Aseo
El estudio Red Deer es famoso por su atención a los detalles tanto en las estancias principales como en las secundarias. La decoración de este baño de cortesía es una prueba de ello. Sus paredes pintadas de rojo oscuro, tan impactantes como atrevidas, se han combinado con herrajes de latón con salpicaderos de mármol. Una mezcla que funciona y saca partido al uso de los tonos intensos, incluso cuando no sobran los metros.
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Baño principal
Su aire ‘shabby chic’, llena cada rincón de este baño de un encantador aire antiguo. La bañera redonda exenta y el lavabo de mármol con mueble dorado combaten por el protagonismo ‘deco’ de la estancia, sin que haya un claro vencedor. El azul vuelve a tener protagonismo, aunque en esta ocasión su efecto se ha suavizado con el suelo de baldosas de color rosa y el revestimiento de azulejos en tonos neutros. Los detalles oro del radiador toallero, el soporte de la cortina de ducha, el marco del espejo y la grifería dan ese toque exclusivo y único que se respira en toda la casa.
Dormitorio de matrimonio
Situadas en el piso de arriba, a las habitaciones solo se les hizo un lavado de cara, manteniendo el suelo de madera original. Las dimensiones del dormitorio principal hicieron posible ubicar un escritorio en el mirador, lo que le permite disfrutar de luz natural y bellas vistas. La paleta de colores del resto de la vivienda se mantiene también aquí, en el zócalo alto y en la ropa de cama. Al igual que el arte sigue teniendo un papel protagonista, vistiendo la pared del cabecero. La butaca de fibras vegetales, muy práctica para descalzarse, aporta, junto con la alfombra, una dosis adicional de calidez.
Distribuidor
Con una chimenea antigua, paredes azules, zócalo alto y suelo de baldosas hidráulicas, el recibidor-distribuidor mantiene el encanto de las residencias de primeros del siglo XX: señoriales y exclusivas. La escalera nos lleva a los pisos superiores. En el primero hay cuatro dormitorios, uno de ellos en suite con baño familiar y en el segundo, situado en el alero de la casa, se ubican un quinto dormitorio y un gimnasio.
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Cuando la ‘caja’ es buena, lo mejor es jugar con ella manteniendo intacta su esencia. Eso es lo que ha pasado con la reforma de esta espectacular casa londinense de estilo eduardiano (una arquitectura de principios del siglo XX menos ornamentada y ‘desordenada’ que la victoriana, pero igual de rica y bella). Sus propietarios compraron la propiedad en enero de 2021 durante la pandemia y quisieron crear un hogar a su medida, pero renovando solo lo esencial para no perder su ‘alma’. Para conseguirlo se pusieron en manos del estudio Red Deer, con el que habían trabajado anteriormente y con el que compartían valores como la economía circular y las renovaciones responsables. Así, a muchos espacios solo se les dio un 'ligero toque', mientras que en otras habitaciones reutilizaron materiales recuperados, manteniendo su estilo atemporal.
Zona de trabajo
Si tuviésemos que elegir un lugar para ubicar un rincón de trabajo no se nos ocurriría ningún otro mejor que el mirador. Sus bellos ventanales, típicos de las construcciones de este estilo, ofrecen abundante luz natural y bellas vistas. El escritorio de madera antiguo encaja a la perfección con el suelo pintado de azul y los radiadores del mismo color.
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Rincón ‘arty’
En este rincón de la planta principal se aúnan dos de los criterios de este proyecto: el color y el arte. Las paredes en azul oscuro ofrecen una base perfecta a las piezas de mobiliario amarillas, creando un conjunto audaz y visualmente impactante, al que es difícil escapar. El cuadro, ‘coronando’ el armario es el broche perfecto.
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Sala de estar
Situada junto al salón, la renovación transformó y modernizó su estilo tradicional con paredes y elementos de color verde azulado oscuro, un suelo de madera pintado en el mismo tono y muebles de mediados de siglo. El techo con molduras, la butaca amarilla, las baldas de madera de la estantería a medida y los dos cuadros hicieron el resto.
Cocina abierta
Comunicada con el salón y conectada con el mismo pavimento de madera, la cocina mantiene su encantador aire ‘vintage’, sin resultar anticuada. Para ello, el estudio Red Deer actualizó el mobiliario pintándolo de azul oscuro (un color que se repite en distintas tonalidades en el resto de la casa). Destaca, además, la encimera de mármol negro y los accesorios de cocina de cobre, en un claro guiño ‘deco’ al pasado de la vivienda. El antepecho se ha revestido de azulejos para proteger esa zona de manchas y salpicaduras.
Comedor
Situado en un cerramiento junto al salón y la cocina, se puede usar como comedor de invierno, cerrando sus ventanas, o de verano, abriéndolas y conectándolo con el jardín. Su decoración de interiores apuesta por la sencillez y la belleza de la madera, usándola en el pavimento y en la mesa y las sillas. Una estantería de pared a pared, pintada en color verde, proporciona un práctico espacio de almacenaje, mientras que las plantas enfatizan el vínculo con la naturaleza.
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Jardín
En el exterior, la zona de estar se ha situado junto al salón, lo que permite ampliar los metros de este y sacar partido al jardín. Muebles de fibras naturales y una pared vegetal, que recuerda a las villas de Mykonos, crean un ambiente cálido y agradable, ideal para disfrutar los meses de verano. La alfombra se usa tanto como recurso práctico, para delimitar la zona, como decorativo, aportando un plus de confort y calidez al espacio.
Espacio único
Las paredes de esta casa fueron un lienzo para que la pareja pintara su colorida vida trabajando con el diseño que existía. Así, la remodelación se inspira en el amor de los propietarios por Mykonos (Grecia), Tulum (México) y Copenhague (Dinamarca). Lugares que están presentes en los tonos blancos y las estanterías de coscoja en bruto, los estampados geométricos aztecas que adornan los muebles daneses tejidos con caña y las paletas de colores en verde azulado, coral y mostaza. Con tres pisos, el principal alberga un espacio único con salón y cocina, comunicado con el jardín y el comedor. Bajo un alto techo decorado con molduras, se ubica una zona de estar con un sofá de cuero marrón, piezas de fibras y rincones con plantas, que refuerzan su conexión con el exterior.