¿Cuánto dinero te gastas en la limpieza del hogar? ¿Te has dado cuenta de que el día que compras ciertos productos de limpieza la factura del supermercado se ve disparada? Y es que algunos limpiadores suben la cuenta más de lo que pensamos cuando, en realidad, no los necesitamos o hay otras opciones más económicas y métodos más efectivos para limpiar que permitirán que ahorres varios euros a final de mes.
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No te pases con las cantidades al poner la lavadora
Es básico para no derrochar con los productos de limpieza al hacer la colada. Seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a las cantidades que hay que echar no solo ahorrarás en detergente y suavizante, sino que evitarás estropear la ropa. En cuanto al detergente, echar de más puede que deje manchas en la ropa, que tendrás que volver a meterla en la lavadora. Ten en cuenta, además, que la cantidad también dependerá de la dureza del agua de tu zona. El agua blanda contiene una presencia reducida de minerales, mientras que en aguas calcáreas o duras, esta cantidad es mayor. Cuanto más dura sea el agua, más cantidad de detergente necesitarás.
En cuanto al suavizante, con medio tapón será suficiente para cargas de 4 o 5 kilos, mientras que para cargas de 6 a 8 kilos, tendrás que echar un tapón. En cualquier caso, no llenes el compartimento del suavizante hasta arriba, ya que saldrá al tambor antes, mezclándose con el detergente y malgastándolo.
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Utiliza limpiadores multiusos
Un producto para el baño, otro para el inodoro, otro para la cocina, otro para los suelos… Suma y sigue. Comprar todos estos productos específicos subirán la factura del supermercado. Pero es que, además, su uso no garantiza que limpien mejor que otros limpiadores. Por eso, lo mejor es hacerse con productos multiusos, que permitan limpiar y desinfectar distintos materiales sin estropearlos. Por ejemplo, la lejía es una solución perfecta para desinfectar el baño y limpiar los suelos, aunque en distintas cantidades. Así, tanto para limpiar el suelo como el baño, lo ideal es una proporción de 1:50. Así, para un cubo con 10 litros de agua bastará con 200 ml de lejía.
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Los productos naturales son mucho más económicos
El vinagre de limpieza, el bicarbonato o el limón son productos naturales (además de ecológicos) mucho más económicos que muchos productos de limpieza específicos y, en ocasiones, hasta más efectivos.
Por ejemplo, el vinagre puede emplearse como sustituto del suavizante, ya que es un desodorizante que dejará la ropa igual de suave. También es muy efectivo para limpiar los cristales, quitar la cal de la plancha o de la grifería del baño. De hecho, si la alcachofa de la ducha tiene cal, métela en una bolsa con agua y un chorro de vinagre durante toda la noche. La cal se disolverá y la alcachofa quedará como nueva.
Por su parte, el bicarbonato es también otro producto muy empleado en la limpieza del hogar. Si haces una pasta con ella y un poco de agua puede servir para limpiar las quemaduras de la base de una cazuela o sartén quemada, el interior del horno o el microondas. Pero también es un blanqueante natural que puedes incluir junto con el detergente al hacer la colada.
Finalmente, con limón puedes desodorizar la cocina, limpiar el suelo (echando el zumo de un limón en el agua) o desinfectar la tabla de cortar si la frotas también con un poco de sal.
Utiliza ropa vieja como paños
Aunque las bayetas de microfibra son perfectas para muchas tareas de limpieza por su gran absorbencia y no dejar pelos, para otras muchas tareas del hogar puedes utilizar ropa vieja y convertirlos en trapos de limpieza. Córtala en trozos de diferentes tamaños, para las distintas tareas del hogar. Utiliza las prendas que estén hechas con algodón o viscosa, ambos tejidos con propiedades absorbentes y que aguantarán bien las altas temperaturas al lavarlos.
También puedes usar unas medias viejas para limpiar los cristales. Emplea unas que se te hayan roto o que tengan alguna carrera.
En el caso de las bayetas de microfibra, si quieres alargar su uso, acláralas bien después de cada uso y no las laves con suavizante, ya que las estropeará.
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El vapor puede ser tu aliado
Como sabes, el vapor ablanda la suciedad, por lo que puedes utilizarlo a tu favor para limpiar tu casa. Por ejemplo, si calientas agua en el microondas para hacerte una infusión, aprovecha y pasa la bayeta según termine, ya que la suciedad se irá con mucha más facilidad. Puedes hacer lo mismo después de hervir agua en la cocina (por ejemplo, al cocer unos huevos). Incluso puedes aprovechar cuando alguien se acaba de duchar para limpiar el baño y que sea mucho más sencillo o, al menos, no tendrás que frotar tanto.
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No dejes para mañana…
Sí, el manido refrán tiene mucho sentido en lo que a limpieza se refiere. Y es que si dejas que una mancha se seque, te costará más tiempo limpiarla, pero también es probable que tengas que utilizar algún producto específico. Por eso, lo mejor es actuar en el momento en el que se produce la mancha, especialmente en tapicerías y alfombras. Pero también si la mancha se produce sobre cualquier otra superficie. Además, es aconsejable llevar una limpieza de mantenimiento con cierta frecuencia para que limpiar sea más sencillo.
Aprovecha ofertas y descuentos
Si recibes folletos de publicidad comercial de los supermercados, estate atenta a las posibles ofertas. Las de tres por dos son perfectas para ahorrarse unos euros, especialmente en productos de limpieza que sabes que vas a terminar usando.
Asimismo, cuando vayas al súper, no dejes de dar un paseo por el pasillo donde tienen los productos de limpieza por si hay alguno rebajado. Serán unos céntimos, pero tu bolsillo lo agradecerá. También puedes utilizar marcas blancas, que la mayoría de veces están fabricados por marcas conocidas y de calidad.
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