Si tienes una chimenea, tienes un tesoro. Además de pagar mucho menos de calefacción, con el consiguiente ahorro en la factura, podrás deleitarte durante parte del otoño y todo el invierno de la belleza de las llamas y el calor que emiten. Asimismo, crean la atmósfera perfecta para disfrutar de un chocolate caliente en familia o tranquilamente en el sofá de forma segura. Pero, al igual que otros elementos de tu casa, también necesitan de una limpieza y mantenimiento periódico, que será diferente según el tipo de chimenea que sea. Te explicamos cómo limpiar la chimenea para alargar su vida útil y que puedas disfrutar de ella durante más tiempo.
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Cuándo limpiar la chimenea
No todas las chimeneas necesitan el mismo mantenimiento. Sin duda, las tradicionales de leña son las que más trabajo conllevan, pero también las que más calor emiten y las más acogedoras. Ahora, es aconsejable realizar un mantenimiento periódico para que funcione correctamente. De hecho, lo aconsejable es limpiar las cenizas después de cada uso. También deberás hacer una limpieza más intensiva una vez al año, cuando termine la temporada.
Si tu chimenea es de ladrillos refractarios, podrás hacerlo tú mismo con un cepillo de púas. Estos cepillos cuentan con una varilla o guía extensible y flexible que te permitirá meterlo dentro del tubo para limpiarlo en profundidad. Otra opción es contratar a un deshollinador profesional, que lo hará rápidamente y con seguridad.
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Cómo limpiar una chimenea o estufa de leña para el uso diario
Las estufas de leña son cada vez más habituales, ya que su instalación es más sencilla y no implica tanta obra como una chimenea con ladrillos refractarios. Se caracterizan por contar con un tubo de salida de humos que suele quedar a la vista.
Sea cual sea el tipo que tengas en casa, para que funcionen de manera óptima, tendrás que llevar a cabo una limpieza más frecuente (además de la obligatoria limpieza anual), que es similar en ambos tipos de chimenea.
Un consejo: limpia el hogar de la chimenea después de cada uso, ya que puede provocar un peor rendimiento y que después su limpieza de más tediosa.
Paso 1. Comienza aspirando todas las cenizas que quedan en la base de la chimenea. Puedes utilizar un cepillo y un recogedor o un aspirador de cenizas, mucho más efectivo.
Paso 2. Después, con un limpiador específico y un paño, limpia el cristal. También puedes utilizar unos papeles de periódico para desprender del hollín.
Cómo limpiar una chimenea de ladrillos refractarios en profundidad
Para realizar una limpieza profunda de la chimenea, empieza por proteger tu casa para evitar que se manche todo. Puedes colocar plásticos o cartones en las zonas próximas de la chimenea. Asimismo, es recomendable que te protejas con unas gafas de trabajo, una mascarilla y guantes. Y un consejo, asegúrate de que antes de empezar la chimenea está fría. Te explicamos cómo limpiar la chimenea paso a paso:
Paso 1. Lo primero es empezar por el tubo, para lo cual tendrás que introducirlo en su interior y raspar bien para que el hollín se desprenda. No te preocupes porque los ladrillos refractarios de la chimenea no se dañarán.
Paso 2. Después pasa el cepillo por las paredes y la base de la chimenea, donde se produce la combustión.
Paso 3. Recoge el hollín con un aspirador de cenizas (no uses el de limpiar o, con el tiempo, se estropeará) o con un cepillo y un recogedor.
Paso 4. Si tu chimenea tiene puerta de cristal, usa un limpiador específico. Otra opción es emplear unas hojas de periódico arrugadas para desprender los restos de hollín.
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Cómo limpiar una chimenea de leña con productos químicos
Para limpiar una chimenea de manera sencilla, puedes utilizar un leño deshollinador o bolsas de deshollinador, que hará el trabajo por ti. Este tipo de limpieza es de mantenimiento, pero te ayudará a mejorar su funcionamiento.
Dependiendo del uso que le des a tu chimenea o estufa, tendrás que utilizar una cantidad u otra. Para usos ocasionales, emplea un leño cuando termine la temporada de frío. Pero si la usas con frecuencia, tendrás que hacer uso de tres bolsas para la limpieza semanal y un leño de 3 a 5 veces al año.
