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casa londres© MATTIA BETTINELLI

Entramos en la elegante casa en Londres de Sofía Barattieri Weinstein, mecenas de la moda y coleccionista de arte

‘Cuando llegué a esta ciudad en 1997, pensé que solamente sería de paso, pero se ha convertido en el lugar donde ha transcurrido la mayor parte de mi vida y donde conocí al padre de mis hijos, he sido madre y he conocido también a mi actual marido’


5 de noviembre de 2021 - 8:04 CET

Sofía Barattieri Weinstein es la expresión de su hogar en Londres. Una casa refinada, no llamativa y muy elegante, que te envuelve con su encanto relajado, te intriga la mirada con sus formas y colores y donde el arte retrata el carácter y estilo de vida de su propietaria. Sofía es una mujer culta, curiosa, sociable, apasionada, leal, interesada y atenta a los cambios, pionera de grandes proyectos y seguidora de la industria de la moda desde hace muchos años. En primer lugar, con su empresa de social shopping (compras online), que lanzó en 2009. Después, como mecenas y creadora de oportunidades laborales, fomentando y apoyando el trabajo de jóvenes diseñadores ingleses y, también, como miembro de la organización cultural Serpentine, a artistas emergentes. Su marido, Brian Weinstein, es una figura importante del Bank of America y jefe de la organización CEAR, cuyo objetivo es promover la igualdad de oportunidades entre los más desfavorecidos. Con ellos viven los tres hijos de Sofía, nacidos de su primer matrimonio. Violetta, sensible y artística, baila y dibuja; Apollina, una estudiante muy ocupada que se prepara para entrar en la universidad estadounidense, ama la música, las matemáticas y la física, y Ludovico, que estudia en una universidad de Boston (Estados Unidos), es un joven que se muestra muy interesado por los grandes temas del momento y sigue a los pensadores críticos en sus podcasts. Es una familia muy unida, que basa sus valores en el respeto y la comunicación recíproca.

Portada HOLA 4032© Hola

—Sofía, dinos: ¿cuál es tu compromiso social? 

—Mi apoyo a la industria de la moda en Inglaterra desde el año dos mil nueve. En aquel momento, con mi innovadora empresa de compra social, brindé mucho apoyo a la nueva y futura industria inglesa en varios sectores. También soy una de las primeras fundadoras del Fashion Trust, organización creada por un club de mujeres para ayudar a los diseñadores ingleses con donaciones o haciéndonos sus clientes. Dado el éxito obtenido, nos han incluido en una organización benéfica aún mayor: la fundación BSC. También he promovido el proyecto en Italia que forma parte de la Cámara Nacional de Moda.

“La transformación de mi sala de estar fue asombrosa, ya que los techos, muy altos, y las seis ventanas que dan al jardín crean un ambiente perfecto para recibir invitados”

—¿Qué visión tienes del mundo moderno y del futuro? 

—Me ha interesado siempre la sostenibilidad, un tema que en la moda es muy delicado porque no está claro cómo se pueden transformar las grandes industrias en ecosostenibles. En mi día a día, aplico el sentido común a la hora de consumir y soy muy cuidadosa con el reciclaje. Regalo árboles para apoyar a Tree Lovers, no uso plástico, utilizo detergentes ecológicos y llevo un coche eléctrico. También me interesa el tema de la longevidad y he aprendido que es algo que no solamente le concierne al cuerpo, sino también a la mente, especialmente en lo relativo al manejo del estrés y las emociones.

Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
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Arriba, una vista de la fachada del señorial edificio. Abajo, Sofía Barattieri Weinstein nos recibe junto a sus dos hijas, Violetta (sentada) y Apollina, en su casa de Londres, un hogar repleto de obras de arte y buen gusto hasta en los pequeños detalles, que compró en 2006. “Me enamoré del jardín comunitario, que estaba completamente florecido cuando lo visité”.

—Háblame de la casa.

