7 ‘hacks’ de Ikea con los que podrás actualizar tus muebles y complementos

¿Eres fan de Ikea? Seguro que tienes en casa más de un mueble o complemento de decoración firmados por el gigante sueco. Hoy te traemos algunas ideas geniales para darle un twist a cualquiera de esas cosas y conseguir que adquieran una apariencia totalmente nueva, única y muy personal. No las copies exactamente… ¡o sí! Puedes inspirarte en ellas o reproducirlas tal cual. Tú decides.

Mesa auxiliar revestida con mosaico

La conocidísima mesita LACK, un clásico del catálogo de Ikea, es el punto de partida para este hack tan original. Consiste en revestir completamente la superficie de la mesa (sobre, laterales y patas) con malla de mosaico.

En esta ocasión se ha elegido un mosaico blanco, muy sencillo, aunque la idea puede llevarse a la práctica con cualquier otro modelo y color.

Necesitas una mesita LACK, malla de mosaico, cola para azulejos, masilla negra para la lechada, una espátula de plástico grande, una paleta pequeña, esponja y trapo.

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Un proyecto sencillo y muy original

De los millones de mesitas LACK que andan por el mundo, aunque sea en distintos colores, la tuya será especial después de personalizarla con esta idea genial: solo tienes que revestirla con mosaico para darle un estilo completamente nuevo.

- Comienza por montar la mesa, si es que es nueva y comprada para la ocasión.

- Aplica la cola para azulejos con ayuda de la espátula de plástico, de forma que quede una capa fina y homogénea.

- Ve pegando la malla de mosaico en el sobre de la mesa, teniendo cuidado de que quede totalmente recta. Hazlo primero en la parte superior, después en los laterales y, por último, en las patas.

- Prepara la lechada con masilla negra y agua. Aplícala en toda la superficie de la mesa, esperando un par de minutos y retirando el exceso con la esponja. Termina limpiando la mesa con un trapo. ¡Listo!

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Cabecero tapizado con una cortina

¿Tu dormitorio está anticuado? ¿Te aburre irte a la cama cada noche? Ahora puedes copiar este hack de Ikea y renovar el cabecero con poco esfuerzo y dinero. Solo necesitas tener unas nociones esenciales de costura y un poco de creatividad.

Además de la máquina de coser y el cabecero (en este caso se ha utilizado el modelo MALM), te hará falta una cortina de tela gruesa (como la SANELA, de algodón 100 %), gomaespuma, cinta del color de la cortina, una pistola de grapas de tapicero, tijeras, cinta de doble cara y un metro.

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Tela, gomaespuma y mucha creatividad

Lo primero que has de hacer es tomar medidas de tu cabecero para confeccionar una especie de funda con la tela de la cortina.

- Corta la parte de la tela que lleva los ojales para la barra de cortina.

- Dobla la cortina por la mitad y mide el cabecero para trasladar las medidas a la tela. Corta dejando unos 5 cm de más por cada lado.

- Cose tres lados de la tela (los dos laterales y un lado largo) para hacer una especie de funda con la que cubrir el cabecero.

- Corta la gomaespuma en bloques que después pegarás en sentido vertical al cabecero. Haz seis iguales y uno ligeramente más ancho para el centro. Pégalos al cabecero con la cinta de doble cara.

- Ahora cubre el cabecero con la funda de tela y ve grapando la cinta para marcar la forma vertical de cada bloque de gomaespuma, para darle al cabecero el diseño elegido. Al grapar ve tensando la tela, de forma que quede bien estirada.

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Una isla de cocina a tu medida

¿Siempre has soñado con tener una isla de cocina? Ahora puedes construirla tú mismo con pocos materiales y apenas esfuerzo. Este es un proyecto perfecto para hacer en un fin de semana. ¡Da rienda suelta a tu pasión por el bricolaje!

Necesitarás seis módulos METOD de cocina (40 x 40 x 60 cm) de color blanco, tornillos, madera para la base, una encimera de madera y un destornillador eléctrico.

- Apila los seis módulos en dos filas de tres elementos y atorníllalos entre sí. Ten en cuenta las dimensiones que tendrá la isla y adáptalas al espacio de tu cocina. Puede que tú solo necesites poner cuatro módulos en lugar de seis. El proceso de construcción es el mismo.

- Construye un marco de madera para hacer la base del mueble. Toma medidas y, si no tienes sierra, pide que te corten las piezas en tu centro de bricolaje. Una vez construida la base fija sobre ella el cuerpo de la futura isla.

- Añade la encimera de madera y sujétala con tornillos por el interior de los módulos.

Un consejo: una buena idea es añadir a la base de la isla unas ruedas con freno. Así podrás moverla fácilmente cuando quieras cambiarla de sitio.

