¿Sabes cómo conseguir el recibidor ideal en un espacio reducido?

La entrada es uno de los espacios más importantes de la casa, aunque la mayoría de las veces no le dedicamos el tiempo y el esfuerzo decorativo que se merece. Es lo primero que vemos al entrar, el espacio donde dejamos las cosas y nos quitamos los zapatos. Por eso debe ser funcional, además de atractivo.

La primera clave: la funcionalidad

Nos gustan las estancias amplias y luminosas, con muebles y objetos decorativos singulares y con mucho estilo. Sin embargo, no siempre partimos de la base de un espacio óptimo para decorar. A veces nuestra casa es demasiado pequeña, oscura o poco práctica.

En lo que al recibidor se refiere puede que sea inexistente, que sea diminuto o esté repleto de puertas. ¿Cómo organizarlo y decorarlo en estos casos? La clave en estos casos es apostar por la funcionalidad. Piensa en tus propias necesidades y equipa el recibidor con las cosas o muebles que a ti te hacen falta: soluciones para guardar, un banco, un perchero, etc.

Si no cuentas con muchos metros cuadrados, no pongas muebles en el suelo y utiliza la parte alta de las paredes. De nada te sirve llenar la entrada de elementos decorativos que después resulten un estorbo.

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Que no falte un espejo

Es el elemento perfecto para decorar recibidores pequeños y angostos, gracias a su poder para multiplicar la luminosidad y hacer que los espacios parezcan visualmente más amplios. Además, te servirá para revisar tu aspecto antes de salir por la puerta de casa.

Elige un modelo redondo, a ser posible de tamaño XXL, y conseguirás un recibidor de tendencia. El espejo de la foto, con marco estrecho y dorado, pertenece al catálogo de la firma West Elm.

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¿Qué hacer cuando el recibidor no existe?

En algunas ocasiones al abrir la puerta y entrar en casa nos encontramos directamente en el salón, un espacio más o menos amplio que no está aislado ni separado de ninguna manera de la entrada. Es el no va más de las casas de planta abierta, en las que apenas hay tabiques que limiten los espacios. O puede que se trate de apartamentos pequeños en los que no se ha concedido al recibidor ni un centímetro cuadrado que poder añadir a cualquier otra estancia.

Para tratar de solventar el problema se puede crear un pequeño rincón en la pared junto a la puerta que funcione como entrada. Coloca un mueble suspendido o una consola estrecha, y añade un espejo y una alfombra para acotar este espacio.

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La potencia de los colores oscuros

Seguramente ya sepas que los tonos potentes y oscuros parecen estar denostados a la hora de decorar espacios reducidos. Cuando los metros cuadrados brillan por su ausencia, el blanco y los tonos claros son la panacea.

Sin embargo, no siempre tiene por qué ser así. Pintar las paredes del recibidor, aunque este sea pequeño, con un color intenso y oscuro puede resultar original y superdecorativo. En la imagen puedes ver un ejemplo: un recibidor en el que hasta el techo se ha pintado con un verde intenso y especial. Atrévete a utilizar este tipo de recursos, elige bien el color y lánzate a la aventura.

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Instala un perchero

Para materializar la funcionalidad de la que hablábamos antes y conseguir que el recibidor sea un espacio práctico, necesitas un lugar en el que colocar chaquetas, bolsos o sombreros. Puede que la solución ideal sea instalar un armario para ese fin, pero en muchas ocasiones no contamos con el espacio necesario. Es entonces cuando los percheros adquieren relevancia, ya que son una solución práctica que apenas ocupa espacio.

Tienes un interminable repertorio de modelos, materiales y estilos para elegir. Una idea: puedes instalar ganchos independientes, en lugar de un perchero de pared.

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Paredes con textura

Que el recibidor no cuente con muchos metros cuadrados no es excusa para abandonarlo a su suerte. Más bien al contrario, se necesitan ideas que revaloricen este espacio y lo doten de interés. En este sentido añadir textura a las paredes puede ser la mejor alternativa: lograrás decorar el recibidor sin necesidad de poner objetos grandes y pesados.

¿Cómo conseguirlo? Puedes empapelar las paredes (o, al menos, una de ellas) para crear un punto de interés focal que atraiga todas las miradas. El papel pintado es un recurso genial en toda la casa, y también en el recibidor.

Otra idea consiste en revestir la pared con un friso hasta media altura, aunque también puedes emplear paneles de madera, revestimientos de listones, molduras decorativas, etc. Como ves, la lista de posibilidades es extensa. Tú eliges tu favorita.

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El poder de un banco

Los bancos pueden ser una solución certera cuando el espacio escasea y no podemos colocar otro tipo de mueble de almacenaje. Además de un lugar perfecto para ponerte y quitarte los zapatos, un banco te ofrece una superficie adecuada para dejar las cosas al llegar a casa, aunque sea en un primer momento. El bolso, las llaves, las bolsas de la compra, etc. Si lo necesitas, puedes elegir un modelo con espacio para guardar, práctico y decorativo.

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Reivindica tus gustos

¿Cómo dar importancia a lo que realmente te gusta, también en el recibidor? Cuando pensamos en la manera de decorar la casa y buscamos ideas nos llega una avalancha de objetos, tendencias y propuestas. Sin embargo, una forma infalible de hacer nuestros los espacios es decorarlos con las cosas que realmente amamos.

Crear galerías de cuadros y fotos en la pared es una idea genial que funciona en casi todas las habitaciones, incluida la entrada. Elige fotografías, ilustraciones, láminas enmarcadas y crea un rincón que te apasione cada vez que llegues a casa. Para aportar dinamismo e interés visual combina marcos de diferente tamaño, material y color.

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Un recibidor de inspiración boho

Si eres fan de este estilo decorativo, añade a tu recibidor algunos elementos que lo definan. No es necesario que lo llenes de colores para darle ese toque bohemio y divertido que te gusta. Bastará con que incorpores algunos detalles característicos.

Elige materiales naturales y mezcla texturas y patrones. Puedes optar por cestas de fibras vegetales, algún mueble antiguo (si tienes espacio suficiente), un banco con cojines de colores, una alfombra o un adorno de macramé, plantas de interior, etc.

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