Estamos de lleno en los meses más fríos del invierno y es ahora cuando esas prendas, que dejamos un poco más escondidas cuando hicimos el cambio de armario, salen a luz y empiezan a tomar cualquier sitio de casa. Y ello sin contar otro inconveniente: que nunca encontramos nuestros guantes y la bufanda más abrigada cuando vamos a salir de casa. Mi consejo para esta categoría de ropa (guantes, bufandas grandes, bragas y gorros, que tanto ocupan y en realidad tan poco tiempo usamos) es tenerla guardada todo el año, pero lo suficientemente accesible para poderla sacar cuando lo necesitemos los dos meses más fríos del año, las dejaremos bien organizadas y marcadas para poderlas coger en cualquier momento.
¿Y una vez que las tengo a mano, qué hago con ellas?, tenemos varias posibilidades:
1. Revisa bien qué prendas tienes en los armarios
Es el momento de revisar algunos de los espacios que tenemos destinados a prendas que ahora, en pleno invierno, no usaremos de ninguna manera y cambiaremos las prendas. Por ejemplo, asegúrate de que no tienes a mano bolsos de verano que tanto ocupan, jerséis finos de entretiempo o gabardinas y abrigos finos, más propios de primavera y otoño; guárdalos o llévalos a armarios más escondidos y pon en su lugar lo que ahora estás dejando en un rincón o fuera de sitio en la habitación.
2. Las prendas más gruesas, en decorativas cestas de tamaño 'XL'
Si crees que no hay forma de que quepa en tu armario o, como a mí, te gustan los armarios que respiren y no estén tan apretados, tu aliado pueden ser unas grandes y bonitas cestas que puedes usar para poner este tipo de prendas gruesas bien dobladas y dejarlas a modo deco en la habitación; esta es una buena opción también para guardar las mantas. Esta misma cesta, en verano, le daremos otra función. Esta que veis es mi última adquisición, y es de Zara Home.
3. Cajas más pequeñas para los accesorios
Si tienes un armario en la entrada de casa, que uses para invitados o para dejar abrigos, es un buen sitio para dejar unas cestas más pequeñas o divisores de cajones donde tener siempre a mano la bufanda o los guantes cuando tú o los más pequeños vayáis a salir de casa. Esto ayuda mucho a evitar el estrés de buscar siempre los guantes cuando se va a salir de casa.
4. Una solución de quita y pon: un burro plegable en la entrada de casa
Cuando estás seguro de que tu situación es irremediable, que no te cabe la ropa de abrigo ni si quiera los abrigos más gordos en ningún sitio, puedes optar por poner en la entrada de casa, durante este tiempo de más frío un burro plegable, donde además de colgar los abrigos más gordos puedas poner debajo una cesta con el resto de prendas, los zapatos de lluvia o más de campo que no quieres mezclar con el resto. Cuando acabe la temporada solo tendrás que plegarlo y dejarlo donde menos moleste.
5. Y para los gorros y sombreros...
Una opción, si eres amante de sombreros y gorros, es usar un maniquí de cabeza. Si, además, lo tienes en el mueble de la entrada de casa, te aegurarás de tenerlo siempre a mano.