Si tu hijo hace ya tiempo que dejó de ser un niño para entrar en la apasionante etapa de la adolescencia, puede que haya llegado el momento de actualizar su habitación. Seguramente sus preferencias hayan cambiado y no le haga demasiada ilusión dormir rodeado de muñecos infantiles.
El estilo industrial se pone a tu servicio para ayudarte a decorar las habitaciones juveniles. Estas son las claves que lograrán un espacio fresco y desenfadado, perfecto para los jóvenes.
¿Qué debes pedirle a una habitación juvenil?
Antes de acometer la reforma del dormitorio de tu hijo adolescente, conviene determinar cuáles son los elementos que no deben faltar en él. Qué cosas debemos tener en cuenta en la nueva habitación.
Para empezar, debe ser un espacio funcional en el que tu hijo pueda desarrollar las actividades que tiene que desempeñar a diario: estudiar, dormir, escuchar música, descansar, etc.
Además de la cama, debe incluir un espacio de estudio con un escritorio y una zona de estanterías. También es fundamental que cuente con soluciones de almacenaje: un armario, cajoneras, etc.
Un consejo: cuenta con la opinión del joven para establecer la distribución de los diferentes elementos de la habitación. Si le gusta el deporte, puede que quiera tener un pequeño rincón de gimnasio. O puede que le guste tocar algún instrumento y necesite una zona para hacerlo.
Los mejores colores para dormitorios de estilo industrial
Uno de los aspectos que más le interesarán tu hijo será el cambio de los colores de su dormitorio. Seguramente querrá dejar atrás los tonos pastel tan infantiles y adoptar otra paleta de tonalidades. Los esquemas cromáticos propios del estilo industrial le parecerán una gran opción, por adultos, maduros y con carácter.
Además, no tienen por qué ser oscuros y tenebrosos. Puedes crear, por ejemplo, una combinación con un tono neutro claro y luminoso, como el blanco, el beige o el gris perla, y otro tono más oscuro y personal: el azul profundo o el verde oscuro pueden ser buenas opciones.
Para los muebles y complementos no puede faltar el negro, y también puedes incorporar algunos toques de color más intenso en amarillo, rojo o naranja.
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Superficies en bruto y a la vista
Una de las claves que definen el estilo industrial es la forma en que deja a la vista los elementos constructivos, con los materiales en bruto: ladrillo, piedra, paredes de hormigón o de cemento, o estructuras metálicas como vigas o columnas.
Esta forma de tratar los materiales se refleja también en los muebles y otros complementos decorativos. Las piezas de madera en bruto son una constante en ambientes de este estilo.
Un consejo: si tu paredes no son de ladrillo ni de piedra, siempre puedes emplear un papel pintado que imite este tipo de superficies. Hay modelos que resultan muy realistas.
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Madera y hierro, la combinación perfecta
Es el tándem ganador en ambientes de estilo industrial. Dos materiales que lo dicen todo, especialmente a través de su apariencia y su acabado. No se trata únicamente de madera y hierro, sino de madera sin tratar, en bruto, y de hierro en su versión más industrial, en color negro y con matices irregulares y de óxido.
Tiradores metálicos o de cuero, tuberías pintadas en negro como soportes para estantes y otros complementos que refuercen el estilo industrial.
Este tipo de muebles combinan muy bien con las superficies de pizarra, por ejemplo. Puedes incorporar este acabado en una parte de la pared o en las puertas del armario. Solo tienes que comprar pintura de pizarra y aplicar dos capas en alguna de estas superficies. Así tu hijo tendrá un espacio en el que anotar cosas importantes, repasar los ejercicios de matemáticas o escribir aquello que debe recordar.
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El espacio en torno a la cama
A la hora de planificar el diseño de la habitación, tendrás que dividir el espacio en diferentes zonas de uso: el área de descanso con la cama, la zona de estudio con el escritorio y las estanterías, el armario y otros elementos de almacenaje, etc.
Una de las claves, válida para todas estas zonas de la habitación, es la de aprovechar al máximo los metros disponibles, y no solo en el suelo sino también en la parte alta de la pared. Planifica la zona de la cama con muebles para guardar suspendidos en la parte superior, por ejemplo.
Si no hay espacio para colocar una mesilla, puedes instalar una balda en la pared, o fijar un aplique a modo de lámpara de noche. Todos estos elementos conservan la estética industrial que impera en el dormitorio. Muebles con estructura de hierro y piezas de madera con acabado en bruto, lámparas metálicas negras, etc.
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La zona de estudio
Será una de las zonas que más tendrás que cuidar, ya que probablemente tu hijo pasará mucho tiempo allí, sentado a su mesa de estudio. Debe ser un espacio cómodo y funcional, con soluciones de almacenaje para guardar libros, cuadernos, material escolar, etc.
Estanterías para libros, cajoneras para los objetos pequeños o baldas en las que colocar cajas. Busca opciones prácticas que liberen sitio en el escritorio, así como una silla cómoda, a poder ser ergonómica.
El estilo de los muebles de este espacio ha de estar en consonancia con los del resto del dormitorio, tanto en lo que a los materiales se refiere, como en el estilo, el color y el acabado.
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Los textiles, un capítulo importante
Desde la ropa de cama a las alfombras o las cortinas, los textiles son elementos decisivos en cualquier dormitorio. En las habitaciones juveniles se requieren tejidos capaces de aumentar el confort, que sean agradables y que decoren al mismo tiempo.
Edredones o colchas en los colores elegidos para la decoración, con acentos de color en tonos más vibrantes como amarillo, rojo o naranja para cojines y plaids.
En lugar de instalar cortinas, apuesta por los estores de colores neutros, más prácticos en espacios juveniles.
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La magia de los detalles
Un mueble de hierro pintado al estilo de las taquillas industriales, un adorno de pared de neón, viejos carteles metálicos o láminas enmarcadas. Existe un sinfín de formas diferentes y muy efectivas de acentuar los matices industriales en la decoración del dormitorio.
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La importancia de la iluminación
Para iluminar correctamente la habitación juvenil necesitarás varios puntos de luz. Una iluminación general, otra luz en la zona de la cama y una lámpara de mesa en el escritorio.
Elige modelos característicos del estilo industrial, como lámparas de metal con aire retro o focos que parezcan sacados de un estudio de fotografía. Para el escritorio apuesta por un flexo de estilo retro, en hierro pintado de negro.
Otra idea es dejar las bombillas desnudas, eligiendo modelos decorativos de estilo antiguo, con los filamentos a la vista.