—La compré en el año dos mil seis, porque me enamoré del jardín comunitario, que estaba completamente florecido cuando lo visité. Tres años después, compré el piso adyacente de mis vecinos y empecé la reforma. La transformación de mi sala de estar fue asombrosa, ya que los techos, muy altos, y las seis ventanas que dan al jardín crean un ambiente perfecto para recibir invitados y también para relajarse y admirar la Naturaleza. —Hace una pausa y añade—: Recientemente, he renovado la casa porque sentía la necesidad de adaptar el mobiliario a mi nueva sensibilidad hacia los colores y las proporciones. Del mobiliario nuevo, una de las cosas que más me gustan son las dos alfombras. Mi querida amiga Brighitta Spinocchia Freud, talentosa diseñadora de interiores, tuvo la maravillosa idea de usar dibujos y mensajes de mis hijos en ellas. Una de mis frases favoritas es la de Ludovico, que, con seis años, me describió como “My mum is how chewy as meet (misspelled)”. La mesa de centro es de un artista alemán, Lukas Wegwerth. Su pasión por los materiales orgánicos ha hecho que su base parezca un enorme entrelazamiento de ramas sobre las que se sostiene el cristal.

“El retrato de la Reina Isabel de Inglaterra es, sin duda, una de las obras más admiradas de nuestro salón. Si la miras a menudo, parece que forma parte de nuestra conversación”
Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
Sofía está casada en segundas nupcias con Brian Wenstein, una figura importante del Bank of America y jefe de la organización CEAR. Del primer matrimonio de ella nacieron sus dos hijas (en la imagen) y su hijo, Ludovico.

—Una de las piezas que sobresale es el sillón-escultura violeta, ¿quién lo diseñó?

—Es obra de Fredrikson Stallard y sus formas monumentales me recuerdan a una piedra polifacética. Las dos lámparas de pared son de Glithero y los dos sillones y las mesas de centro son art déco. Los compré en Italia hace unos veinte años y son parte de la colección de una casa genovesa. Los dos grandes sillones son muy queridos por los ajedrecistas de la casa y, dada su importancia, el tablero de ajedrez y las figuras fueron creados por un talentoso artesano napolitano. Los dos taburetes los compré en Milán y son de Osanna Visconti, otra artista que, en mi opinión, crea objetos muy elegantes. El conjunto es muy colorido, y, a la vez, relajante e íntimo.

Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
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Sobre estas líneas, la sala de estar, presidida por una mesa de centro realizada por el artista alemán Lukas Wegwerth. Su base simula un enorme entrelazamiento de ramas, sobre las que se colocó el cristal. La estancia tiene salida a una coqueta terraza, donde la familia se relaja y disfruta de la Naturaleza.

—¿Cuáles son tus pinturas favoritas?

—Las de dos artistas rusos, los Kabakovs. Viven en Nueva York y, con el paso de los años, se han convertido en amigos de la familia. El retrato de la Reina Isabel de Inglaterra, de Kristin Levine, es también, sin duda, una de las obras más admiradas del salón. Tiene los ojos cerrados, un momento de cansancio que capturó Kristin haciéndola humana y verdadera. La técnica empleada también es importante, ya que hace que parezca tridimensional. Si la miras a menudo, parece que forma parte de la conversación.

“Los dos grandes sillones ‘art déco’ son muy queridos por los ajedrecistas de la casa y, dada su importancia, el tablero y las figuras fueron creados por un talentoso artesano napolitano”
Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
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En la imagen superior, otro rincón de la casa, donde destaca el original retrato de Isabel II de Inglaterra, de Kristin Levine: “La técnica utilizada es importante, ya que hace que la Reina parezca tridimensional”. La vivienda, blanca y luminosa, está repleta de cuadros.

—¿El centro de la casa es el comedor?

