Los cubrerradiadores son una solución decorativa y práctica si no te gusta la estética de tus radiadores o estos están viejos y pasados de moda. Aunque su principal función es la de ‘esconder’ el radiador, un cubrerradiador puede servirte también para potenciar el estilo de cualquier estancia. Te explicamos cuáles son sus ventajas y cómo hacer uno paso a paso con el que, además, ganarás más espacio de almacenaje en tu casa.
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La solución más estética
Los cubrerradiadores son una solución estética perfecta para ocultar la imagen de estos útiles y necesarios aparatos. Lo ideal es instalar uno que encaje con el estilo de la estancia y que te ayude a potenciarlo. Hay tiendas que venden modelos de todos los tipos: desde los más modernos a los más clásicos y hasta con almacenaje. Los hay incluso que son abatibles, ideales para contar, por ejemplo, con una mesa extra en la cocina cuando sea necesario y, al mismo tiempo, encontrar un elemento para ocultar su antiestética imagen.
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Ventajas de un cubrerradiador
Además, aumentan la seguridad, ya que los radiadores suelen estar a altas temperaturas y pueden ser peligrosos, especialmente para los niños. Sumándose a esta ventaja, un cubrerradiador también puede sacar partido a ese espacio que desaprovecha el radiador. Y no solo a nivel estético, sino que se puede planificar con almacenaje (como el del tutorial que vamos a enseñarte a hacer). Incluso puedes elegir uno con un estante algo más ancho que haga las veces de consola donde colocar un espejo, un jarrón con flores secas o unos adornos Además ayudan a que el equipo se mantenga limpio durante más tiempo.
Qué necesitas para hacer tu propio cubrerradiador
En este paso a paso os enseñamos cómo hacer un cubrerradiador con almacenaje y de forma sencilla. Y, aunque este presume de una estética, tú puedes pintarlo y colocar los tiradores que mejor encaje con tu estilo. Antes de empezar, reúne todas las herramientas y materiales que necesitarás:
Herramientas: Cubeta, rodillo, guantes, brocas y puntas, taladro/destornillador, minisierra circular, cinta métrica, escuadra, gafas, clavadora y compresor.
Materiales: tablero de DM, listones de DM, 2 pomos o tiradores, 4 bisagras, clavos, tornillos de varios tamaños, cola, pintura blanca y pletinas o escuadras metálicas pequeñas.
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1. Toma medidas y corta los listones
Antes de ponernos manos a la obra, lo primero que vamos a diseñar es la estructura del cubrerradiador. Para ello, utiliza un metro mide el espacio disponible para el mueble. Mide el radiador y añade entre 6 y 10 cm más por cada lado, así como por la parte superior (si el radiador está debajo de la ventana, adapta la medida al espacio disponible). Después, calcula cuánto quieres que midan los módulos laterales (que convertiremos en armarios). Suma estas medidas a la anchura del radiador y tendrás el largo con el que tienes que cortar los listones de la estructura interior.
A continuación, emplea la minisierra para cortar los listones. “Para que sea más seguro fíjalos con unos gatos a la mesa de trabajo”, nos recomiendan desde Leroy Merlin.
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2. Monta la estructura
Según nos explican desde Leroy Merlin, cuando hayas terminado de cortar los listones, monta la estructura. Haz primero la parte delantera y después la trasera. Aplica cola en cada unión para reforzar la estabilidad del mueble y luego atornilla las piezas. A continuación, une las partes trasera y delantera con los listones, más cortos, que marcarán la profundidad del cubrerradiador. Hazlo igual que antes (primero encola y después atornilla). Para darle más estabilidad, coloca unas pletinas o escuadras metálicas en cada ángulo.
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3. Haz los módulos de almacenaje
Una de las ventajas del mueble que estamos haciendo es que, además de ocultar el radiador, está diseñado con un módulo de almacenaje a cada lado. Así, el siguiente paso es crear estos módulos, que se tratan de “dos cajas con puerta, que encajan en la estructura”, explican desde Leroy Merlin. Antes de empezar, mide los módulos en la estructura que has hecho y corta el tablero de DM con la minisierra. Ten en cuenta que llevan la trasera, dos laterales, la tapa y la base.
Monta los tableros en la estructura de los listones y fíjalos con clavos (será más fácil si empleas una clavadora y compresor). Según nos señalan desde la firma francesa, recuerda que “los tableros de los laterales van instalados por el exterior, que será la cara vista del mueble”. Mide el hueco de la puerta y córtala.
Un consejo: aunque los módulos laterales tengan las mismas medidas, te recomendamos que midas ambos lados por posibles diferencias.
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4. Realiza el compartimento del radiador y pinta el mueble
Ha llegado el momento de hacer la parte del mueble que cubrirá el radiador. Empieza midiendo el tamaño de los listones frontales y corta las piezas del tablero de DM. Cuando los tengas, fíjalos a la estructura con clavos.
Corta también piezas más finas a modo de embellecedores para la parte superior e inferior de los módulos laterales, así como la tapa superior del mueble.
Cuando tengas todas las piezas cortadas, empieza a pintar el cubrerradiador. Desde Leroy Merlin recomiendan “utilizar un rodillo para que la pintura quede más lisa y sin brochazos”. Pinta todas las piezas del mueble tanto por el interior o por el exterior y deja que se seque según las instrucciones del fabricante.
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5. Monta el mueble
Cuando las piezas están secas, empieza a montar el mueble con la ayuda de la clavadora y el compresor. Al montar los listones que van en el módulo del radiador, deja, al menos 2 cm entre ellos para que el calor pueda salir con facilidad.
Para montar las puertas, comienza por presentar las bisagras y atornillarlas, así cómo los tiradores que hayas elegido.
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6. Fíjalo a la pared y disfruta del resultado
Para mayor seguridad, asegura el mueble a la pared con unas escuadras atornilladas a la pared y al mueble. Desde Leroy Merlin nos recomiendan, además, que “si quieres aprovechar mejor el espacio interior, puedes colocar estantes interiores”. Ahora ya podrás disfrutar de un bonito mueble que proteja y oculte tu radiador. Coloca un cuadro o un espejo en la pared superior para darle más presencia y deja que su estilado suba el nivel de tu casa.
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