Si pensabas que un salón sin sofá es como un jardín con flores ¡estabas equivocada! Opciones como sillones, butacas, pufs, ‘chaises longues’ o bancos te brindan un asiento tan cómodo y resultón como el (hasta ahora) rey del salón. Además, es una alternativa perfecta para espacios de pocos metros, distribuciones difíciles donde integrar esta pieza puede dar más de un quebradero de cabeza o, incluso, presupuestos ajustados. ¿Sacrilegio decorativo? Nosotros preferimos hablar de atrevimiento y de una decoración de interiores original, que sigue sus propias normas. Estas 10 ideas de decoración te dan las pistas para reemplazarlo, demostrándote que se puede vivir igual de bien sin él.
1. Varios sillones juntos
Si no tienes problemas de metros y quieres una decoración moderna, esta es tu opción. Lo ideal es combinar sillones distintos de un mismo estilo decorativo, como en esta propuesta de Hem. Aquí, se mezclan con acierto dos XL, una butaca y dos pufs, que hacen las veces de mesa de centro. La idea de jugar con el color también es otro acierto decorativo, ya que aporta un plus de dinamismo al conjunto y potencia el lado más extravagante del ‘look’.
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2. Dos butacas
En un salón pequeño, una de las mejores alternativas al sofá es poner dos butacas, como en esta propuesta de Cuckooland, que mantengan el confort, pero no resten metros ni visuales ni espaciales. La distribución también es un acierto, ya que se han colocado frente al televisor y, para ocupar menos, la mesa de centro se ha situado a lo largo, en lugar de a lo ancho, lo que aporta mayor sensación de espacio y desahoga el estar. ¿El reposapiés? ¡Imprescindible!
3. Un sillón XL
Si vives sola o sois dos y tenéis espacio de sobra, un sillón XL, como este de Sofology, te hará la vida en el salón más fácil y confortable. Muy cómodo y mullido, es (casi) imposible que eches de menos al sofá, especialmente si cuentas también con un puf que permita una siesta o un maratón de series el fin de semana. Eso sí, esta opción siempre tiene que ir en consonancia con las dimensiones del espacio porque poner una pieza grande en una estancia mini es uno de esos errores decorativos de libro. Al igual que rodearlo de un exceso de muebles. Guarda las distancias y mantén el equilibrio.
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4. Una ‘daybed’
Para echarse una siesta en el salón como si fuera el mejor sofá del mundo. Y esta de BoConcept (extragrande y extramullida) realmente lo es. Esta pieza que amarás por encima del resto, es una mezcla entre un sofá, un sofá cama y una ‘chaise longue’. Por eso, es como tener un tres en uno y una cama extra para invitados, especialmente si es tan grande como esta. Para una persona las puedes encontrar con un un largo de 110 cm, mientras que para dos puede llegar a los 230 (como si fuera un sofá).
5. Butacas bajas
Organizar una zona de estar en un estudio o un piso pequeño no siempre es fácil. Para ahorrar metros y aportar más fluidez al espacio, una buena idea es apostar por varias butacas bajas alrededor de la mesa de centro, como en este ambiente de Nest. De esta manera, se crea un lugar agradable y práctico para el día a día donde, además de ver la tele, puedes realizar las comidas de diario o improvisar un aperitivo con amigos.
6. Sillas de comedor
La configuración de nuestro salón en ocasiones nos impide tener una zona de estar y un comedor. En este caso concreto, tenderíamos a querer mantener el sofá a toda costa, en detrimento del comedor. Sin embargo, antes la vida social en casa se organizaba alrededor de la mesa de comedor. Por eso, una buena idea es darle una oportunidad. Eso sí, para que esta alternativa funcione, es preciso que cuente con un conjunto original y muy especial, como el que propone la interiorista Virginia Gasch, y optar por sillas ergonómicas, preferiblemente tapizadas y con brazos.
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7. Una ‘chaise longue’
¿Por qué no cambiar un sofá imponente por una pieza especial, cómoda y estéticamente impecable como una ‘chaise longue’? Puedes dejarla sola como la reina del salón o combinarla con butacas o sillones, en función de los metros del espacio, que no le hagan perder, sin embargo, el protagonismo. En esta propuesta de More se ha colocado enfrentada a los dos sillones, creando una agradable zona de estar junto a la chimenea.
8. Dos orejeros
Entre las soluciones para vivir sin sofá no podían faltar el típico sillón orejero. Esta pieza posee todo el encanto y la comodidad que necesita tu salón. Lo ideal es que coloques dos, uno puede quedar algo desangelado, y que elijas una tapicería que favorezca una atmósfera ‘cocooning’, como la que lucen estos de pelo de John Lewis & Partners. Si añades un reposapiés a juego, tendrás el conjunto perfecto para las tardes de invierno.
9. Un banco
Se han convertido en uno de los básicos de la decoración de interiores actual, además de ser una de las piezas de moda. Aunque antes estaban relegados al ‘office’ o el recibidor, ahora se pasean por el resto de la casa, desde el baño hasta el salón, sin complejos. Muy funcional, ofrece asientos extras sin restar metros, puede dar mucho juego en estancias pequeñas en las que un sofá tradicional sería demasiado voluminoso. No te olvides de vestirlo como se merece y cubrirlo de cojines y mantas, como en esta propuesta de &Tradition.
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10. Dos pufs
Si quieres una zona de estar con espíritu bohemio o desenfadada, los pufs te ayudarán a conseguirla. Además, estos sillones puf de Cuckooland resultan todavía más cómodos, ya que, aunque ocupan más que los tradicionales, resultan más ergonómicos porque permiten apoyar la espalda. Puedes ponerlos del mismo color o combinar dos tonos que contrasten.
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11. Un sillón de diseño
A veces, te mereces darte un capricho y gastar tu presupuesto en un asiento (casi) de exposición que resulte, al mismo tiempo, tan cómoda como un sofá, como el Eames Lounge Chair que edita Vitra. Una pieza icónica que hará que mires tu estar desde otro ángulo. Capaz de adaptarse a ti, ahora hay un modelo con 4 cm más de altura y 6 cm más de profundidad que el original. Una vez que lo pruebas no querrás levantarte nunca de él.