Monstera explican que conviene optar por un sustrato especial para plantas suculentas, que quede suelto y drene correctamente el exceso de agua. La euforbia agradece un sustrato de pH neutro o ligeramente ácido.
Leer: ¿Sabes cómo elegir el mejor sustrato para tus plantas?
¿Cómo regarla correctamente?
Este es, seguramente, una de las claves del cultivo de plantas de interior que más problemas plantea a los jardineros sin experiencia: cómo y cuánto hay que regarlas. Y, como suele ocurrir con numerosas especies, en el caso de la Euphorbia lactea más vale quedarse corto que pasarse. El exceso de riego la perjudicará seriamente, mientras que podrá soportar sin problemas una ligera sequía.
A la hora de regarla, hazlo de forma que el sustrato quede húmedo, vigilando que no se encharque. Es importante que el sistema de drenaje de la maceta sea efectivo y no coloques platos debajo que puedan acumular el agua sobrante. Antes de volver a regar tu euforbia comprueba que la tierra de la maceta se ha secado completamente.
Una vez hayan pasado los meses más calurosos del año, en otoño, bastará con que la riegues una vez cada dos semanas. En invierno la pauta se reduce a un aporte de agua mensual.
Un consejo: es buena idea utilizar agua destilada para regar tu Euphornia lactea.
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Un plus de energía en forma de abono
Para verla crecer sana y feliz es buena idea proporcionarle de vez en cuando un aporte extra de nutrientes mediante el abonado. Utiliza un fertilizante adecuado para cactus y plantas suculentas desde el mes de mayo hasta bien entrado el otoño, en octubre. Con un aporte de abono al mes será suficiente. Para calcular la dosis adecuada de fertilizante consulta las recomendaciones del fabricante y procura no excederte.
Leer: Elige los mejores fertilizantes para tus plantas y revitaliza tu jardín
Multiplicar tu Euphorbia lactea
Si tienes un ejemplar de euforbia y quieres multiplicar la planta, puedes hacerlo mediante esquejes. El procedimiento es sencillo y es mejor llevarlo a cabo en primavera o verano.
- Corta una rama de la planta de unos 20 o 30 cm de longitud. Es conveniente utilizar guantes. Si bien las espinas de la Euphorbia lactea no son peligrosas, el latex que contienen sus tallos sí puede ser muy irritante para la piel.
- Deja el esqueje en un lugar fresco alejado sol directo, y espera unos 6 o 7 días hasta que la herida provocada por el corte haya cicatrizado ligeramente.
- Plántalo en una maceta (que tenga un agujero en el fondo) utilizando un sustrato adecuado. Conviene añadir una capa de arlita para mejorar el drenaje.
- Riega ligeramente y coloca la maceta en un lugar en semisombra, si lo tienes en exterior, o protegida del sol directo en interior.
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¿Cuándo hay que trasplantar?
Cuando observes que las raíces de la planta asoman sin pudor por los agujeros de drenaje de la maceta sabrás que ha llegado el momento de trasplantarla a otro contenedor de tamaño superior. Elige una un poco más grande, que lleve agujero de drenaje en el fondo. Evita la tentación de utilizar una maceta mucho más grande para evitar tener que trasplantarla más veces, porque correrás el riesgo de que las raíces se pudran por un exceso de humedad. Es mejor ir paso a paso.
Extrae la planta con cuidado procurando no dañar las raíces y plántala en su nuevo contenedor con un sustrato adecuado renovado y una capa de arlita. Ahora puedes suspender el abonado de la planta durante un tiempo, ya que el sustrato está rebosante de nutrientes.
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Vigila las plagas
Aunque la Euphorbia lactea es una planta bastante resistente al ataque de las plagas, en ocasiones puede verse afectada por algunos insectos. Si controlas y vigilas tu planta conseguirás detectar el problema a tiempo para solucionarlo de la mejor manera posible.
- El ataque de caracoles. Cuando la Euphorbia se cultiva en exterior puede atraer a los caracoles. Para evitar que se acerquen a tu planta bastará con espolvorear tierra de diatomeas a su alrededor. Se trata de un polvo de origen ecológico que contiene sílice y que extermina a los insectos dañinos.
- Cochinilla. Es una plaga común que ataca a la euforbia, tanto en su versión algodonosa como marrón. Si detectas estos insectos en las hojas de tu planta, retíralos con un algodón empapado en alcohol. En caso de que las dimensiones del problema sean considerables, tendrás que utilizar un insecticida específico.
Además de estas plagas, la Euphorbia lactea es propensa a sufrir ciertas enfermedades provocadas por hongos. Para tratar de prevenirlas es importante no regar en exceso. Si ves que alguna rama de tu planta está blanda, lo mejor es cortarla, aplicar pasta cicatrizante en la herida y moderar el riego. Si es necesario puedes emplear un fungicida adecuado para eliminar los hongos.
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