Descubre cómo la decoración ‘cottagecore’ convierte tu casa en el refugio ideal

El estilo ‘cottagecore’ llegó durante el confinamiento como un soplo de aire fresco y campestre y se ha quedado en nuestras casas después (solo tienes que mirar Instagram) brindando interiores en calma donde siempre apetece estar, incluso cuando puedes salir libremente a la calle. Si todavía no te has rendido a sus encantos o no sabes cómo incorporarlo a tu casa sin caer irremediablemente en el estilo rústico, estas ideas de decoración te dicen cómo incluirlo y adaptarlo a una vivienda urbana, para que encaje en la gran ciudad sin perder su esencia original.

De dónde viene y a dónde va

Resulta fácil ver el atractivo del ‘cottagecore’. Es romántico, femenino, sentimental y, lo más importante, nos recuerda tiempos más sencillos. Aunque se empezó a hablar del estilo ‘cottage’ en 2018, a raíz del coronavirus y el confinamiento creció como un deseo de escapar del ritmo asfixiante de las grandes ciudades para acercarse a una forma de vida más simple como la que ofrece el campo. De hecho, el término’ 'cottagecore’ se refiere a las casas y chalets de la campiña inglesa conocidos como 'cottage’, mientras que ‘core’ se podría traducir como esencia. Además, este movimiento campestre tuvo su reflejo no solo en la decoración de interiores, sino también en la moda con vestidos bucólicos con estampados florales e influencers, como Alexandra Tolstoy, convertidas en auténticas (y estilosas) granjeras. Hoy, superada esa primera ola de vida pastoral, se ha quedado como una filosofía de vida que conecta muy bien con el interiorismo auténtico, ecológico y sostenible, donde no pueden faltar las cestas de mimbre, los azulejos y los estampados.

Raíces rústicas

Aunque se basa en una decoración rústica, no sigue los mismos preceptos estilísticos, ya que el estilo ‘cottagecore’ hace honor, sobre todo, a una forma de vida sencilla y tranquila, en la que es fácil imaginar un ambiente romántico donde holgazanear en el jardín a la sombra de un árbol para leer un libro, mientras disfrutas de un té ('of course') o incluso cocinas recetas familiares. Se trata más que de un estilo decorativo como tal, una filosofía que invita a volver a lo básico aprovechando las cosas sencillas y la naturaleza.

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Colores suaves

Piensa que el ‘cottage’ se deriva de una tendencia estética mucho más amplia inspirada en una versión romántica de la vida agraria, regida por las comodidades sencillas y una vida lenta. Por ello, necesitas crear una atmósfera en calma, aparcar los colores chillones y energizantes, y recurrir a tonos suaves, crudos y orgánicos que permitan respirar un aire rural, aunque vivamos en una casa urbana. No se trata solo del blanco y sus variantes (desde el crema hasta el vainilla), sino que también entran en juego azules y verdes en sus tonalidades menos intensas, incluso pasteles.

Textiles naturales y orgánicos

Los tejidos de algodón y lino son otra forma de aportar frescura a tu interior. Estos textiles brindan un toque auténtico y simple que equilibra el espíritu y armoniza el resto de la decoración de una casa de campo en la ciudad. Elige estas telas para edredones, manteles, caminos de mesa y cortinas. presta atención al lino que ha resurgido con fuerza y que ocupa un sitio de honor en estancias de aire campestre. Junto a ellos, evidentemente no pueden faltar los materiales naturales, como la madera, las fibras vegetales, el vidrio o el hierro, preferiblemente combinados y creando efectos de contraste.

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Estampados y tejidos de punto

Los textiles juegan un papel fundamental en este estilo. Las mantas de punto, los cojines y las cortinas, así como los edredones, son buenas opciones. Y, aunque parezca la casa de tu abuela, piensa que ellas vuelven a estar de moda. ‘Cottagecore’ toma estos temas y tejidos antiguos y les da nueva vida. No son anticuados, son nostálgicos.

Una buena manera de hacer que funcionen, es mezclar estampados y colores como te haga sentir mejor, ya que uno de los principios de esta decoración es lograr que tus espacios sean únicos, y la mezcla ecléctica de patrones es una excelente manera de lograrlo. Así, no dudes en combinar estampados florales, ‘paisley’, cuadros vichy, rayas o lunares que te ayuden a crear una decoración con aire de campiña inglesa.

Abundante luz natural

Los espacios de este estilo decorativo necesitan la luz natural para lucir todo su encanto original, que en una habitación oscura perdería su carisma y belleza. Para ello, busca siempre el sol, da protagonismo a los grandes ventanales, no pongas cortapisas en su camino e incluye materiales y colores que potencien la luminosidad, la reflejen y la proporcionen a todos los rincones.

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Pasión por los azulejos

Para lograr ese aspecto de casa de campo, nada mejor que revestir las paredes, o al menos alguna de ellas, como el antepecho de la cocina, de azulejos de aspecto ‘vintage’. Evidentemente mejor en formato pequeño y aire rústico. En el suelo puedes escoger baldosas de mayor tamaño, pero siempre con cierto estilo de casa de campo que aporten un 'look' cálido al ambiente y permitan que el resto de complementos decorativos brillen.

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Piezas y accesorios ‘vintage’

El estilo ‘cottagecore’ tiene un amor incondicional por las baratijas y las piezas antiguas que puedes encontrar en mercadillos, ferias de antigüedades o en la casa de tu abuela. Olvídate del estilo minimalista y usa tu olfato ‘deco’ para hacerte con esos hallazgos especiales, que aportarán un plus a los espacios. Desde muebles hasta complementos como platos, pinturas, figuritas, espejos dorados y, por supuesto, utensilios de cocina de cobre. Los estampados botánicos también son buenos aliados de este estilo. Para que todo resulte auténtico, no olvides incorporar a tu librería ediciones antiguas de tus libros favoritos y mezclar estampados, colores o piezas, como las sillas de comedor.

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Plantas y flores

Si hay algo que no puede faltar en una decoración campestre como esta son las plantas y las flores. Por eso, tanto si tienes terraza o jardín como si no, colócalas sobre los muebles, en el suelo, el alfeizar de la ventana o tu rincón preferido. Eso sí, ponlas en recipientes especiales como un macetero de colores, una jarra ‘vintage’, una regadera de zinc, una jaula vieja o una tetera vieja. No dudes en utilizar el arte y la luz para resaltarlas. También son una buena opción las flores secas, en forma de ramos o coronas dan el toque romántico y bucólico que necesitan tus espacios.