¿Quieres introducir en tu decoración una nota sofisticada pero discreta? El terciopelo es un tejido que te da la oportunidad de hacerlo, en mayor o medida en función del mueble que escojas tapizar. Tradicionalmente ligado al lujo por su brillo y calidad, hoy se usa en ambientes más tradicionales o contemporáneos, en compañía de más detalles en terciopelo o como pieza destacada.
El terciopelo, un tejido de lujo
El terciopelo es un tipo de tela de pelo corto y denso que le confiere esa sensación de suavidad. El pelo se "mueve" y provoca diferentes tonalidades. Se puede realizar con cualquier fibra (lana, algodón, viscosa, poliéster…). Este sofá está tapizado con la tela Derby de Pepe Peñalver, un terciopelo disponible en 50 colores. Se puede emplear para tapicería, cortinas o decoración y lavar a 30º.
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Sofás en terciopelo
Decorar un espacio con un sofá tapizado en terciopelo está reservado para aquellos que quieren una marcada nota luxury, con un mueble de gran tamaño como es el sofá. Acaparará miradas. La opción es darle protagonismo al sofá con un único elemento en terciopelo y equilibrar con otros tejidos menos brillantes ni marcados (algodón y lino, por ejemplo) o crear un ambiente personal con otros detalles. Incorporar algún auxiliar como pufs o butacas en terciopelo -como esta de la propuesta de Caffe Latte- hará que la zona de estar adquiera un estilo exclusivo.
Decorar con terciopelo: liso o estampado
Decorar con terciopelo hoy es posible porque las colecciones de telas se fabrican en una amplia gama de colores y no solo en liso, sino también con estampado. El terciopelo aporta un tipo de elegancia adaptable a cualquier espacio, un detalle en el que intervienen también las tonalidades y los motivos que decoran la tela. Esta butaca está tapizada con terciopelo de la colección Momentum de Harlequin, de venta en Pepe Peñalver.
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Los acabados del terciopelo
Ya hemos visto que este tipo de tela está disponible en liso y en estampado. Cualquier mueble o detalle en terciopelo aporta una nota de distinción, como si añadiera luz al espacio. Luz por su brillo, aunque se incorpore la tela en colores más intensos. En cuanto a la confección, el terciopelo admite todo tipo de formas y remates como tachuelas, bordados, costuras, piezas de pasamanería, capitoné… Este puf circular rematado en capitoné decora el centro de este vestidor, proyectado por Kinze Estudio.
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La confección en terciopelo
No solo el capitoné aporta textura a un acabado de una pieza tapizada en terciopelo. Puedes escoger confecciones que con las costuras creen franjas verticales, como este diseño escogido por Kinze Estudio. Las costuras dan relieve y ayudan a crear diferentes efectos y matices que también pueden ser usados ópticamente para lograr efectos como ampliar una pared o alargarla.
Las ventajas de decorar con terciopelo
Si bien el terciopelo tuvo un inicio vinculado a la nobleza y alta sociedad, en el siglo XX cayó en desuso y se tildó incluso de hortera. Desde hace unas temporadas el terciopelo se ha reinventado y es un arma decorativa para elevar el nivel de un espacio. Esa es una de sus ventajas principales. El terciopelo es versátil y confortable. Combina bien con otros textiles y así da la posibilidad de disfrutarlo sin necesariamente hacer que destaque. Se considera que el terciopelo se revaloriza con el tiempo, que envejece bien, con un agradable aire vintage. En este dormitorio el cabecero y la banqueta al pie de la cama se tapizan en terciopelo Nara, de Lizzo (de venta en Pepe Peñalver).
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Los inconvenientes del terciopelo
Es una tela especial y, por tanto, requiere unos cuidados concretos. Ten en cuenta que al tener pelo denso acumula fácilmente polvo. Por lo que no es una tela adecuada en una vivienda con personas alérgicas a este. Su limpieza es específica si cae una mancha, sobre todo, minuciosa, ya que se puede deteriorar y perder el brillo. ¿Qué puedes hacer? Recurrir a terciopelos con tratamiento antimanchas, que te ayudarán a estar más tranquilo si usas el tejido para tapizar sofás, butacas o sillas de comedor (como estas que completan la decoración de este comedor de Caffe Latte). Además, aunque el terciopelo no es barato, no tiene los precios de sus orígenes. Y siempre puedes incorporar a la decoración cojines de terciopelo, complementos de menor tamaño, pero que tiene mucha expresividad.
Tipos de terciopelos
Los terciopelos varían en función de las fibras que se utilicen en su confección. Y estas también harán que un terciopelo sea más adecuado para decorar una silla en un comedor o un reposapiés. El más elitista es el terciopelo de seda, quizá el más costoso de producir (y con una caída inigualable). Uno de los más resistentes es el terciopelo fabricado con algodón (se puede mezclar con fibras sintéticas). El terciopelo de Lyon es algodón 100% de gran calidad y resistencia. Las fibras sintéticas dan como resultado terciopelos más económicos que imitan el acabado. Si quieres un brillo extremo sin recurrir a la seda, escoge una fibra sintética como el rayón. Este rincón de estar cuenta con varios muebles tapizados en terciopelo en colores vibrantes. Es una propuesta del estudio SAOTA.
Combinar terciopelo y otros materiales
El terciopelo encaja con todo. Con dorado y cristal se acerca más al lujo del que hablamos. El mármol provoca lo mismo pero combinado con madera y con metal en negro, se actualiza y acerca a los estilos más contemporáneos. Puede evocar un estilo boho cuidado con otros textiles de pelo largo y lana, por ejemplo. Y elevar un rústico actualizado. Es tan versátil que no hay material que se le resista. Solo debes pensar que tiene mucha fuerza y que según esas combinaciones lograrás que el espacio se sienta más afín a una tendencia decorativa u otra. Esta butaca de línea bold en terciopelo lila con pie dorado destaca en un ambiente de lectura decorado por Reena Sotropa In House Design Group.
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Cortinas de terciopelo
Otra idea para decorar con terciopelo es incorporarlo en las cortinas. Aquí has de tener en cuenta que lo ideal es que sean caídas a los lados de un visillo central más ligero. El terciopelo es una tela pesada que oscurece bastante porque al ser densa no deja pasar la luz. Así que puedes usarlo para oscurecer una estancia que no cuenta con persianas en las ventanas ni contraventanas. Proyecto de UD' Estudi.
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Un cabecero extra alto en capitoné
Una combinación que no falla es la de decorar el dormitorio con un cabecero tapizado en terciopelo y dar continuidad con algún cojín decorativo en la cama en el mismo material. Es la opción por la que ha optado aquí la interiorista Eva Mesa, de Tinda's Project (con estilismo de Mar Gausachs). Concretamente el cabecero aquí cobra mayor protagonismo al tratarse de una pieza extra alta -casi alcanza el techo- y con un acabado clásico en capitoné.