El recibidor de tu casa se merece plantas. Sí, sí, como lo oyes. Incluso aunque tenga poca luz o sea pequeño. Y es que hay muchas plantas de interior que son capaces de prosperar en condiciones lumínicas deficientes, pero que son vistosas y alegrarán ese rinconcito que, tal vez, tienes abandonado. Son las que llamamos plantas todoterreno, porque, además, suelen ser bastante resistentes y buenas opciones para jardineros principiantes. Te ofrecemos varias opciones para que tu recibidor, sea como sea, se convierta en todo un vergel.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
1. Cinta
Es una de las plantas perfectas para decorar el recibidor. Su porte es llamativo, no necesita mucha luz y tolera bien los rincones de sombra o semisombra. Colócala sobre la consola del recibidor, junto a un espejo que sume luz, y verás cómo tu recibidor cambia por completo y se convierte en un espacio mucho más acogedor. La cinta es conocida también como malamadre, lazo de amor o araña. Se caracteriza por sus hojas lineales y lanceladas, con varias tonalidades de verde, dependiendo de la especie.
Cómo se cuida
Las cintas son amantes de la humedad, aunque toleran bien las épocas de sequía. Así, lo ideal es espaciar sus riegos a una vez cada diez días en invierno y aumentarlos en verano. Ten en cuenta que si están en una ubicación con poca luz, puedes pecar de exceso de agua, ya que esta no se evaporará con tanta rapidez. Por eso, comprueba siempre el sustrato antes de volver a regarla. Pulverízala de vez en cuando y verás cómo lo agradece.
En cuanto a la luz, evita siempre el sol directo. De hecho, es perfecta para recibidores con poca luz, puesto que tolera bien ubicaciones de sombra o semisombra.
Leer: Plantas colgantes: cuáles son las más decorativas y cómo tienes que cuidarlas
2. Poto
Si no tienes mano para las plantas, el poto es la mejor opción para empezar y sentirte satisfecho. Y es que cuidarla es muy fácil y ofrece una imagen frondosa y vivaz en cualquier espacio. Esta planta colgante, que puedes colocar para que vaya trepando por la pared o los muebles, es una opción ideal para recibidores con poca luz. Otra de sus principales características es que purifica el aire.
Cómo se cuida
Los cuidados del poto son muy sencillos. El riego es el factor principal para que esta planta de interior prospere, y es que lo ideal es que esperes entre riegos a que el sustrato esté completamente seco. Y es que un exceso puede provocar el pudrimiento de las raíces y, por tanto, que la planta perezca. En cuanto a la luz, no tolera la luz directa. Por eso es perfecta para el recibidor, donde recibirá una luz tamizada que no queme sus hojas.
Leer: Las plantas trepadoras que mejor se adaptan a las estancias de tu casa
3. Dieffenbachia
La dieffenbachia es una planta tropical que se adapta genial a situaciones de poca luz. Por eso es perfecta para decorar tu recibidor con ella. Es muy valorada por la belleza de sus hojas, de forma ovalada o lanceolada y con diversas tonalidades de amarillo en el centro y verde en los laterales que aportan un altísimo valor decorativo. Ahora, si tienes mascotas, ten en cuenta que es una planta tóxica que puede provocar afonía, inflamación, ardor y otras molestias digestivas.
Cómo se cuida
La dieffenbachia es una planta de interior que tolera ubicaciones de sombra y semisombra (aunque si recibe una luz tamizada, su verdor será mayor). En cuanto al riego, necesita un sustrato húmedo, pero sin provocar encharcamientos, lo que causaría daños en las raíces. Es aconsejable evitar el uso de agua del grifo y, si lo haces, hiérvela, déjala reposar o expón el agua al sol para que pierda su dureza.
Un consejo: cada 15 días, limpia sus hojas con un paño húmedo para quitar el polvo.
4. Aspidistra
Conocida también como Orejas de burro o Pilistra, la Aspidistra es una de las plantas de interior más valoradas por sus fáciles cuidados y elegante porte. Al ser una especie que no necesita grandes dosis de luz, es ideal para colocar en tu recibidor y llenarlo de vida. Cuando sea pequeña, colócala sobre un mueble, pero cuando la trasplantes a una maceta más grande, plantéate colocarla en el suelo, donde no reciba corrientes de aire.
Cómo se cuida
La aspidistra es una planta de sencillos cuidados. Se trata de una planta que necesita más dosis de luz que otras especies de esta lista, aunque siempre evitando el sol directo. En cuanto a los riegos, lo ideal es mantener el sustrato siempre húmedo, aunque evitando los encharcamientos, ya que la falta de agua provocará que las hojas se estrechen.
