¿Cuándo merece la pena hacerse con un mueble a medida? Si estás en proceso de decorar tu casa, te habrás dado cuenta de que hay muchos huecos muertos en tu casa para los que es muy difícil encontrar la pieza de las medidas adecuadas y que, además, encaje con el estilo que has elegido para tu hogar. Y es que un mueble a medida merece la pena siempre que los centímetros escasean y se les quiere sacar el máximo partido. Te mostramos 10 ejemplos en los que mereció la pena.
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1. Un banco a medida con almacenaje en el recibidor
Sin duda, la entrada de casa es uno de los espacios más difíciles de decorar de toda la casa. Sus dimensiones, retranqueos, la ubicación de enchufes e interruptores y las puertas hacen que las paredes en las que se pueden colocar muebles son limitadas. De hecho, es un espacio perfecto para albergar un mueble a medida, como este banco con armario adosado y almacenaje que proyectó la interiorista Ingrid Matheu.
Su imagen es estilizada, sencilla y lo mejor es que cuenta con almacenaje, otro de los problemas más frecuentes en la zona de recibidor. Mientras que el módulo bajo hace las veces de zapatero y cómodo banco para calzarse cómodamente, el armario es perfecto para guardar los abrigos de toda la familia.
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2. Un sofá a medida que encaje en tu salón
Hay salones con retranqueos o columnas de obra que son imposibles de eliminar y que, por supuesto, condicionan el amueblamiento de cualquier espacio. Si buscas una pieza que queda en un hueco o lo quieres más grande de lo normal, no te quedará otro remedio que buscar mucho o encargar un sofá a medida. Al elegir un modelo medida no solo puedes seleccionar el tamaño, también el tejido con el que quieres que se confeccione, cojines extra para apoyar la cabeza y hasta el grosor de la espuma. Ahora, ten en cuenta que su precio aumentará tanto como el nivel de personalización.
En este salón, la interiorista Eva Mesa de Tinda’s Project eligió un modelo a medida que encaja entre la pared y la columna de obra. El resultado es simétrico y decorativo, efecto que se ve incrementado también por los dos apliques a cada uno de los lados.
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3. Un cabecero a medida para un dormitorio pequeño
Puede que en tu dormitorio pequeño quepa un cabecero de medidas estándar. Pero si lo que quieres es que el dormitorio parezca más grande, nada como un cabecero de pared a pared. Así se ayuda a potenciar la horizontalidad y que la estancia se perciba más ancha de lo que es. Es lo que hicieron aquí las interioristas Cristina Espejo y Marta Goyanes del estudio de interiorismo Espejo&Goyanes.
Y, si no quieres hacer una gran inversión, siempre puedes hacerlo tú mismo. Solo necesitas un tablero de las dimensiones que desees (mide de pared a pared y resta un cm por cada lado), coloca una espuma fina para darle mayor comodidad y elige una tela fuerte que combine con los colores de tu dormitorio. Después, solo necesitarás una grapadora para tapizar y anclarlo en la pared.
4. Más espacio en el comedor o el office
Ante la falta de espacio en la zona del comedor o del office, una gran idea es planificar una zona de bancos bajo la ventana entre los que puedas ubicar la mesa del comedor. Para que sea más cómodo añade unas colchonetas en el asiento y el respaldo, pero también varios cojines decorativos. Y si quieres darle un plus, lo mejor es que cuente con almacenaje, de manera que puedas guardar los cojines, mantelerías o lo que necesites. Es lo que hizo el estudio de interiorismo Knowhaus, que creó un acogedor office con unos bancos a medida en forma de U.
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5. Piezas a medida para separar
Hay columnas y elementos que, incluso con una reforma, son imposibles de eliminar y que, a nivel visual, son un problema. Por eso, una buena idea es planificar una estantería a medida que cubra el hueco entre la columna y la pared que haga de separación en ese espacio quieres cubrir. Es lo que hicieron las interioristas de Espejo&Goyanes en este salón conectado al comedor. Aunque se unificaron ambas estancias y se unió la galería exterior, una columna quedaba en medio. Para potenciar esa separación de espacios (aun estando abiertos) planificaron una estantería a medida que regala espacio para los libros y que, pintada de gris verdoso, se convierte en un elemento decorativo más.
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6. Un banco bajo la ventana
Hay más elementos estructurales que limitan la colocación de muebles estándar y que ‘piden’ un mueble. Un buen ejemplo son las ventanas de inspiración inglesa, dispuestas en una U abierta y que pueden convertirse en un increíble mirador con un mueble a medida. Y no es necesario hacer una gran inversión: un banco con las medidas adecuadas de madera maciza será suficiente para convertir una simple ventana en un rincón de lectura. Es lo que hicieron aquí el estudio Sansa Interiors para aprovechar el espacio de la ventana sin cubrirlo. Después, con unos cómodos cojines tendrás un espacio perfecto para desconectar.
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7. Retranqueos difíciles de salvar
Otra de las ocasiones en las que un mueble a medida no solo regala almacenaje, sino que también queda a la perfección es en los pequeños retranqueos. Ahí un mueble estándar quedará como empastado y no encajará con soltura (siempre habrá algún lado por el que sobre algún centímetro), por lo que un mueble a medida puede ser la solución que saque partido a ese espacio y que ofrezca espacio para guardar, tan necesario en cualquier casa. En este salón, la interiorista Pia Capdevila lo pinto, además, del mismo color que las paredes para que su presencia pasara más desapercibida y se integre mejor con el resto de la decoración.
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8. Un escritorio a medida en el dormitorio infantil
Una habitación no necesita siempre que todas las piezas sean a medida. Un ejemplo son los dormitorios infantiles para los que hay muchos muebles de tamaño estándar que encajarán perfectamente. Pero si quieres colocar un amplio escritorio que vaya de pared a pared, este tendrá que ser a medida. Así lo planificó el estudio Coblonal Interiorismo en este dormitorio infantil, en el que la mesa nace del cabecero de la cama y continúa por toda la pared hasta el extremo opuesto y convirtiéndose en una estantería para almacenar los juguetes.
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9. Un mueble de salón a medida
Los muebles a medida no solo salvan los pequeños retranqueos, sino también los más amplios, donde los muebles con medidas estandarizadas no dan la talla a nivel decorativo. Y una de las estancias donde, precisamente, es más necesario que la decoración se vea unificada es en el salón. Un mueble de salón a medida no solo te satisfará en términos estéticos, sino que se acoplarán al espacio como anillo al dedo. Así lo hizo la interiorista Ingrid Matheu en este salón donde el módulo inferior se diseñó sin tiradores ni florituras, mientras que la estantería superior, diseñada de manera simétrica, aporta calidez gracias a su acabado en madera.
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10. Un vestidor a medida con mucho almacenaje
Aunque actualmente hay muchos armarios modulares que pueden darte la solución que necesitas para tu vestidor y con una inversión mucho menor. Pero si buscas una solución definitiva y que resulte discreta, decorativa y que, además, te proporcione todo el espacio de almacenaje que necesitas, nada como un armario a medida. Lo ideal es planificarlo hasta el techo, un recurso que hará que la imagen se perciba más ordenada y armónica. Es lo que hizo la interiorista Eva Mesa de Tinda’s Project en este vestidor, planificado con una zona de armarios con puertas abatibles y otra de estantes.