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Mesilla de noche en la pared

Si tu dormitorio es pequeño y no tienes mucho espacio para poner mesillas a ambos lados de la cama, fíjate en este hack y ponte manos a la obra. Consiste en reutilizar unos estantes para cuadros de Ikea, concretamente el modelo MOSSLANDA, para hacer una “mesilla” de pared. Original, fácil de hacer y muy práctica.

En este caso se han empleado estantes de 50 cm de largo, pero tú puedes cortarlos si necesitas que sea más pequeña. Los materiales no pueden ser más sencillos: dos estantes para cuadros de color blanco, tacos y tornillos, una tira de luces LED.

- Fija el primer estante a la pared en su posición original, a la altura adecuada.

- Coloca ahora el segundo, puesto al revés, sobre el primero, tal como ves en la foto.

- Añade la tira de luces LED por el interior. ¡Ya tienes tu mesilla!

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Cama con dosel DIY

¿Siempre has querido tener una cama con dosel en tu dormitorio? Aquí tienes una buenísima idea para conseguirlo, sin tener que sustituir ningún mueble. Bastará con fijar al techo unos rieles para después colocar unas cortinas que rodeen tu cama. Conseguirás darle al dormitorio un aire misterioso y acogedor.

Necesitarás rieles, los elementos para las esquinas, dos cortinas de tela blanca y vaporosa como el modelo VIVAN, tacos y tornillos, taladro y destornillador eléctrico, sierra, metro y lápiz.

- Coloca la cama en el lugar en el que debe estar y pon rieles y demás piezas en el suelo alrededor de ella, dejando un espacio entre la cama y el riel. Así verás si tienes todos los elementos y la medida que deben tener.

- Traslada las medidas al techo para marcar los puntos donde vas a hacer los taladros. Un consejo: es más fácil tomar las medidas desde las paredes que desde la cama.

- Haz los taladros para fijar el riel y atorníllalo al techo con los tacos.

- Introduce las cortinas y coloca las piezas de las esquinas.

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Cómoda pintada de apariencia antigua

La cómoda RAST, de madera de pino sin tratar y tres cajones, tiene un diseño sencillo y se presta de maravilla para una infinidad de hacks. Hoy te contamos dos bastante sencillos de poner en práctica.

El primero consiste en transformar el mueble en una cómoda de apariencia antigua, con un punto industrial muy atractivo.

Reúne los materiales y herramientas: tableros de madera de pino, cola para madera, sargentos, tinte oscuro, masilla de madera, 12 tiradores y 6 placas para etiquetas para decorar, brochas, destornillador eléctrico, taladro, sierra de calar, metro y lápiz.

- Comienza por quitar los tiradores de la cómoda y tapa los agujeros con masilla de madera. Deja que se seque.

- Para dar la sensación de que el mueble tiene más cajones, tendrás que pegar dos tablas a cada uno de los tres que tiene, para que parezcan dos. Toma las medidas y corta las tablas.

- Aplica cola para madera y pega dos tablas en el frontal de cada cajón, dejando un espacio entre ellas. Sujétalas con sargentos hasta que la cola se seque totalmente.

- Pinta la cómoda con el tinte oscuro, de forma que la veta de la madera quede visible. Si aplicas dos capas conseguirás un tono más intenso.

- Haz los agujeros para los nuevos tiradores y pega las placas de las etiquetas.

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Colores pastel y formas geométricas

El segundo hack para la cómoda RAST es muy diferente, pero igual de original. Se trata de cambiar su aspecto con pintura.

Comienza por elegir los colores y el diseño que más te gusta y que mejor le va a tu espacio. Puedes optar, como en este ejemplo, por colores suaves y un diseño geométrico. En este caso se ha pintado el frente de los cajones con la técnica de las reservas.

Además de la cómoda, necesitarás pintura acrílica de los colores elegidos, brocha y rodillo pequeño de espuma, cinta de carrocero y un destornillador eléctrico.

- Empieza por quitar los tiradores con el destornillador.

- Pinta el cuerpo de la cómoda del color elegido. Aplica dos capas, dejando secar la pintura entre ellas.

- Coloca la cinta de carrocero en el frente de los cajones según el diseño que quieras conseguir, presionando por los bordes para que quede bien pegada.

- A continuación pinta cada zona de la cómoda del color elegido. Carga la brocha o el rodillo con poca pintura, y pinta siempre de fuera hacia dentro para evitar que la pintura se cuele por debajo de la cinta estropeando el resultado.

- Cuando hayas dado dos capas y la pintura se haya secado, retira la cinta de carrocero.

- Pinta también los tiradores, espera a que se sequen y vuelve a atornillarlos en su sitio.

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