A veces para ‘calentar’ el dormitorio no es suficiente (ni rentable) subir los grados de la calefacción, sino que necesitas una decoración de interiores que transmita calidez y te ayude a crear un refugio donde relajarte, trabajar o dormir a pierna suelta, mientras fuera hace frío, llueve o nieva. Al fin y al cabo, el invierno comienza en un mes. Además, la subida del precio de la luz, nos hace reforzar otras medidas para mantener el consumo a raya (ya te lo contamos aquí) e incluso poner a trabajar el ingenio. Youtube y TikTok han rescatado un truco de hace años, con el que calentar 12 metros cuadrados por 18 céntimos con velas, una bandeja de horno y una maceta (¡funciona!). Soluciones caseras aparte, estas ideas de decoración resultan igual de infalibles y lograrán, al mismo tiempo, una habitación cálida, confortable y con estilo.
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Alíate con los colores cálidos
El color influye en nuestro estado de ánimo y también en nuestra percepción de los espacios. Por eso, usa el de paredes y textiles a tu favor. Para subir los grados de la habitación y hacerla más acogedora, desde Westwing recomiendan “del beis al marrón pasando por el verde. Cualquiera de estos tonos son imprescindibles para dar calidez al dormitorio. Y si eres de las que siempre tiene frío, los estampados de cuadros harán que, con sólo entrar, tengas sensación de calidez”. Si no quieres pintar o renovar por completo todos los textiles, puedes crear un ambiente más cálido alrededor del blanco con tonos naturales como el ‘taupe’ (una de las tendencias de decoración de esta temporada) o el lino y complementarlo con un suelo de madera envejecido, una pieza en terciopelo o un objeto en porcelana.
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Pon una alfombra… ¡o enmoqueta!
Como el turrón, este accesorio siempre vuelve a casa cuando llega el frío y con él, los mejores despertares, o al menos, los más calentitos, ya que al levantarte la pisada siempre será más agradable que hacerlo sobre el suelo, incluso cuando se trate de madera. Sin olvidar que poseen la capacidad de retener el calor. En función del estilo y las dimensiones de la estancia, deberás elegir un modelo redondo, rectangular, mini o XL. Para que funcionen, “elígelas con un buen grosor puesto que la pisada es más mullida y el aislamiento más eficaz. Si no quieres optar por una modelo de gran formato siempre puedes poner pequeñas alfombras a pie de cama o junto a la ventana para absorber el frío del exterior”, aconseja Lola Carrillo de Carrillo Proyectos.
Una de las tendencias de decoración que vuelven, y pensaste que nunca lo haría, son las moquetas. Aunque siempre les ha rodeado cierta mala fama, lo cierto es que pueden ser las mejores aliadas para vestir de invierno el dormitorio. Por algo, muchos hoteles de lujo las tienen en sus habitaciones. Como se puede instalar sobre el pavimento antiguo, apenas implica obras y se pone rápidamente. Desde Carrillo nos dan un truco para reforzar sus efectos: “Cuando enmoquetamos una habitación, suelo dejar un borde perimetral alrededor en madera o cerámico, en contraste con el tono de la moqueta. Esto provoca un efecto muy elegante y protege las más claras de las primeras pisadas”.
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Cuelga cortinas gruesas
Es el momento de cambiar los visillos por cortinas gruesas de tejidos con textura y algo opacos, que dejen el invierno fuera. Piensa que abiertas aportarán encanto a tus ventanas, mientras que cerradas crearán un ambiente íntimo y cálido, al regular la entrada de luz y aislar del frío exterior. Opta mejor por tonos neutros y suaves para que se mezclen sin problema con el resto de tu decoración, y no te quedes corta con la tela, mejor que cubra bien la ventana. Puedes combinarlas con estores (los screen son una opción), elegir cortinas térmicas, realizadas con materiales aislantes, o poner un forro a una convencional.
