Reflejo de un estilo british en su versión más actual y sofisticada. Este apartamento decorado por la interiorista Sarah Ward reúne las claves para comprender cómo planificar un apartamento de pocos metros con un estilo marcado y luxury sin perder confort. Las vistas hacia la abadía de Westminster impresionan y marcan en cierta manera la decoración de interiores.
Espacios compartidos en la zona de día
Ward and Co. es un equipo de diseñadores de interiores encabezados por el dúo de madre e hija, Sarah y Rosie Ward. Sus trabajos se caracterizan por la calma que transmiten, espacios llenos de alma y detalles encantadores. Las decoradoras han sabido transmitir su esencia a esta vivienda, ubicada en un lugar privilegiado con vistas a Westminster (cerca del Palacio de Buckingham en Londres). Lo que se le pidió a Sarah Ward por parte de los clientes es que el resultado fuera atemporal. En la zona de día, estar, comedor y cocina comparten el mismo espacio en una planta diáfana en la que no sobran los metros. Cada ambiente tiene entidad en sí mismo y, al mismo tiempo, encajan entre ellos para crear un espacio equilibrado.
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Cocina abierta e integrada
A través del color neutro de los muebles de cocina, este ambiente se integra en el resto de la estancia, en la que predominan los tonos nude para crear una base cromática sosegada. Tanto en salón como en comedor, se incorporan otras tonalidades que aportan brillo y algún matiz de color más atrevido, como un rubor, que levanta el conjunto.
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La cocina con distribución en L
Se aprovecha una pared larga y una más corta con ventana para crear una cocina con distribución en forma de L. La ventana típica inglesa aporta el barrotillo tradicional en blanco y llena de luz el espacio. Para no perder la sensación de elegancia, se han prescindido de azulejos y en su lugar, en el frente de trabajo, se ha prolongado el material de la encimera.
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Una zona de estar extraconfortable
El sofá tapizado en color crudo es el elemento delimitador del espacio en una estancia abierta. Los cojines en colores intensos (coral y marrón grisáceo) son los que personalizan junto a los auxiliares -pufs y butaca- que tienen aquí un peso relevante. La inspiración para todo el concepto de mobiliario fue una tela, la del taburete, de Aboytt y Boyd. La interiorista Sarah Ward lo tomó como punto de partida para escoger colores, texturas y muebles. Además de los pufs, la zona de asientos se completa con el sillón Cayo Bold de Brabbbu, realizado a medida en un elegante tono verde oliva en terciopelo.
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El comedor
Los tonos suaves en crema, hueso y marrón le dieron al apartamento una agradable sensación de amplitud y confort. En la zona del comedor no aparece ningún otro color. Aquí destacan las obras de arte de las paredes y se pone énfasis en el diseño de las ventanas. Sarah también cuidó especialmente el diseño del techo. Fue un desafío, ya que los techos altos reflejan lujo peor la vivienda no contaba con ellos. Así que se elevaron durante la reforma y se usaron tiras de luces LED para crear mayor sensación de lejanía.
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El dormitorio principal
Este apartamento cuenta con dos dormitorios completos y generosos en metros. Los tonos neutros escogidos para su decoración, como base, son un acierto que multiplica espacio y luminosidad. La cama ocupa una posición central, custodiada a cada lado por armarios y por puertas, la de acceso y la que comunica con el cuarto de baño completo con bañera. Los frentes del armario a cuarterones coordinan en un juego de neutros y tonos tierra con el diseño alto del cabecero. La iluminación perimetral del techo cre confort.
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Con mucho almacenaje
Era primordial optimizar el espacio para guardar por lo que se crearon dos armarios de generosas dimensiones, uno a cada lado de la estancia. Aquí se aprecia el interior de uno de ellos, en cuatro cuerpos independientes y diseñado a medida para rentabilizar el espacio, adaptando el interior a irregularidades y columnas de la habitación.
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El cuarto de baño principal
En suite, es decir, integrado en el dormitorio principal, se encuentra este baño en el que nada desentona. Su decoración no se sale de la tendencia luxury predominante en el resto de la vivienda. Se ha buscado la clase y distinción a través del uso de materiales de alta calidad y una paleta cromática relajante y neutra en tono crudo. Aquí se aprecia el frente de lavabo con doble seno y una gran luna de espejo e inodoro con cisterna empotrada y hornacina abierta sobre este.
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Con una gran bañera que también se usa como ducha
Un baño con ventana es siempre un plus. Su luz natural aporta calidez a una estancia que es fácil que resulte más fría. Y si se trata de un diseño british como este, es además un extra en la decoración. Frente a inodoro y lavabo, se ha ubicado una gran bañera que destaca por su pared con revestimiento marcado en relieve de trazos horizontales. La grifería mural evita que sobresalga en exceso. Además, cuenta con una mampara para cuando se usa como ducha y un rociador en el techo.
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Un segundo dormitorio de tonos más intensos
Para esta habitación, la interiorista respetó la base neutra de creación y añadió intensidad con los textiles y alguna pieza de mobiliario. El resultado sigue siendo confortable por la paleta usada de tonos arena y marrones, aunque más marcada y personal. No faltan, como en todas las estancias, el terciopelo y la seda, tejidos lujosos y elegantes que aportan distinción.
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El baño de cortesía, con ducha
Este baño de cortesía cuenta con un pequeño lavabo, inodoro y ducha. Esta ocupa la mayor parte del espacio para que resultase cómoda al usarse. La piedra en tono neutro reviste las paredes y el suelo, solo interrumpida por el gresite en tonos brillantes y metalizados del frente de la ducha, el mismo usado en el fondo de la hornacina sobre el inodoro suspendido.