Nini Andrade Silva, decoradora, pintora, diseñadora de muebles, joyas, moda…, es, en su persona, el ejemplo de cómo, si tienes un cierto talento innato y tu familia te apoya, puedes llegar muy muy lejos.
Vengas de donde vengas. Y ella viene de una pequeña isla portuguesa que se llama Madeira, de su capital, Funchal, en donde también nació Cristiano Ronaldo, pero… esa es otra historia.
“Vivo en una casa sencilla, que curiosamente obtuvo mi primer premio importante de diseño, hace veinticinco años. Frente a mí, el mar infinito”
“Creo que he llegado hasta aquí porque en mi casa siempre me animaron. Yo era casi un bebé, hacía un dibujito cualquiera y mi abuelita me decía : ‘Te está quedando muy lindo, Nini’, y yo me lo creía. Mi tío Antonio, que era crítico de arte y viajaba mucho, cuando volvía a la isla me traía libros para que aprendiera y afirmaba: ‘Nini, tú vas a ser una gran artista’. Y yo me lo creía. También mis padres, que, además de profesores eran artistas, me apoyaban. Señalando una de las paredes de mi habitación, mi mamá dijo un día : ‘Ahí puedes hacer lo que quieras’. Yo pintaba en ella y por la noche, desde mi cama, observaba los resultados”.
Sus padres eran profesores; él, de Matemáticas, además de músico y cantor de fados, en un colegio muy especial, con jardines y solo 40 niños. La familia vivía en una gran casa. Son tres hermanos: Luisa, la intelectual que aprendió a leer a los cinco años y pertenece al equipo de Nini, y su hermano Ricardo, el matemático que hoy dirige la fundación Associaçao Garota do Calhau o Asociación de la Chica de las Piedras.
“Viajo constantemente, pero no puedo estar mucho tiempo fuera porque necesito volver a este paisaje, a este Funchal sin el que no puedo vivir, porque es un lugar de luz y de paz”
“En Funchal, en el siglo pasado, los niños pobres pasaban los días en la playa esperando a que llegaran los transatlánticos. Cuando lo hacían, se acercaban a ellos en las lanchas de los pescadores a recoger las monedas que les lanzaban los turistas A veces, incluso, cubiertos del comedor (entonces de plata). La playa de la ciudad no tiene arena, sino unas piedras redondas y ovaladas, por eso les llamaban garotos do calhau (niños de las piedras). Yo los veía libres y de decía a mi madre: ‘Quiero ser una niña de las piedras’. Ella contestaba. ‘No. Tú tienes que estudiar’”.
“Creo que he llegado hasta aquí porque en mi casa siempre me animaron. Mi abuelita, mi tío… me decían: ‘Nini, vas a ser una gran artista’. Y yo me lo creí”
Y Nini estudió, pero sobre todo viajó. A los catorce años, gracias a unos amigos de sus padres cuyos hijos iban a su colegio, visitó Nueva York. A los diecisiete, se fue sola a Lisboa a estudiar Arquitectura. Luego, a Londres. Regresó como profesora en la universidad pero no duró mucho y de nuevo volvió a viajar y le empezaron a salir proyectos por todo el mundo.
“Aprendí de grandes decoradores como Andrew Martin y, durante unos años, me asocié a Miguel Saraiva, un arquitecto portugués extraordinario con oficinas en todo el mundo. Pero muy pronto, comprendí que si quería tener un estilo característico, tenía, además, que diseñar mis muebles. Durante años me los fabricaban en Kuala Lumpur (Malasia), en Manila, y otros lugares, pero, desde hace un tiempo, se hacen en Portugal, donde tenemos grandes artesanos”.
Su fundación Associaçao Garota do Calhau (Asociación Chica de las Piedras) ayuda a personas sin techo. El nombre viene de los niños sin hogar que en el siglo pasado acudían a la playa (de piedras) para que los turistas de los trasatlánticos les tiraran monedas
De Portugal, al mundo. La lista de premios que ha conseguido por sus diseños es impresionante. Alguno de sus muebles, como su Duma Sofa fue galardonado en 2011 como el mejor diseño del mundo por International Design & Architecture Awards. Además, constantemente, sus hoteles reciben galardones por su belleza.
“Diría que tengo un estilo ‘muy mío’. Podríamos llamarlo minimalismo con alma. O, como dijo un día Yann Popper, un chiquillo suizo de siete años, hijo de unos amigos: ‘Nini, tú eres Ninimalista’”.
