El método Montessori busca que los niños crezcan felices, libres y autónomos, según tres pilares principales: orden, sencillez e independencia. En la habitación infantil, esto requiere una decoración de interiores con elementos a su medida y de fácil acceso, que garanticen su seguridad, les haga sentirse protegidos y les permita elegir desde el juguete que quieren en ese momento a la ropa que van a ponerse. Si en el resto de la vivienda, la decoración ecléctica es sinónimo de personalidad y carácter, no ocurre lo mismo aquí. Es importante que te centres en un único estilo, donde reine la armonía, la organización y el equilibrio. Debe ser creativa e inspiradora, pero no caótica ni demasiado expresiva.
Quién está detrás
Detrás de este método que se aplica en guarderías, escuelas y universidades se encuentra María Montessori. Una pedagoga y educadora italiana que rompió con todo lo establecido anteriormente y estableció el aprendizaje del niño, a través de la independencia: “No se puede ser libre, si no se es independiente”, es una de sus frases más célebres. Estas ideas de decoración te ayudarán a montar un cuarto infantil Montessori en casa.
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Sencilla, funcional y… ¡a su medida!
Pónselo fácil. Aunque queremos que sea bonita, sobre todo buscamos que sea práctica. Por eso, elimina todos los elementos decorativos innecesarios y deja espacio para aquello que le sirve en el día a día y fomenta su desarrollo. El menos aquí es… ¡mucho mejor! Por eso, si los metros no son un problema deja espacio suficiente delante de la cama para que pueda moverse libremente y que para trasladarse de un sitio a otro de la habitación no tenga que hacer una carrera de obstáculos.
Es importante que todo esté a su medida, incluido el escritorio. Cuando son bebés, el suelo y la alfombra son sus 'territorios'. Sin embargo, según van creciendo necesitan una mesa donde 'trabajar' como si fueran mamá, hacer un puzle o pintar sus obras de arte. Aunque no debe ser muy grande, es importante que esté a su altura (unos 55 cm) y tenga una sillita a juego, cómoda y manejable.
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Colores suaves
Es una norma del dormitorio, los colores suaves y poco estridentes ayudan a conciliar el sueño, y la habitación infantil no es ajena a esta norma. Si quieres dar un toque personal, pon un zócalo alto, o incluso empapela una o todas las paredes con un papel pintado especial. También es importante apostar por materiales y textiles naturales que favorezcan una atmósfera más saludable y sostenible. Saca desde pequeño su lado ‘eco-friendly’.
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Una cama en el suelo o cerca
La idea es que tu hijo pueda acostarse y levantarse solo, lo que le ayudará a a regular su sueño. Por eso, olvídate de esas camas altas que para subir parece que tuvieran que escalar el Everest y apuesta por diseños directamente en el suelo o estructuras que tienen el colchón casi en el pavimento. Aunque las barreras quitamiedos no son ni necesarias ni recomendables, para los más pequeños puedes hacer una excepción e incorporar una barra que evite que se caiga, permitiéndole al mismo tiempo levantarse y acostarse. Esta opción te permite incluso decir adiós a la cuna.
Una (acogedora) alfombra
En las habitaciones infantiles, las alfombras cumplen varias funciones. Además, de ofrecer una pisada cálida al levantarse, también es una zona de juegos que crece con él. De esta manera, cuando es bebé puede divertirse en ella y aprender a darse la vuelta por sí mismo, por ejemplo; mientras que después puedes añadir cojines y convertirse en el lugar perfecto para dormir la siesta o ser una magnífica mesa para jugar o pintar.
Un minivestidor
Buscamos que sea independiente y seguro, por eso una buena idea es colocar un armario o, incluso, un mini vestidor, que le permita acceder a su ropa, dándole la oportunidad de elegir las prendas que quiere ponerse ese día. Eso sí, no te extrañe que muchas mañanas decida que su disfraz preferido es la mejor opción. Una vez más, la idea no es poner todo a su disposición, así solo conseguirás aturullarlo, sino dejarle algo de ropa acorde a las salidas previstas y la temperatura del día. No dudes en colocar cerca un taburete o una silla donde ponerse los zapatos y los pantalones y donde pueda dejar la ropa que ha decidido dejar para mañana.
“Deben ser muebles proporcionados a su tamaño y fuerza, que les permitan el movimiento físico y psíquico. La idea es que el niño tenga a su alcance todo lo que necesita para hacer por sí mismo los trabajos de la vida diaria, como lavarse o vestirse”, señalan desde Hannun.
Un espejo
Los espejos son un clásico del método Montessori, ya que le permite mirarse, admirarse y tomar conciencia de su reflejo, su cuerpo y sus movimientos. Puedes fijarlo a la pared (a su altura por supuesto) y poner una barra o similar paralela al suelo. Una buena idea para aprovechar el mismo modelo durante mucho tiempo es colocarlo en horizontal cuando no camina y girarlo verticalmente a medida que crece.
Un espacio creativo
La música y las artes son formas de aplicar la pedagogía Montessori. En la habitación infantil, puedes poner un tipi donde inventar aventuras, leer o dormir la siesta o montar un pequeño escritorio práctico y divertido para ayudarle a sacar su vena artística y realizar las manualidades que más le gustan. Adáptalo a sus gustos, si le gusta la pintura, pon una pizarra y tizas o un cuaderno con lápices colores, por ejemplo.
También es recomendable contar con una biblioteca, de fácil acceso, basta con un pequeño estante en el que puede colocar algunos libros, que debes renovar de vez en cuando para aumentar su curiosidad. Es importante que coloques las cubiertas de los libros boca abajo para que sean visibles y puedan elegir más fácilmente.
Con buena luz
La iluminación es clave en la decoración de la casa y también en una habitación infantil Montessori. Lo recomendable es favorecer la luz natural durante el día y crear una suave y tenue por la noche. Es importante que coloques cerca de la cama, un modelo de sobremesa que pueda encender y apagar cuando le apetezca, dándole mayor seguridad y que, según crezca, los interruptores estén al alcance de la mano para que los encienda como un adulto. ¡Estará encantado!
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Juguetes a su alcance
Con el fin de promover la autonomía de tu hijo, el método Montessori recomienda instalar el almacenamiento al alcance de su mano. Las opciones son muy variadas. Desde estanterías a su altura hasta cestos en el suelo o contenedores con ruedas. Así, solo tendrá que elegir los juguetes que le interesen cuando quiera. Además, no debes dejarle demasiados juegos, peluches y muñecas a su alcance, lo ideal es ofrecer opciones para elegir, sin pasarse, y cambiarlas de vez en cuando por nuevos descubrimientos. Respecto al tipo de juguete idóneo, mejor aquellos que les ayuden a desarrollar su imaginación y les enseñen al mismo tiempo.
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Paredes que hablan
Y dicen mucho de él. No dudes en poner cuadros, pósteres y láminas de animales, lugares o todo lo que les gusta. Así, además de decorar tendrán una ventana al mundo desde la que contemplar las mil maravillas. Por supuesto, también debe haber hueco para sus dibujos y obras de arte y es importante que ellos decidan qué quieren colgar.
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