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Acumula cojines y mantas
Los textiles son una de las maneras de crear una atmósfera ‘cocooning’. “Para aportar un plus de calidez, y también de sofisticación, al dormitorio, podemos recurrir al uso de complementos textiles, como mantas a pie de cama, plaids, edredones, cuadrantes, almohadones… Yo los aprovecho para dar un toque de color y contraste. Elige colores vivos, como ocres y mostazas o estampados súper atrevidos que cansarían en superficies más grandes pero que en pequeñas dosis dan la pincelada perfecta”, comenta Lola Carrillo. Eso sí, siempre en materiales suaves y apetecibles al tacto, como lana, mohair o pelo, que refuercen el aspecto envolvente y relajante del conjunto.
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Déjate seducir por el encanto de los materiales naturales
Amueblar o adornar tu dormitorio con materiales naturales es una excelente manera de hacer que sea más acogedor. Pensamos en la madera, un material con la capacidad de crear hogar, pero no debemos olvidar las fibras vegetales (mimbre, ratán, bambú…), que actualmente se pasean por la casa sin importar la época del año en la que nos encontremos. Cabecero, mesita de noche, sillón, lámpara colgante... Ningún elemento de la habitación escapa a este gran regreso de lo natural. La ventaja es que puedes combinarlos sin preocuparte de caer en errores ‘deco’, ya que son fáciles de integrar en cualquier estilo. Si es posible, mantenlos en su color original para preservar su autenticidad y carácter cálido.
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Usa la luz a tu favor
Insistimos mucho en la importancia de la iluminación, pero es clave en cualquier proyecto y época del año. Piensa que una luz demasiado brillante o, por el contrario, demasiado débil, tendrá un efecto negativo en la atmósfera de una habitación. Para 'calentar' el dormitorio, no te conformes con los focos empotrados o una lámpara de suspensión y coloca varias fuentes de luz por toda la habitación. Así, además de la de techo, útil para prepararse por la mañana, pon modelos de sobremesa o de pie, si tienes algún rincón de lectura o relax, que puedas encender para leer (los flexos cuentan), para vestirte (las del armario, también) o para crear ambiente, ya que difunden una luz tenue, más relajante e íntima. En cualquier caso, opta por una iluminación suave que acompañe y envuelva.
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Pon un cabecero de madera
Ya hemos hablado del poder los materiales naturales para crear hogar y dar calidez del ambiente. Por eso, si quieres que tu dormitorio sea más acogedor, opta por un cabecero de madera. Lo ideal es elegirlo natural (en bruto) para beneficiarse también de su autenticidad. Dependiendo del resto de la decoración, puedes elegir un diseño tallado y llamativo o pintado de un color suave. Otra buena idea es revestir de madera la pared del cabecero, creando un apetecible ‘efecto cabaña’ que subirá al instante la temperatura, incluso si no tienes chimenea.
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Envuélvete en lana
Si hay un material que inmediatamente evoca calor, incluso sin envolverse en ella, es este. Por tanto, será el material perfecto para hacer una habitación más acogedora. Para incorporarla a la decoración del dormitorio, puedes recurrir a una butaca de lana ‘bouclé’ o tener cerca una manta preferiblemente de punto XXL, que puedes llevar del dormitorio al salón. Puedes comprarla o hacerla tú, hay tutoriales que explican cómo tejerla sin agujas, usando las manos y algo de maña. Complete el conjunto con cojines amorosos y atmósfera envolvente garantizada.
Utiliza ropa de cama calentita
Y una vez hayas preparado el dormitorio para el invierno, debes hacer lo propio con la cama, para evitar acostarte entre ropa fría o poco gustosa. Elige sábanas más gruesas y cálidas y opta por un buen nórdico que no pese, pero proporcione todo el calor que necesitas. De todas formas, algunos estudios han demostrado que para dormir mejor es mejor pasar algo de frío (15-22º) que sudar y andar toda la noche destapándose y tapándose. Recuerda que si los pies y las manos están calientes, podrás conciliar el sueño, incluso si apagas la calefacción al acostarte.
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