—Sí, hemos puesto dos mesas cuadradas que, durante el día, se cubren con mis libros favoritos de arte y diseño y que también son muy utilizadas para leer y estudiar. Por la noche, se pueden transformar en una gran mesa para cenar con amigos. Nosotros lo usamos mucho porque nos encanta recibir y pasar las tardes en casa. El mueble azul ha sido creado para nosotros por los artistas de Glithero, los dos grandes jarrones que iluminan la estancia son de Rene Grau, un ilustrador de Dior especializado en lacados y la obra más querida es el gran tríptico de Massimo Viale de los Foros Imperiales. Mi marido se enamoró de ella en una exposición, porque, durante nuestra relación, pasamos muchos fines de semana en Roma. Lo quería como símbolo de nuestra unión. Tuvimos mucha suerte de que entrara en esta habitación, porque es realmente una obra de museo.

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En la imagen, Apollina, que se prepara para la universidad estadounidense, adora la música, las matemáticas y la física.

—En el baño se respira mucha Naturaleza, ¿no? 

—Lo iluminó un artista inglés que pintó una imagen muy romántica de pájaros en un paisaje invernal. A mí me encanta entrar en él por las mañanas.

—Tu habitación, en cambio, tiene un toque oriental, ¿por qué? 

—Decidí cubrirla con un tapiz de flores de cerezo bordadas y pintadas a mano por De Gourney porque me parece muy acogedor y relajante. También estoy enamorada de los dos cajones grabados a mano por el artista francés Zoé Ouvrier. Como me gusta ver algo agradable al despertar, he colgado la foto de Marilyn Monroe tomando el sol en la cama, que le hizo Dauglas Kirkland. Parece que me da los buenos días.

“La obra más querida del comedor es el gran tríptico de Massimo Viale de los Foros Imperiales de Roma. Mi marido, Brian, lo quería como símbolo de nuestra unión”
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“Me interesa el tema de la longevidad y he aprendido que es algo que no solamente le concierne al cuerpo, sino también a la mente, especialmente en lo relativo al manejo del estrés y de las emociones”.

—En la entrada de la casa, has decidido hacerle un brindis al arte. 

—En la entrada se eleva el Discóbolo de Yinka Shonibare. Para esta escultura, me arriesgué mucho y creé una base de color pistacho y una alfombra bastante inusual. Me pareció que el efecto era fresco y que no le restaba nada a ese hermoso trabajo. El mueble art déco del pasillo lo compré en mi juventud y me sigue a todas partes porque me encanta. Encuentro que va muy bien con la pintura de Pignatelli. Por otra parte, mi ‘baño sauna’ es el último proyecto de la casa. Las paredes cubiertas de monos fueron pintadas por el artista Frederick Ximslet. Teníamos que buscar colores que hicieran que la sauna pareciera un elemento integral y encuentro que el verde aguamarina con todos los tonos beis crea mucha armonía. El espejo a medida del diseñador francés Ubert la Gal y el lavabo totalmente tallado a mano en piedra fueron diseñados y fabricados en Italia por Brighitta Spinocchia Freud. Las fotografías son de AdeY, que es un artista nuevo de Little Black Gallery que he comenzado a coleccionar.

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Arriba, la elegante mesa de comedor. “Lo usamos mucho porque nos encanta recibir”, afirma nuestra anfitriona.Sobre estas líneas, el gran tríptico de Massimo Viale del Foro Imperial de Roma: “Tuvimos mucha suerte de que entrara en esta habitación, porque es realmente una obra de museo”. Abajo, izquierda, el ‘Discóbolo’ de Yinka Shonibare, que se encuentra en la entrada de la casa.
© MATTIA BETTINELLI
Arriba, la elegante mesa de comedor. “Lo usamos mucho porque nos encanta recibir”, afirma nuestra anfitriona.Sobre estas líneas, el gran tríptico de Massimo Viale del Foro Imperial de Roma: “Tuvimos mucha suerte de que entrara en esta habitación, porque es realmente una obra de museo”. Abajo, izquierda, el ‘Discóbolo’ de Yinka Shonibare, que se encuentra en la entrada de la casa.

