Las celebraciones navideñas, encabezadas por la cena de Nochebuena, suponen muchas alegrías culinarias y sociales, pero también bastantes quebraderos de cabeza para elegir el menú perfecto y montar la mesa ideal. Una vez cumplidos ambos objetivos queda uno menos glamuroso, pero igual de importante: recoger.
Evidentemente no vas a pasarte la sobremesa encerrada en la cocina recogiendo todo, ni quitar las fuentes cuando todavía hay alguien comiendo, pero sí puedes incorporar ciertos accesorios y trucos que te ayuden a mantener el orden, evitando darte la paliza el día 25, especialmente si vuelves a tener invitados en casa. Estas ideas prácticas te ayudarán a hacerlo fácil, rápidamente y sin saltarte ninguna norma de protocolo. Estamos seguros de que nos los agradecerás al día siguiente.
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Saca partido al aparador
Para no solo desahogar la mesa de cosas y hacer más cómoda la velada, sino también para ir ‘preparando’ con cierto orden todo lo que debes llevarte a la cocina. Así, puedes colocar juntos todos los platos, las fuentes en otro sitio y las copas de vino que ya no se usan. De esta manera, cuando llegue el momento de recoger ‘solo’ tienes que ir cogiendo por orden lo que va para el lavavajillas, el fregadero o el cajón de los cubiertos, por ejemplo.
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Ten cerca un carrito auxiliar con ruedas
Coloca estratégicamente un ‘trolley’ cerca de la mesa de comedor y habrás hecho un amigo para siempre, que te permitirá recoger más rápidamente. Además, evitará que tengas que hacer varios viajes a la cocina y, gracias a él, no tendrás que cargar peso, ya que sus ruedas facilitan el desplazamiento. Las posibilidades de este mueble auxiliar son variadas, por lo que cuando termine la celebración puedes devolverle a su lugar original y hacer que siga cumpliendo su papel en la cocina o en otra estancia de la casa (son una buena opción en el baño o el dormitorio como mesita de noche).
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Despeja la encimera
Si no hay un hueco libre en toda la encimera donde poner los platos que traes del comedor, será difícil que puedas recoger rápidamente. Por eso, es importante que hayas elegido un menú que pueda prepararse con antelación, que evite que tengas la cocina patas arriba en el momento en el que lleguen tus invitados y el fregadero lleno de sartenes y cazuelas. De manera que lo poco que necesites en ese momento (una cuchara de palo, unas tijeras…) lo puedas limpiar según vas manchando. Otra manera de agilizar el momento de recoger es teniendo el cubo de basura a mano y vacío, para ir echando los restos y desperdicios más fácilmente.
Vacía el lavavajillas
Procura que no esté medio lleno con las tazas del desayuno y los platos y vasos de la comida, ya que esto hará que no puedas meter toda la vajilla y cristalería de la cena de Nochebuena. Lo ideal es que esté vacío para que aproveches mejor la capacidad. Recuerda que no hace falta prelavar a mano para que el resultado sea óptimo, bastará con quitar los restos con un papel de cocina y colocarlos adecuadamente. Si tienes que lavar alguna cacerola, sopesa si meterla y ocupar gran parte o lavarla a mano y meter solo los platos, cubiertos y vasos para despejar la cocina.
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A mano, ‘tuppers’ y papel film
Nuestro afán porque todo salga perfecto y nadie ‘pase hambre’, como si eso fuera posible (según la OCU, los españoles gastaremos una media de 97 euros en cenas y comidas de Navidad, gasto solo superado por la partida de regalos) hará que todo nos parezca poco, aunque la recomendación es comprar con moderación, por lo que previsiblemente sobre comida suficiente para el día siguiente o para que alguno de tus hijos se lo lleve a su casa. Para agilizar el quitar fuentes y bandejas, lo ideal es que hayas sido previsora y tengas preparados varios 'tuppers', recipientes y papel film para guardar y distribuir las sobras.
Pide ayuda
Lo de trabajar en equipo es una buena idea, siempre que adecues el número de ayudantes al espacio de tu cocina, para evitar que parezca el camarote de los hermanos Marx, donde en lugar de echar una mano, entorpezcan más. Lo idóneo es que sean personas 'de casa' o que, al menos, conozcan dónde están las cosas, para que no tengan que estar continuamente preguntando “dónde se guardan los cuchillos o dónde está el estropajo de las copas”.
Recoge la mesa por la noche
En esto, como en muchos otros aspectos en lo que a orden en la casa se refiere, el refrán ‘más vale tarde…’ resulta totalmente cierto. Además, no hay nada más desagradable que levantarse al día siguiente preparada para el café y encontrarse con los platos llenos de grasa, restos de comida estropeada o montañas de copa sucias. Tampoco se trata de recoger todo nada más terminar de cenar, pero sí de irte a la cama con los deberes hechos. Lo idóneo es dejar únicamente las copas de champán o, las bandejas de dulces o algún plato de postre, que ya no entraba en el lavavajillas.
Haz repaso
No se trata de pasar el aspirador y de fregar el suelo, pero sí de dejar comedor y salón más o menos ordenados para que al despertar, no te den ganas de volverte a la cama. Repasa ambas estancias, tratando de que no queden copas, envoltorios de bombones, vasos de agua y botellas (vacías o llenas) en la mesa de centro. Coloca los mandos de la tele en su sitio y los cojines del sofá. Importante: si alguno de tus invitados fuma, aunque sea en la terraza, recuerda en vaciar ceniceros, sino quieres despertarte con olor a tabaco.
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¿Y al día siguiente?
Todo depende de si celebras también la comida de Navidad en casa o no. En el primer caso, deberás sacar el lavavajillas y dejar los platos y vasos a mano para poder montar la mesa de nuevo lo más fácil y rápidamente, quitar o poner sillas en función del número de invitados y sacar la mantelería. Mientras que en el segundo caso, toca devolver los asientos a su lugar, ya sea el trastero como el escritorio infantil, hacer que la mesa si es extensible recupere su tamaño habitual y el comedor luzca como siempre y guardar la vajilla especial en su sitio o en fundas para ese fin.