Kalanchoe, una planta suculenta muy especial y fácil de cultivar

Si estás buscando una planta suculenta especial, que resulte decorativa y con una bella floración, apuesta por el kalanchoe. Es fuerte y resistente y no te pedirá cuidados complejos.

Flores bellas y hojas carnosas

No existe un único kalanchoe, sino que se trata de un grupo amplio en el que se incluyen cerca de un centenar de especies, todas ellas pertenecientes a la familia de las Crasuláceas. La variedad más habitual en nuestro país es el Kalanchoe blossfediana, una planta originaria de Madagascar, en África, que nos alegra con una floración larga y bella.

Sus hojas carnosas características de las plantas suculentas tienen forma de concha. Aunque es una planta muy especial, puede que no sea la mejor opción si tienes mascotas en casa: es tóxica para perros y gatos.

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Una larga floración

El kalanchoe es una planta de gran belleza gracias, especialmente, a su preciosa y colorida floración, bastante larga si la comparamos con la de otras especies suculentas. Existen variedades de flores rojas, blancas, rosas, naranjas y amarillas. Estas comienzan a surgir en primavera y duran varias semanas.

Si sabes controlar la exposición de tu kalanchoe a la luz puedes conseguir que florezca durante prácticamente todo el año. La clave está en procurarle 14 horas al día de oscuridad nocturna durante un periodo de seis semanas en invierno. Un tiempo después tu kalanchoe florecerá.

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Luces y sombras

Esta planta tan especial puede cultivarse tanto en el interior de casa como al aire libre (si el clima es cálido), pero necesita un emplazamiento muy luminoso para crecer feliz.

Búscale un lugar con mucha luz solar. Esto es clave para que la floración sea abundante, ya que con poca luminosidad florecerá más pobremente. Si lo cultivas en interiores la luz solar ha de ser abundante pero también indirecta. Los rayos directos del astro rey podrían quemar las hojas de la planta.

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Mucho cuidado con las heladas

A pesar de que es una planta que puede crecer bien al aire libre, si el invierno es extremo habrá que protegerlo del frío. En ese caso es mejor cultivarlo en interior, ya que la planta estará bien entre los 12 y los 27º C. Tampoco soporta bien las heladas, a no ser que sean muy suaves.

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¿Cómo hay que regar el kalanchoe?

Es una planta que no requiere de un gran aporte de agua, por lo que no sufrirá si algún día te olvidas de darle de beber. Al kalanchoe le bastará con un riego mínimo, especialmente en invierno. De hecho, es buena idea dejar que la tierra de la maceta o del terreno donde crecer la planta se seque por completo antes de volver a regarla.

Una curiosidad: sus hojas carnosas, como ocurre con otras plantas suculentas, son capaces de almacenar agua, lo que les ayuda a soportar periodos breves de sequía.

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Abónalo en primavera

No es una planta que requiera un gran aporte de nutrientes, aunque le vendrá muy bien un poco de abono en determinadas épocas del año, sobre todo en primavera cuando comienza la producción de flores. Los kalanchoes que se cultivan en espacios interiores puedes fertilizarlos una vez al mes durante la primavera y el verano.

Puedes emplear un abono con alto contenido en fósforo para mejorar la floración. Sigue las recomendaciones del fabricante en cuanto a la dosis que debes usar, para no perjudicar a tu planta por un exceso de fertilizante.

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¿Cómo se reproduce?

Si tienes un kalanchoe y quieres reproducirlo puedes conseguirlo de una manera bastante fácil mediante esquejes. Para tener mayores probabilidades de éxito puedes plantarlos en un lugar luminoso en primavera, cuando la temperatura media ronde los 20 o 25ºC.

- Corta un esqueje de tu planta de unos 5 o 6 cm de longitud y quítale un par de hojas de la parte inferior.

- Unta el extremo en hormonas de enraizamiento y siémbralo en una mezcla de turba y perlita.

- Coloca la maceta en un rincón luminoso con luz indirecta.

- Entre 15 y 21 días tu esqueje ya tendrá raíces y podrás trasplantarlo.

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¿Qué le pasa a mi kalanchoe?

Aunque es una planta resistente y fácil de cuidar, si tu kalanchoe comienza a mostrar señales de estar sufriendo algún mal conviene detectarlo cuanto antes para poder ponerle remedio antes de que sea demasiado tarde.

- Si en invierno las hojas y flores se ven dañadas, puede ser que tu kalanchoe esté sometido a temperaturas demasiado bajas. En caso de cultivarlo en contenedor al aire libre lo mejor es que lo traslades al interior.

- ¿Las hojas y flores se marchitan? En verano esto sucede cuando el calor es extremo.

- Los tallos frágiles y débiles pueden ser consecuencia de un exceso de riego, lo que puede provocar también la pudrición de las raíces.

- Si tu kalanchoe no florece, seguramente es porque no recibe las horas de oscuridad nocturna que necesita: en invierno son 14 horas al día durante 6 semanas.

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Protégelo de las plagas

El kalanchoe está expuesto al ataque de determinadas plagas. De hecho, es difícil evitar que aparezcan ciertos insectos a hacer de las suyas.

- Las orugas, por ejemplo, encuentran en las flores del kalanchoe un auténtico festín. Las querrán devorar siempre, por lo que debes estar atento y combatirlas en cuanto hagan su aparición.

- La araña roja también suele atacar a estas plantas, haciendo que sus flores se marchiten. Para eliminar esta plaga debes utilizar un insecticida adecuado.

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