Estas cocinas tienen espíritu de salón, alma de comedor y cuerpo de estancia polivalente

Convertida en el corazón de la casa y acaparando toda la atención, la cocina se alía con una decoración y una distribución que favorecen la vida social y proporcionan una atmósfera agradable donde sentirse bien, logrando un ambiente más cercano al salón y más alejado de la razón de ser de esta estancia. Los materiales, colores y detalles se eligen buscando materializar un espacio 'para vivir', donde amigos y familiares tienen las puertas abiertas. Estas ideas de decoración te ayudarán a diseñar una cocina con aires de salón. 

1. En buena sintonía

Los muebles del salón y la cocina deben compartir estilo, con el fin de crear sensación de unidad ambas estancias, que les permita convivir sin ‘chocar’ decorativamente hablando. En este ambiente diseñado por Toni Espuch de AzulTierra, el hilo conductor es el suelo de hormigón y las paredes blancas. “Es importante utilizar los mismos materiales para dar una continuidad. Tengo preferencia por los nobles, como la madera o la piedra, que aportan calidez y huyo de los fríos”, señala el interiorista. 

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2. Un sofá en modo estar

Que facilite la vida en familia y haga que los invitados se sientan como en casa. La idea es crear un rincón que favorezca momentos de paz y distensión. Debe estar preferiblemente al lado de una ventana (la luz siempre es un plus) y ser cómodo además de funcional, como el banco de esta propuesta que se ha llenado de cojines y cuenta con espacio de almacenaje inferior. La mantita tampoco puede faltar, así como una lámpara y una mesita auxiliar con las mismas funciones que una de centro, pero más ligera.

3. Una lámpara de techo imponente

Capaz de acaparar todas las miradas y de completar la decoración de una estancia para vivir y disfrutar. Protagonistas absolutas del salón y del comedor, las lámparas de techo llegan a la cocina ocupando un lugar preferente y otorgando aire de estancia para vivir. En la isla, la encimera, la mesa e, incluso, en una zona de paso, resuelven cada situación adaptándose a las circunstancias. Lo esencial es elegirla según las dimensiones del espacio y la luz deseada.

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4. Una (decorativa) alfombra

Una alfombra siempre aporta sensación de hogar y una nota de calidez a cualquier estancia. Lejos de estar reservadas únicamente para el salón, en la cocina se convierten en un complemento perfecto para hacer más acogedor el ambiente. Según donde vayas a colocarla, debes elegirlas de uno u otro material. Así, si va delante de la zona de fuegos es mejor que sea vinílica, mientras que alrededor de la isla o bajo la mesa puede ser de lana o tipo kilim, pero preferiblemente en colores oscuros o ‘sufridos’, que disimulen las manchas. En esta propuesta de Armac Martin se establece como elemento separador entre la cocina propiamente dicha y la zona de comedor. Sus colores alegres contribuyen a esa sensación de ‘espacio vivido’.

5. Electrodomésticos camuflados 

En esta cocina abierta de Toni Espuch de AzulTierra, el color, los volúmenes y los materiales proporcionan continuidad, al igual que los electrodomésticos camuflados. “Me gusta mostrar las neveras como lo que son, pero me inclino por las de tamaño grande y de acero. Si hay suficiente altura, me gusta poner alguna vasija o elemento decorativo para dar calidez. No pueden faltar los armarios con puertas escondidas donde van los pequeños electrodomésticos ya enchufados a la corriente. De esta forma las superficies de trabajo siempre están despejadas y ordenadas”, señala Toni Spuch de AzulTierra.

6. Recorridos cómodos

Que permitan movernos a una o dos personas sin problemas y sin tropiezos, como en esta propuesta de Federico Masotto con muebles de Abimis.Todo espacio pensado para disfrutar debe evitar las estrecheces, incluso cuando no sobran los metros. Para ello, los electrodomésticos no deben molestar, ni siquiera visualmente, y los asientos, tanto los taburetes altos como las sillas, deben estar dispuestos de tal manera que tengan sitio para correrse. 

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7. Más espaciosa

Tanto porque se trata de una cocina abierta, como esta diseñada por Maria Odena Studio, como porque su tamaño permite una distribución cómoda. Al imaginarla, en el centro de nuestras casas, como un salón, gana en importancia, pero, sobre todo, en metros cuadrados. Aunque esto signifique hacer algunos pequeños trabajos, cada vez resulta más generosa en dimensiones como en recorridos fluidos. 

8. Adornos, objetos personales y libros

Porque no se puede concebir una cocina con espíritu de salón vacía de esos objetos que cuentan historias y logran crear sensación de ‘vivida’. Puedes aprovechar las paredes y colocar baldas con esas cosas que te hacen feliz, desde un ‘souvenir’ hasta un plato decorativo o un jarrón con flores o, como en esta propuesta de Ballingslöv usar el espacio inferior de la isla para crear una auténtica librería en la que no solo pueden estar los libros de cocina y recetas.

9. El color como herramienta

El color es una primera forma de definir la atmósfera deseada con matices sutiles. En este espacio de Mobalpa que engloba cocina, salón y recibidor, el color es la herramienta que realza y aporta personalidad. De manera que, el tono apagado de la madera grisácea se suaviza con el rosa pastel. Además, los electrodomésticos se disimulan y crean una ingeniosa separación del ambiente.

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10. Detalles que dan la nota

Grifos, interruptores o tiradores no deben elegirse al azar, ya que las posibilidades de personalizarlos convierten a la cocina en un lugar único. Los detalles son parte esencial del estilo, por lo que su estética debe cuidarse al máximo. Los grifos son esculturas, los tiradores se realzan o se eliminan y los interruptores se ganan un hueco en la decoración. Sin olvidar la domótica, como los dispositivos de Gira que te permiten controlar los electrodomésticos, las persianas y las luces para crear ambientes distintos, según el momento.

11. Muebles de cocina que no lo parecen

Como una verdadera sala de estar, los revestimientos se atreven con materiales nobles para lograr un estilo diferente y los muebles se personalizan para adaptarse al carácter de cada uno. Así, tienen más en común con los del salón que con los típicos de esta estancia, concibiéndose como auténticas piezas de diseño. En este universo, la madera siempre es un plus, como muestra este ambiente de Garde Hvalsöe. Para que el efecto sea completo, debes usarla como nexo conductor con el salón, de manera que esté presente a través del mobiliario o de un agradable parqué.

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12. Una mesa para disfrutar en familia

Una mesa amplia y con sillas cómodas es una clara invitación para disfrutar de agradables veladas con amigos y familiares, pero también el lugar perfecto para leer mientras desayunas o tomar un café después de comer. Es decir, te permite hacer actividades propias del estar, sin olvidar que posee también ese aire sencillo y auténtico que tienen las casas de campo. Evidentemente el estilo de la mesa debe estar en consonancia con el ambiente al que pertenece, como ocurre en este ambiente de Terratinta Group, y en ella debe reinar el orden, para ser tan agradable como decorativa. Ya puestos, procura colocar o tener a mano un gran número de asientos, para que todos tengan un sitio en ella. Recuerda que los taburetes siempre son una opción.

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