“Diría que tengo un estilo ‘muy mío’. Podríamos llamarlo minimalismo con alma. O, como dijo un día el hijo de siete años de unos amigos: ‘Nini, tú eres Ninimalista’”
Hace ocho años
Parece que ahora se está hablando de crear una asignatura en la universidad para aprender su estilo y está en sus planes abrir su propio centro de enseñanza para difundir su conocimiento. De momento, está ocupada con sus más de una docena de hoteles, varias residencias particulares y su propio designer museo.
“Un día, hace unos ocho años, mi sobrino Guilherme me llamó con la noticia de que el gobierno sacaba a subasta el molhe. Se trata de la antigua residencia de Joäo Gonçalves Zarco, el conquistador del archipiélago de Madeira allá por 1420. Originariamente, era una pequeña isla, hoy unida al puerto de Funchal. Fue, en su día, un fuerte y con el tiempo quedó deshabitado y bastante deteriorado. Al principio dije: ‘No, no, demasiado grande’, pero él me animó: ‘¡Tía, si tú todo lo haces a lo grande!’. Me convenció y, después de más de un año de restauración, hoy es el Design Centre Nini Andrade Silva”.
Winston Churchill fue un enamorado de la isla, a la que acudía con frecuencia. Le gustaba pintar y sus pinturas de esta época están hoy muy cotizadas
Aquel antiguo lugar donde, según cuenta la leyenda, el navegante se refugió porque le habían dicho que, en la isla más grande, donde está Funchal “había monstruos” es hoy un laboratorio de ideas, un museo privado donde se exponen algunos de los muebles diseñados por Nini, sus premios y muchas cosas más.
De sus ventanas puede verse la playa de la ciudad y sus piedras, pero ya no hay niños pidiendo. De eso se ocupa Nini y su fundación Associaçao Garota do Calhau desde diez años y de la que su hermano Ricardo es presidente y encargado de la gestión y del día a día. También por su importancia y envergadura —al menos, 80 personas trabajan en ella—, recibe ayuda gubernamental.
“Mi cerebro está siempre en ebullición, incluso cuando duermo. Junto a mi cama tengo un lápiz y unas grandes hojas de papel; si una idea me despierta en medio de la noche, ¡inmediatamente la dibujo!”
“Tenemos cinco centros comunitarios y dos centros de día para personas con demencia. En total, atienden a unos doscientos cincuenta cada día. También damos ayuda alimentaria a 1100 personas todos los días, que para Madeira es muchísimo. Hoy en día nos ocupamos de los que nos necesitan…, de niños a ancianos, sin distinción. Por mi trabajo y mis constantes viajes yo actualmente soy la embajadora. Todos los beneficios económicos que recibo de charlas o presentaciones los dedico a la asociación. Mi ideal sería que un día, espero no muy lejano, pueda dedicarme tan solo a ella”.
Nini ha hecho de aquella “muchacha de las piedras” que quería ser de niña un emblema que la define. Esas piedras están en toda su obra. Pequeñas. Grandes. Inmensas. Pasaron de significar algo triste al universo alegre e imaginativo de la diseñadora.
“Mi cerebro está siempre en ebullición. Incluso cuando duermo. Junto a mi cama tengo un lápiz y unas grandes hojas de papel. Una idea me despierta en mitad de la noche e inmediatamente la dibujo. Tengo ‘atemorizado’ a mi equipo, porque, cuando llego a la mañana siguiente a la oficina diciendo: ‘Anoche se me ocurrió que…’, ‘¡Oh, no! —exclaman—. Ahora va a cambiarlo todo’”.
Solo existen tres ‘chaise longue CR7’ en el mundo: una la tiene el propio Ronaldo; otra, un coleccionista, y la tercera viaja por el mundo recaudando fondos
Porque Nini no es de las que siguen las tendencias, sino que las crea. Por eso está tan considerada. Tiene, además, ciertos elementos que son constantes en su obra. Como línea recta. Esa que te lleva al infinito.
“Vivo en una casa simple, que curiosamente obtuvo mi primer premio importante de diseño, hace veinticinco años, el Andrew Martin Interior Design Award. Frente a mí, el mar infinito. Viajo constantemente, pero no puedo estar mucho tiempo fuera porque necesito volver a este paisaje, a este Funchal, sin el que no puedo vivir, porque es un lugar de luz y paz”.
Una reconocida carrera
En su larga trayectoria, Nini Andrade ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos:
- 2021: Cónsul Honorario de la República de Colombi
- 2011: Gran Oficial de Orden del Infante Don Enrique del Gobierno Portugués
- 2011: Embajadora Cultura de Guimarães Capital Europea de la Cultura 2012
- 2010: Premio a su Carrera del IADE (Art and Design Institute)