—¿El punto de reunión familiar es la cocina? 

—Sí, la cocina es la alegría de la familia, a todos nos encanta comer y cocinar y las chicas han jugado toda la vida en ella. Es, sin lugar a dudas, la habitación más querida y usada de la casa. Yo preparo mis platos sanos y delicados, jugamos a las cartas, celebramos cenas íntimas. El mobiliario es sencillo y funcional y la mesa del gran ventanal recuerda a un bistró francés. Aparte de la iluminación industrial, el único elemento verdaderamente decorativo es la gran obra fotográfica de Montserrat Soto.

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La vivienda tiene como hilo conductor en su decoración la Naturaleza. A la derecha, un primer plano de Violetta, una chica sensible y artística que baila y dibuja.

—En tu estudio has creado un lugar fantasioso, ¿por qué?

—Es mi jungle room, un lugar donde me siento tranquila y donde trabajo y leo. Frederick Wimslet pintó las paredes siguiendo el tema de la jungla y creó un gran árbol en el que hay seis loros, cada uno representando a cada miembro de la familia, incluido el perro, Fuffy, y al padre de mis hijos. Sus posiciones y colores están sintonizados con las personalidades de cada uno. La mesa de escritorio fue creada por mi amigo el artista Manu Crotti. También es un vuelo de fantasía donde aves exóticas y hojas de plátano se entrelazan.

“Mi cocina es la alegría de la familia. A todos nos encanta comer y cocinar y las chicas han jugado toda la vida en ella. Sin lugar a dudas, es la habitación más querida y usada de la casa”
Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
Casa Londres© MATTIA BETTINELLI
Sobre estas líneas, la fotografía de Marilyn Monroe y dos preciosos cajones grabados a mano por el artista Zoé Ouvrier. Arriba, la habitación principal, cubierta con un tapiz con flores de cerezo bordadas y pintadas a mano.

—¿Cómo es tu vida en Londres?

—Londres es, ahora, mi hogar. Llegué a esta ciudad en mil novecientos noventa y siete, pensando que sería solamente de paso, y, mira por donde, es el lugar donde ha transcurrido la mayor parte de mi vida y donde se han materializado la mayoría de las cosas que definen mi vida: aquí es donde conocí al padre de mis hijos, he sido madre y donde también he conocido a mi actual marido. También, donde inicié mi primera empresa y donde he creado algunas de mis amistades más importantes. Es una ciudad sumamente animada e interesante, pero, al mismo tiempo, muy habitable. A nivel personal, vivo una vida cultural y social muy rica desde el punto de vista del arte, el cine y el diseño. Sin embargo, lo más emocionante de Londres es la calidad de la gente que vive aquí, personas de todo el mundo y de orígenes muy diferentes que conviven contigo y te permiten enriquecerte continuamente. Amo a Londres y no podría vivir en ningún otro lugar.

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Arriba, la cocina, que cuenta con un mobiliario sencillo y funcional. Aparte de su iluminación industrial, el único elemento decorativo es la gran obra fotográfica de Montserrat Soto. Derecha, la mesa que han colocado junto a un gran ventanal y que recuerda a un bistró francés. Izquierda, Sofía, con su hijo, Ludovico, que estudia en una universidad de Boston (Estados Unidos).
© MATTIA BETTINELLI
Arriba, la cocina, que cuenta con un mobiliario sencillo y funcional. Aparte de su iluminación industrial, el único elemento decorativo es la gran obra fotográfica de Montserrat Soto. Derecha, la mesa que han colocado junto a un gran ventanal y que recuerda a un bistró francés. Izquierda, Sofía, con su hijo, Ludovico, que estudia en una universidad de Boston (Estados Unidos).
REALIZACIÓN Y TEXTONANA BOTTAZZI
FOTOSMATTIA BETTINELLI
TRAJESALBERTA FERRETTI
DECORACIÓN FLORALNANA BOTTAZZI
JOYASFABIO SALINI
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAPABLO ARDIZZONE

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