Si estás pensando en decorar con cactus los exteriores o una zona interior de tu casa que goce de gran luminosidad, debes prestar atención a la estética que ofrecen pues son muy diversas y habrá algunas que se ajustarán mejor a lo que estás buscando. En cuanto a silueta o respecto a si presentan o no espinas, hay mucho donde elegir, así que te lo detallamos. De lo que no hay duda es de que se trata de plantas resistentes, poco exigentes con los cuidados y el riego. Así que constituyen unas plantas difíciles de matar incluso en manos de personas recién iniciadas en la jardinería.
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Aclarando conceptos
Las suculentas se caracterizan por tener tejidos carnosos y muy ricos en agua, que constituye una reserva hídrica pues, al ser procedentes de zonas áridas sufren unos largos periodos de sequía en su hábitat. Todos los cactus son suculentas o plantas crasas, con lo cual se adaptan bien, como decíamos, a la sequía. Pero, sin embargo, no todas las suculentas son cactus, existen más familias aparte de las cactáceas.
En este jardín de cactus diseñado por Marta Roca, paisajista de Espaiverd, se combinan cactus de varias formas, rocas y algunas plantas en maceta.
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Reyes del desierto
Dado que los cactus viven en lugares donde la lluvia es más bien escasa, son plantas que han sustituido las hojas por espinas (en casi el 100% de los casos, aunque hay cactus sin espinas). La función de estas es proteger a la planta del sol y evitar que se deshidrata cuando hacen la fotosíntesis. Son plantas que, por lo tanto, tienen poca demanda de riego aunque lo que sí que adoran es el sol.
Cuestión de altura
Si te gustan las plantas esbeltas y escultóricas, tu elección correcta es un cactus columnar con el tallo cilíndrico más o menos recto, como si se tratara de una columna. El género Cereus y Trichocereus son ejemplo de esta disposición.
En ocasiones un cactus columnar presenta más de un tallo ramificado. Entonces se clasifica en función de dónde se produce la división del tallo en tres tipos: si es en la base es un cactus basítono, si la división se realiza en la mitad, un mesótono, mientras que un cactus acrótono presenta la división en la punta del tallo.
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Extensión a lo ancho
Si prefieres una variedad que no alcance gran altura pero seduzca gracias a sus líneas redondeas, selecciona cactus globosos, muy populares incluso en terrazas, patios o jardines pequeños, porque apenas ocupan espacio. Su cuerpo esférico te ayudará a configurar unos exteriores vistosos. Muchos géneros tienen esta forma de globo o barril, como los Echinocactus, Mammillaria, Lobivias, Parodias y Copiapoa y, en algunas ocasiones, la planta incluso puede tener un importante tamaño.
Los que seguro que nunca van a resultar muy esbeltos son los cactus rastreros que, como su nombre indica, su porte es arrastrado por el terreno. Por ejemplo, lo son algunas variedades de los géneros Cleistocactus y Echinopsis, que se desarrollan por el suelo o en ocasiones cuelgan desde rocas, u otros relieves.
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Paisajes venidos de América
Otra opción que existe son los cactus que tienen los tallos aplanados, que llamamos cladodios. ¿Te gusta la estética tan exótica que ofrecen con esa unión de tallo en una forma semejante a las raquetas de tenis?
El género que lo representa es el de las Opuntia y la chumbera (Opuntia ficus-indica) es quizá el cactus de este tipo más implantada por estos lares, llegada del Nuevo Mundo y ofreciendo un rico fruto también espinoso, los higos chumbos. Ten en cuenta que esta planta de crecimiento rápido puede alcanzar los 4 metros de altura.
¡Sí, existen cactus sin espinas!
Desde luego no son la mayoría, aunque algunos cactus presentan el tronco desnudo, otros conservan sus hojas y los cefalios tienen una capa de pelos o lana que actúa de protectora frente a los rayos solares demasiado intensos.
Si tienes hijos en casa en edades que lo tocan todo, decántate por una variedad sin espinas y evita así accidentes.
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Errores habituales respecto al sol
Del mismo modo que no todos los cactus son iguales físicamente, tampoco lo son sus cuidados ni necesidades de luz. Es una equivocación creer que tus cactus van a aceptar estar a pleno sol sin problemas, porque hay algunas variedades acostumbradas a encontrarse entre matorrales y rocas que tamizan los rayos del sol y van a preferir encontrarse en semisombra, al menos en alguna parte del día.
Esta es la regla general para distinguirlas y acertar respecto a la exposición solar que les va bien:
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Pleno sol: presentan pelos o espinas muy fuertes o densas.
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Iluminado con cierto sombreado: pocas espinas.
Respecto a las temperaturas, los cactus son susceptibles al frío. Si en tu región el mercurio cae bastante en invierno, mantén a tus cactus plantados en maceta resguardados, preferiblemente trasladándolos a invernaderos o un rincón de la casa que reciba mucho sol.
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