La subida del precio de la luz, que todavía no se ha estabilizado, nos provoca cierto desasosiego de cara a los meses fríos que están por llegar. Por eso, si tu vivienda no es una ‘passivhaus’, estas ideas prácticas te ayudarán a mantener a raya el consumo, sin pasar frío.
Invertir para ahorrar
Creemos erróneamente que la temperatura de una casa depende, sobre todo, de la calefacción. El concepto de eficiencia energética nos muestra muchos otros factores importantes a la hora de ‘mantener’ el calor de nuestros hogares. Así, en términos constructivos es fundamental invertir en buen aislamiento, teniendo en cuenta el grosor de los muros, los cristales de las ventanas, los cerramientos… “Los países del norte de Europa están muy acostumbrados a invertir en estos factores. Sin embargo, en España, quizás, lo estamos menos por nuestro clima, pero es algo que puede ahorrarnos mucho dinero a la larga. Cuando realizamos un proyecto transmitimos al cliente la importancia de la calidad en todo y este es un claro ejemplo: una vivienda que invierte al principio en un aislamiento de calidad tiene mucho ganado y… ¡ahorrado!”, apunta Laura de Carrillo Proyectos.
Conoce tus necesidades
Si vas a invertir y preparar tu casa para el frío, es importante conocer las necesidades de calefacción de tu vivienda, en función de su superficie, sus volúmenes y particularidades, su aislamiento, el clima de la zona... Y establecer, así, qué sistema se adapta mejor a lo que precisas. Si tu casa es pequeña, puede que te valga con una bomba de calor (un sistema eficiente), en segundas residencias, las chimeneas y estufas, como la de esta propuesta de Ikea, o los radiadores de ‘calor azul’ pueden ser una buena opción; mientras que en casas grandes o obra nueva, la geotermia o la aerotermia son los sistemas más eficientes.
Un truco para ahorrar es bajar la temperatura del calentador de agua a unos 49 grados (en lugar de 60º); una acción que puede contribuir a reducir un 10% más la factura de la luz", recomiendan desde ProntoPro.
Di sí a la geotermia
Aún bastante desconocida, estamos ante una de las energías renovables con más posibilidades y mayor eficiencia energética. “Los interioristas tenemos la obligación profesional de mirar al futuro y apostar por la innovación. Hoy en día todo circula alrededor de un mundo más sostenible, también en decoración por supuesto. Se está apostando mucho por la geotermia, una solución innovadora muy potente, que aprovecha el calor del que emana del interior de la Tierra para producir agua caliente, calefacción y climatización. Algunas de nuestros últimos proyectos contaban con ello y es increíble cómo funciona”, cuentan desde Carrillo Proyectos.
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Hazte con una caldera o estufa de biomasa
Las de pellets, como esta de Leroy Merlin, u otros residuos naturales, además de ser mucho más sostenibles, ya que sus emisiones son mínimas, suponen un ahorro de hasta un 50%, respecto a una convencional de gas ciudad o gasoil. Sin olvidar, el encanto del fuego. No hay nada más bonito que poder encender una chimenea en el salón. “Mis favoritas son las que funcionan con vapor de agua, existen muchísimos formatos y acabados y son de fácil instalación. Las recomiendo 100%”, afirman desde Carrillo.
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Pon tus radiadores en forma
Por eso, es conveniente revisar los radiadores antes de encenderlos e incorporar sistemas de regulación y control, como los termostatos conectados que ajustan la temperatura de la calefacción y permiten optimizar el consumo energético. "Es importante utilizar correctamente la calefacción. Para ello, utiliza bien los termostatos, evitando grandes diferencias de temperaturas. Es mejor no apagarla para que vaya regulándose a tiempos", aconseja el interiorista José Arroyo. Así, poner el termostato entre 21º y 22º (hasta 18ºC por la noche) logrará reducir el gasto hasta un 13%, sin pasar frío.
Apuesta por la domótica
Además de hacerte más cómodo y confortable el día a día, supone un importante ahorro para el bolsillo, sin olvidar el medio ambiente. “Los sensores de temperatura y los servomotores instalados en las válvulas de la calefacción permiten que el sistema detecte si la temperatura de salida ajustada es demasiado alta o baja. Dicha temperatura se puede adaptar en función de la exterior. De esta manera, se logra un uso energético óptimo en la casa, evitando gastos innecesarios", explica Germán López, director de Gira España.
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No dejes que se escape el frío
Puedes hacer obras e invertir en unas buenas ventanas con rotura de puente térmico y doble vidrio con cámara intermedia, estas de Rehau tienen la certificación 'Passivhaus' lograrán hasta un ahorro de un 30%. Pero también puedes realizar pequeños gestos que te ayudan a controlar el consumo. Así, en viviendas con espacios abiertos, una buena idea es instalar una puerta corredera que deje el frío en la entrada y mantenga la temperatura del salón-comedor; apagar los radiadores en aquellas habitaciones que no usas, como ese cuarto que hace de trastero; ventilar la casa temprano durante máximo 10 minutos, para no desperdiciar el calor acumulado al mediodía o por la tarde; o poner paneles reflectantes detrás de los radiadores. Una "solución no muy estética que, sin embargo, te permitirá ahorrar entre un 10% y un 20% en calefacción, ya que evitan que el calor se acumule en la pared, dispersándose con mayor facilidad y en menor tiempo por la estancia”, aconsejan desde Primagas.
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Calefactores de quita y pon
El teletrabajo también influye en nuestro gasto energético, ya que como estamos en casa, no podemos apagar la calefacción (tampoco es recomendable hacerlo). Por eso, es recomendable bajar los grados de la calefacción y usar calefactores (este de Thomson) por la mañana, cuando las temperaturas son más altas e incluso brilla el sol. Evidentemente no estamos hablando de calentar el salón con ellos, sino de reforzar la general en ciertas zonas como el baño o el rincón de trabajo. Puedes encenderlos en determinados momentos, a la hora de ducharte o a primera hora de la mañana y después apagarlos.
Abriga tu casa
El estilo ‘cocooning es ideal para subir los grados, sin tocar el termostato. Lo primero es recurrir al poder y al calor de las mantas (esta de Maisons du Monde) y ponerlas en el sofá, en una butaca, en la cama o en el respaldo de la silla de oficina, para primera hora de la mañana. Después, coloca alfombras, que no solo proporcionan una pisada más cálida y agradable, sino que transmiten la sensación de calidez y alíate con textiles gustosos y apetecibles, donde no deben faltar la lana, los cojines de pelo y el tejido polar.
Y abrígate tú
El estar en manga corta en casa, mientras fuera la temperatura no llega a un grado no es una opción, ya que te obligará a tocar el termostato, elevando tu consumo sin necesidad. Tampoco se trata de ponerte el jersey de cuello alto, sino de elegir un ‘look’ cómodo, calentito y con estilo, como el de esta propuesta de La Redoute. Y no, no tiene que ser siempre un chándal, hay colecciones ‘homewear’ con las que podrás salir a la calle.