Leer: 10 plantas de interior perfectas para rincones con poca luz
5. Drácena
Esta es, probablemente, una de las especies de esta lista más resistente a la escasez de luz, lo que la convierte en la planta de interior ideal para colocar en la entrada de tu casa y disfrutar de su belleza. Según va creciendo, irá perdiendo sus hojas inferiores, dejando al descubierto un fino tallo que le otorga un elegante porte. Sus hojas son finas y lanceoladas, con diversos colores dependiendo de la especie. También se caracteriza por purificar el aire de tu casa.
Cómo se cuida
Una de las grandes ventajas de la drácena es que se da igual de bien tanto en espacios superiluminados como en los que la luz escasea. Se trata de una planta que no necesita agua excesiva, así que sol deberás regarla cuando el sustrato esté seco. De igual modo, lo ideal es mantenerla a una temperatura media entre 20 y 26 °C, evitando las inferiores a 14 °C.
6. Calatea
Vistosa, elegante, colorida y, lo mejor, necesita una ubicación de semisombra para prosperar, lo que la hace ideal para incluirla en esta selección de plantas de interior perfectas para el recibidor. La calatea tiene una gran variedad de especies, pero todas necesitan unos cuidados similares. Su principal diferencia reside en los colores de sus hojas, más o menos claras o con los nervios más o menos marcados.
Cómo se cuida
Al cuidar la calatea hay que prestar especial atención al riego. Para que prospere, su sustrato debe estar siempre húmedo y evitar encharcamientos. En invierno, deberás esperar a que la tierra esté seca antes de regarla. En cuanto a la luz, como hemos comentado previamente, prefiere las zonas de semisombra que las zonas con luz directa o muy luminosas. Puesto que es una planta tropical, es recomendable que pulverices sus hojas, especialmente en primavera y verano.
7. Sansevieria trifasciata
Conocida también como Lengua de suegra o espada de san Jorge, la sanseviria es una planta de interior resistente y fácil de cuidar, que puede sobrevivir en espacios con poca luz, como el recibidor, aunque su crecimiento será algo más lento. Como otras de esta lista, se caracteriza por purificar el aire, propiedad que la convierte en una planta perfecta para el dormitorio. Sus hojas crecen verticalmente y son robustas, con los bordes de color amarillo oscuro y que va oscureciéndose hasta un centro verde.
Cómo se cuida
La sansevieria es una planta de interior que tolera situaciones de poca luz o con luz artificial. Ahora, si recibe luz tamizada, crecerá mucho más fuerte. Espera a que el sustrato se seque entre riegos y evita ahogarla, encharcando sus raíces. Lo más recomendable es comprobar la humedad con un palo o con el dedo antes de darle agua.
Leer: ¿Es tu piso poco luminoso? Plantas de interior que necesitan poca luz
8. Espatifilo
El espatifilo es una planta de interior de grandes hojas de un verde intenso, de porte sofisticado y muy sencilla de cuidar. Además, se adapta a bien a interiores poco luminosos, aunque prefiere recibir algo de luz tamizada. Esto la hace ideal para decorar cualquier recibidor, ya que se adapta bien a cualquier entorno. También ofrece unas flores en espata en color blanco, que contrastan con elegancia con el verdor de sus hojas.
Cómo se cuida
El espatifilo es una planta que se adapta bien a espacios con poca luz. Ahora, si la colocas en el recibidor, durante la floración llévala a una estancia algo más luminosa, donde pueda recibir luz tamizada (nunca directa).
Una de las claves para que el espatifilo prospere es el riego. Y es que adora la humedad, pero no lleva bien los excesos de agua. En cuanto la frecuencia de riego, hazlo dos veces por semana durante la floración quitando siempre el agua restante del plato para evitar encharcamientos. El resto del año, espera a que el sustrato se seque entre riegos.
Un consejo: no la riegues directamente con agua del grifo. Deja que esta pierda su cloro dejándola en la botella durante 24 horas o riégala con agua de lluvia.
Leer: Consigue un espatifilo espectacular con estos cuidados
9. Helecho culantrillo
Otra de las plantas más idóneas para el recibidor es el helecho culantrillo, ya que es una especie que prospera mejor en condiciones de semisombra. Suelen crecer en las orillas de los ríos, por lo que tendrás que prestar especial atención a su humedad. Es una planta de porte bajo, con pequeñas hojas y muy delicada, puesto que requiere grandes dosis de humedad.
Cómo se cuida
Para que el helecho crezca frondoso, prefiere situaciones de semisombra evitando siempre la luz directa, que podría quemar sus hojas. Para proporcionarle la humedad que necesita, coloca un plato con guijarros y agua, con cuidado de que la maceta no toque el agua. Y, en invierno, pulveriza sus hojas con agua fresca a diario para paliar el efecto de la calefacción. En cuanto a la frecuencia entre riegos, no dejes que el sustrato se seque entre ellos.
Leer: Todas las claves para cultivar helechos como plantas de interior