Cuando los niños se van haciendo mayores, es normal que sientan que la decoración de su dormitorio se ha pasado de moda. ¡Al menos para ellos! Las figuritas de animales, los tonos pastel y los peluches dan paso a una decoración que responde más a sus gustos: colores más intensos, una cama más grande, un papel pintado ‘más de mayores’... Y es que, es en esta época de su vida, cuando comienzan a descubrirse a sí mismos, a definir sus gustos y aficiones y a ser más independientes.
Por eso, decorar una habitación juvenil no es tarea de los padres, sino que son ellos quienes tienen la última palabra. Te damos varios consejos para ayudarles a definir cómo quieren que sea su habitación. ¡Y dure!
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Una cama más grande
Es normal que tus hijos adolescentes pidan una cama más grande. Seguramente la de 90 cm ya se les ha quedado pequeña, especialmente si han dado un buen estirón. Así que si estás pensando no solamente en redecorar, sino también en renovar el dormitorio, plantéale la opción de poner una cama más grande, de 120 o 135 cm, donde puedan dormir más cómodamente. ¡Seguro que tu propuesta triunfa! (y ya de paso te marcas un punto a favor con ellos).
Si decidís colocar una cama más grande, pero el dormitorio no tiene la dimensión como para colocarla en medio de la estancia, colócala pegada a la pared. No perderéis espacio y quedará hueco para colocar su zona de estudio.
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No renunciéis al papel pintado
Los dibujitos de animales, estrellas o personajes de cuento ya han pasado a la historia. Y es normal que tu hijo o hija adolescente se sienta demasiado mayor para ciertas cosas. Así que ayúdales a elegir un modelo que vaya más con sus gustos, ahora que empieza a definir más su carácter. Nuestra recomendación es huir de estampados demasiados estridentes, de los que puedan cansarse con facilidad, y elegir papeles con estampados geométricos o botánicos, que no pasan de moda.
Otra opción es colocar un mural en una sola pared, a modo de pared de acento. Puedes elegir la pared en la que se apoya el cabecero o, si la cama está pegada a la pared, colocarlo en esa.
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Más espacio para su ropa
Cuando los niños son pequeños, la ropa se les va quedando pequeña (casi, casi) de un mes a otro. Pero ahora que ya han pegado el estirón, las ropa les dura más y se va acumulando poco a poco por toda la habitación. Sabemos que el orden no es una de las prioridades de tu adolescente.
Para ayudarles a adoptar ciertas rutinas de orden, es fundamental que puedan contar con un buen armario en el que guardar la ropa, la nueva y la que aún les vale del año pasado. Pónselo fácil añadiendo en su interior los complementos necesarios, como pantaloneros, cajones para la ropa interior, bolsas para guardar la ropa de verano, etc. Seguramente la del orden es una batalla perdida, ¡pero que por tu parte que no sea!
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¡Y para los libros!
Según van cumpliendo años, tus hijos irán poco a poco deshaciéndose de los que, hasta ahora, eran sus juguetes favoritos. Pero tanto tú como ellos sabéis que eso no significa que ese espacio que anteriormente ocupaban los Playmobil, los legos o las Barbies quede liberado. Y es que, según van creciendo, también lo ha hecho la cantidad de libros, apuntes y material escolar que tienen. Por eso, al redecorar su habitación juvenil no solo es fundamental que añadas un gran armario, sino que también necesitarán estanterías, estantes y cajones en los que puedan colocar las cosas de clase y tenerlas ordenadas. O, al menos, intentarlo.
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Los mejores colores para una habitación juvenil
Poco o nada podrás decir en este aspecto. Y es que a estas alturas seguro que tu hijo adolescente ya sabe qué color es su favorito. Sigue sus preferencias pintando toda la habitación o tan solo una pared de acento y recomiéndale otro color que sea complementario al elegido por él para textiles como la ropa de cama o las fundas de los cojines. Si elige una tonalidad demasiado fuerte, como amarillo, rojo o negro, aconséjale hacerlo al revés: que ese sea ese el color de los textiles y elegid un tono más suave para pintar las paredes.
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No quites la alfombra
Bueno, cámbiala. Porque tal vez esa en la que ha pasado tantas horas jugando con estampado de estrellas ya no le gusta (puedes donarla a una protectora de animales o regalársela a alguien). Sabes de sobra que aún no ha perdido esa costumbre de sentarse en el suelo para pasar las horas muertas en sus redes sociales, escuchando música o leyendo. Así, elige un modelo que combine con el resto de colores de la habitación. Ahora, lo más importante es que sea fácil de limpiar. Hay modelos de algodón muy decorativos que pueden lavarse en la lavadora. También las de polipropileno son una buena opción, que pueden aspirarse y limpiarse con una esponja húmeda.
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Viste las paredes de su cuarto
Para que sienta que su habitación es realmente suya, no dejéis la elección de la decoración de las paredes al azar. Invítale a elegir varias fotografías, carteles de películas o láminas y elegir unos marcos versátiles de madera o de color negro. Así te aseguras que, cuando sus gustos cambien (sabemos que en el periodo adolescente, estos son muy variables) y quiera renovar las láminas, podréis utilizar los mismos marcos.
Otro consejo: ya que estas preferencias son tan mutables como el tiempo, evita hacer agujeros en la pared. Coloca un estante de poco fondo donde pueda apoyar estos cuadros y láminas y algún adorno más. Así las paredes no terminarán llenas de agujeros parcheados.
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Cuida su zona de estudio
En una habitación juvenil, tan importante es decorar la zona de descanso como la de estudio. Piensa que pasarán ahí muchas horas y es primordial que sea cómoda, que ofrezca el espacio necesario y que invite a la concentración. Lo ideal es que esté tan cerca de la ventana como sea posible, para que se beneficie de la luz natural. Añade también una silla cómoda y ergonómica, que recoja bien su espalda y entre bien debajo de la mesa cuando se acerca. Añade también un flexo que les proporcione luz y colócalo en el lado contrario al que él o ella escribe (así, si es diestro, la luz irá a la izquierda y viceversa).
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