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Plantas de exterior

Cómo cultivar el crocus, la delicada florecilla que alegrará tu jardín esta primavera

Un bulbo con una delicada floración


Actualizado 1 de marzo de 2022 - 11:49 CET
© Aaron Burden/Unsplash

Con la primavera a la vuelta de la esquina, las primeras flores ya han empezado a aparecer. Una de ellas es el crocus, una pequeña flor bulbosa característica por su sencillez y delicada belleza. Muy utilizada para decorar jardines, parterres, borduras y rocallas, esta florecilla es perfecta tanto para cultivarla en el sustrato como en maceta. Se trata de una planta ideal para principiantes con unos cuidados muy sencillos. Además, como curiosidad, de una de sus especies, el crocus sativus, se extrae el azafrán. Descubre cuáles son los cuidados del crocus para disfrutar de su hermosa floración año tras año. 

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© Jessica Johnston/Unsplash

Características del crocus

El crocus está formado por más de 75 especies, siendo su origen la cuenta mediterránea. Se la conoce popularmente como croco o azafrán, ya que de una de sus especies se extrae la valorada especia. Se trata de una pequeña planta bulbosa de entre 8 y 20 centímetros como mucho. Sus hojas son finas, de forma acanalada que nacen del bulbo y cuentan con una pequeña estría blanca en el centro. Lo más llamativo de este bulbo es su floración: sus flores son acampanadas y pueden ser de muchos colores: azules, violetas en todos sus matices (las más comunes), amarillas, naranjas y hasta de color blanco. El crocus es una planta resistente que no suele presentar problemas de plagas o enfermedades, aunque las especies de flores amarillas pueden ser devoradas por algunos pájaros.  

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© Yoksel Zok/Unsplash

Qué tipos existen

Este género de plantas cuenta con tantas especies que muchas son bulbos de otoño y que florecen en primavera y otros son bulbos de primavera, que nos deleitarán con su belleza a finales de verano y principios del otoño, aunque sus cuidados son muy similares. Entre los bulbos de primavera, que florecen en otoño, destaca el Crocus sativus, planta de la que se extrae el azafrán.Algunos bulbos de otoño de esta especie son: Crocus aureus, Crocus chrysanthus o Crocus vernus, entre otros.

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© Louise Pilgaard/Unsplash

El mejor sitio para colocarlos

Se trata de una planta con unos cuidados muy sencillos. Su ubicación puede ser a pleno sol o de semisombra, pero siempre protegido de las corrientes de aire. En ambas condiciones prosperará bien. Aunque son plantas que aguantan muy bien el frío, tanto siu son de primavera como de otoño, si en tu zona hay heladas, conviene proteger el sustrato con una capa de mulching o acolchado, de manera que el frío no llegue al sustrato. Después, cuando empiece a brotar, conviene retirarlo.  

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Sustrato y abono

Aunque no tiene necesidades especiales, tendrás que tener especial cuidado con la tierra en la que lo plantas, de manera que no se produzcan encharcamientos. Así, el crocus prosperará mejor en un suelo con un tercio de sustrato universal, un tercio de turba y un tercio de arena, de manera que cuente con un buen drenaje que evite los encharcamientos. También puedes sustituir la arena por arcilla o perlita. La cuestión es proporcionarle un buen drenaje. No hay diferencia si se trata de un crocus de otoño o de primavera, ya que sus necesidades son similares. 

En cuando al abono, el crocus no necesita que le apliques fertilizante más que el que le proporcionarás en el sustrato durante la siembra.

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Cómo se debe regar

Riega tu crocus de manera moderada. Puedes regarlo una vez a la semana o cada quince días: es mejor quedarse corto que pasarse. Un exceso de agua podría pudrir el bulbo. Dependiendo del clima de la zona en la que vivas tendrás que ampliar los riegos o espaciarlos. Por ejemplo en zonas secas conviene regar con más frecuencia.

En cualquier caso, lo más recomendable comprobar siempre la humedad del sustrato antes de regarla. Puedes utilizar un palo o el dedo, introducirlo en la tierra y, si sale seco, regarlo. 

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Cómo cultivar el crocus

El cultivo del crocus no difiere demasiado de cualquier otro tipo de bulbos. Puesto que son bulbos pequeños, se pueden sembrar a una profundidad de unos 5 centímetros lo cual será suficiente. Dependiendo de su grosor, puedes plantarlos entre ellos a una distancia de entre 5 y 8 centímetros.  

Haz un agujero en la tierra e introdúcelos con la punta hacia arriba. Tápalos y, si la tierra está seca, riégala abundantemente. Mantén el sustrato ligeramente húmedo hasta que empieces a notar que brota la planta. 

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© Jasmin Junger/Unsplash

Cómo decorar tu jardín con crocus

Al ser una planta tan pequeña, una buena idea para dar alegría a cualquier jardín, es plantar los crocus en grupo, ya que ofrecerán un auténtico espectáculo de floración. En cambio, si los plantas en solitario pueden pasar inadvertidas por su pequeño tamaño. Otra opción es cultivarla junto a otros bulbos, de manera que su colorido revitalice cualquier rincón de tu jardín. 

Asimismo, puedes plantarlas en el césped para que lo decore. Si vas a plantar muchos, una buena idea es plantarlos a 'voleo', es decir, de forma aleatoria en el césped y plantarlos ahí donde caigan, lo cual generará mayor sensación de naturalidad.

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Cómo conservar los bulbos de una temporada a otra

Una de las dudas más frecuentes en cuanto a los bulbos es cómo conservarlos de una temporada a otra para que sigan ofreciendo sus bellas flores. En el caso de los crocus, cuando las flores se hayan secado y las hojas estén amarillentas, retira los bulbos de la maceta con cuidado y guárdalos en un lugar fresco, seco y oscuro hasta su plantación en la siguiente temporada. 

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