Paso 1. Enciende el fuego y déjalo arder durante media hora para que el tubo esté bien caliente.
Paso 2. Añade en el hogar el lelo deshollinador o la bolsa de deshollinador y déjalos arder.
Paso 3. Cuando las cenizas estén frías, límpialas
Consejos para que tu chimenea dure limpia durante más tiempo
Hay varias cosas que puedes hacer para que tu chimenea genere menos residuos. Obviamente, dependiendo del tipo de chimenea que tengas tendrás que utilizar unos u otros combustibles (por ejemplo, si tu chimenea es de pellets, tendrás que utilizar pellets).
Pero también tienes que tener especial cuidado en las chimeneas de leña en las que parece que se puede echar de todo. Así, no es aconsejable que utilices papel, así como maderas húmedas que generan menor energía calorífica y sus residuos se solidificarán cuando se enfríen las cenizas. Lo más adecuado es emplear maderas duras y poco resinosas, como la de encina o roble. Las blandas, como la de pino, generan muchos residuos que se depositan en el tubo de evacuación generando creosota, pudiendo llegar a obstruir el tiro. Tampoco quemes maderas pintadas, barnizadas o de restos de muebles.
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Cómo limpiar una chimenea de gas
La gran ventaja de las chimeneas de gas es que casi no necesitan un mantenimiento diario más allá de limpiar el vidrio, lo que alargará su vida útil y te dejará ver cualquier problema que el aparato pueda tener. Ahora, sí que es aconsejable cuando termina o empieza la temporada, realizar una limpieza más profunda.
Paso 1. Para limpiar una chimenea de gas, comienza apagando la válvula de gas y espera a que el gas salga por completo. Hazlo con ventilación para evitar disgustos. Si tiene conexión eléctrica, desenchufa la chimenea y espera a que esta esté fría.
Paso 2. Si tu chimenea de gas tiene leños artificiales o piedras volcánicas, sácalos para limpiarlos individualmente con un cepillo o un paño húmedo. Para el interior, utiliza un aspirador y elimina todos los residuos que puedas encontrar.
Paso 3. Tanto para el vidrio como para interior de la chimenea y sus bordes, utiliza también un paño húmedo, evitando siempre el uso de productos químicos que podrían provocar una reacción peligrosa con el gas.
Paso 4. Finalmente, limpia la chimenea por fuera, espera a que esté seca, enchúfala y vuelve a conectar el gas.
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Como limpiar una chimenea eléctrica
Las chimeneas eléctricas son las que más adeptos han ganado en los últimos años, ya que ofrecen la belleza del fuego sin su tedioso mantenimiento. Para limpiarla solo necesitas agua tibia, jabón, limpiacristales y unos paños. Así se limpia una chimenea eléctrica paso a paso:
Paso 1. Desenchufa la chimenea eléctrica y procede a desmontar las partes que puedas con mucho cuidado.
Paso 2. Con un paño, limpia el interior eliminando el polvo o cualquier otra suciedad.
Paso 3. Utiliza un paño húmedo para limpiar el exterior y después seca.
Paso 4. Cuando esté seca del todo, vuelve a enchufarla para disfrutar de su confort.
Cómo limpiar una chimenea de bioetanol
Las chimeneas de bioetanol son de las más sencillas de limpiar, ya que, al no contar con conducto de evacuación de humos, no se produce hollín. Además, el bioetanol genera muy pocos residuos, de manera limpiar estas chimeneas es fácil y rápido. Antes de empezar, asegúrate de que está fría.
Paso 1. Si es posible, desmonta el quemador y límpialo con un paño húmedo y un poco de jabón suave. Después, quita los restos de humedad con un trapo seco.
Paso 2. Limpia el interior de tu chimenea de etanol con un paño húmedo. Si el aparato cuenta con piezas de acero inoxidable, puedes utilizar un limpiador específico para limpiarlas.
Paso 3. Limpia el cristal con un limpiacristales y, después, sécalo.
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