Zonas de ducha que levantan envidias

Hay duchas que levantan envidias. Y que invitan a relajarse como una bañera. Duchas que destacan por dimensiones, por sus vistas, por esas griferías que ofrecen caídas en cascada del agua… Disfruta de la sensación de una ducha placentera y piensa cómo llevarás a la decoración de tu baño estas ideas (aviso: hay de todos los tamaños, hasta baños mini).

Una ducha rodeada de cristal

En este caso, CEA Design propone una zona de ducha enmarcada por cristal. El efecto de transparencia provoca que los límites se desdibujen y la sensación de integración en el entorno sea total. No solo la mampara de ducha es un cristal fijo transparente sin puerta de acceso, sino que además una de las paredes del baño se sustituye por un cerramiento acristalado que comunica con un patio inglés. El tono neutro predominante evoca calma y limpieza. El contraste con las discretas notas en madera son el remate de un baño que apuesta por el minimalismo cálido.

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Doble ducha, doble espectacularidad

El estudio Rebuelta Domecq crea en este baño a medida una zona de ducha espectacular para dos. Esta se ubica en un extremo de la planta, delimitada por un panel acristalado de suelo a techo, de ubicación central y perfil en negro. Este deja dos espacios de acceso a la zona de la ducha. Justo en el centro, en el exterior, una bañera exenta. Dentro, se instalan dos griferías en negro, con mandos empotrados y teleducha y dos rociadores de techo. La iluminación ambiental demarca el ambiente con tiras led en el techo y bajo el banco corrido.

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Duchas llamativas y modernas en baños "normales"

En un baño más pequeño, esta zona de ducha no deja indiferente. Se delimita a través de un efecto blanco total con paredes, techo y suelo (plato de ducha) en este color. Solo destaca la grifería en negro y el perfil del fijo acristalado que actúa como mampara. El efecto es de modernidad. En la pared, una hornacina para organizar los botes.

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Con luz cenital

Este cuarto de baño cuenta con una zona de ducha delimitada por una mampara en cristal ahumado, que ya concede elegancia. La combinación de negro y madera de nogal es otro de los condicionantes para definir el estilo del ambiente. Junto al plato de ducha, que destaca en blanco, se diseña un banco corrido. Toma nota de la sensación de luminosidad que tiene la zona de ducha con un lucernario en el techo. Este se puede lograr con ventanas "reales" de techo, con tubos de luz o con sistemas de iluminación a través de paneles que logran el efecto que aquí ves.

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Doble, con banco, hornacina y suelo continuo

Kimberly Peck Architect e Interior Finishes han diseñado otra espectacular zona de ducha para dos. Esta se delimita con cerramientos con puerta de cristal transparente a cada lado, de manera que la luz natural se reparte cómodamente. En la ducha como tal se ha instalado doble grifería. El suelo continúa en todo el baño y se elige un desagüe decorativo rectangular junto a la pared. Se trata de un sistema que evita rejillas o embellecedores y que se reviste con el mismo material usado en el resto del pavimento. Un gran banco es el elemento idóneo para convertir la zona de ducha en un spa, con efecto de sauna.

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Efecto de continuidad con la ducha

El suelo que decora este cuarto de baño se prolonga en la pared de la ducha, creando un efecto de continuidad y espacio. Es una manera de alargar o agrandar un baño. Porque el mismo pavimento se convierte en plato de ducha, sin cortes. Un panel fijo de cristal delimita la ducha del resto del espacio y, justo al lado contrario, se instala una bañera exenta. También el techo cuenta con dos alturas, una más elevada en la ducha, que deja pasar la luz natural, haciendo que ese espacio sea protagonista. Es una propuesta de Dimpat.

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Sin límites visibles

Así es como se platea la distribución de este baño, diseñado por Kimberly Peck. Una ducha espectacular en dimensiones que no cuenta con mampara divisoria y que se unifica con la zona de la bañera. Mismo suelo, mucho blanco en las paredes y el lujoso toque dorado de la grifería empotrada en  la pared. Como complemento, una hornacina en la pared.

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Cuando las vistas merecen la pena…

Una zona de ducha con vistas a un paisaje abierto gana en espectacularidad. La sensación es la de fundirse con el entorno o la de disfrutar de un bao en plena naturaleza. Si es el caso, un gran ventanal es el aliado perfecto como marco para la ducha. En este caso, el ventanal con barrotillo se convierte en ese cuadro que conecta con el exterior. La ducha queda delimitada por un murete bajo en el que se instalan los sanitarios.

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Con ventanas de menor tamaño

Un baño más convencional puede contar con una ventana de reducidas dimensiones que aportará luz al ambiente. Esto ya es un plus. También aporta ventilación a la estancia. Puedes hacer coincidir el ventanal con la zona de la ducha en la parte alta de la pared, para no perder privacidad. Esta ducha tiene dos acabados de tendencia: mármol y latón. Combinados con elegancia y simplicidad. El ambiente resulta equilibrado, espacioso y elegante.

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Una ducha en cabina

Como si de una habitación dentro del cuarto de baño se tratara, este baño -propuesta de Himacs- cuenta con una zona de ducha independizada del resto del espacio. Se diseña la ducha dentro de una cabina, contigua a otra que acoge el inodoro. Ambas están delimitadas por una puerta abatible de cristal al ácido. Dentro de la ducha, un banco con iluminación led inferior -que se prolonga en la cabina del inodoro con un efecto de continuidad- y hornacinas en la pared. También se mantiene el mismo revestimiento en paredes y suelo en la zona del lavabo y bañera.

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