El coronavirus nos ha hecho darnos cuenta de que nuestro dormitorio no es tan grande como pensábamos. Sin embargo, podemos hacer que crezca. Para ello, basta con poner en marcha ciertas ideas de decoración, aplicar siempre el sentido común y no dejar nada al azar para crear la ilusión de amplitud y hacer que los 9 o 10 metros cuadrados parezcan 15. ¿No nos crees? ¡Sigue leyendo!
1. Paredes en colores claros
Es uno de los principios que no admite discusión: los tonos claros harán que la habitación parezca más grande, mientras que los más oscuros la empequeñecerán. En el podio de los colores más idóneos está el blanco, aunque no es el único. Así, las tonalidades pastel, como este delicado rosa de la propuesta de Norsu Interiors, se prestan perfectamente a la distribución de un dormitorio pequeño por su suavidad y efecto relajante, y los grises y beis, incluido el ‘taupe’ pueden ser también una opción. Mientras que si deseas utilizar un color intenso o brillante, es mejor reservarlo para una sola pared y respetar la regla de los tonos claros en las otras tres.
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2. Coloca papel pintado en la pared del cabecero
Una vez establecida una caja neutra, toca ‘tunearla’ porque por muy pequeño que sea tu dormitorio no tiene que abrazar las paredes blancas a toda costa para transmitir sensación de amplitud. El papel pintado también puede ser un refuerzo para garantizar sensación de más metros cuadrados y estilo al mismo tiempo. La instalación en el ‘corazón’ de la habitación tiene el efecto de crear profundidad visual, aún más apreciable cuando se coloca en la pared contra la que se apoya el cabecero. Si tienes dudas, este ambiente de De Gournay te las disipará al instante. Bucólico y bello, las estanterías a medida a ambos lados también son una buena idea para copiar.
3. Elige los muebles adecuados
Cuantas veces un buen estilismo ‘deco’ se ha ido al traste por una pieza que no encajaba. Para diseñar con éxito un dormitorio pequeño, la elección de los muebles es fundamental. Está fuera de discusión apostar, por ejemplo, por una cama de 180 cm, si el tamaño de la habitación no es el adecuado. Lo mismo ocurre con las mesitas de noche que deben coincidir con el volumen total de la habitación. Los muebles que son demasiado grandes te impedirán moverte con facilidad, sin olvidar que parecerán desproporcionados. Así que si vas a ir de ‘shopping deco’ elige piezas que no invadan el poco el espacio disponible. Por ejemplo, mesitas de noche voladas, camas con capacidad de almacenaje, muebles bajos que no abrumen o soluciones como la Ptolomeo de Opinion Ciatti, que cumple dos funciones en una.
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4. Opta por la sencillez decorativa
Cuando se trata de decorar un dormitorio pequeño, mejor siempre la regla del ‘menos es más’. De hecho, sobrecargar sus muebles y paredes con adornos y accesorios de todo tipo debería estar prohibido. Lo mejor es apostar por una decoración sobria y refinada, que incluya un cuadro, dos lámparas de noche, uno o dos accesorios y un par de cojines. No abarrotes tu habitación. Esta propuesta de Laiaubia Studio es una buena demostración de la buena relación del minimalismo cálido visual y los espacios de pocos metros.
5. Respeta su razón de ser
Sabemos que el teletrabajo nos ha obligado a reinventar la casa y convertir el dormitorio en oficina, sala de reuniones y estar, pero lo ideal es respetar el espíritu del lugar y dedicarlo exclusivamente al descanso, especialmente si escasean los metros. Así, ganarás en comodidad y superficie. Si no puedes instalar la oficina en una habitación independiente, opta mejor por ubicarla en el salón, un lugar que generalmente es más grande que la habitación y que se corresponde mejor con el espíritu de despecho. Esta propuesta de Kave Home puede servirte de inspiración.
6. Usa la luz a tu favor
Una habitación bien iluminada siempre más grande. Para lograrlo, asegúrate de elegir las lámparas adecuadas, especialmente si no tienes suficiente luz natural. Lo ideal suelen ser dos lámparas sobremesa idénticas y aún dar preferencia a los apliques o a una lámpara de techo. Evita los halógenos dirigidos hacia el techo. Contrariamente a lo que se cree, compactan la habitación y reducen la sensación de espacio. No hace falta decirlo, pero contar con la mayor cantidad de luz natural es un requisito básico. Por eso, si tienes la suerte de tener ventana, no la bloquees con cortinas demasiado gruesas y opta por diseños ligeros, que dan intimidad sin bloquear el sol. En esta propuesta de La Redoute Interieurs, el proyecto lumínico incluye una luminaria de techo de fibras vegetales (una de las tendencias de decoración del momento), un modelo de sobremesa y mucha luz natural.
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7. Ropa de cama y cortinas blancas
Para acentuar la sensación de amplitud, di sí a la ropa de cama blanca, como la de esta propuesta de Sklun. Si las paredes pueden adueñarse de este clásico de la decoración, las sábanas, los cuadrantes, las fundas y las cortinas también son buenas aliadas de esta tonalidad suave y reconfortante que haremos más cálida con toques de madera y fibras naturales.
8. Aprovecha cada rincón y hueco
Las esquinas y los ‘huecos muertos’ pueden dar mucho juego a la hora de aprovechar las dimensiones de un dormitorio mini. Usa las esquinas, aprovecha la verticalidad o los espacios abuhardillados, como en esta propuesta de Pia Capdevila, para rentabilizarlos con muebles a medida o baldas. Recuerda que un rincón también puede ser un buen lugar para colocar un pequeño sillón o un bonito tocador para el día a día.
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9. Mejor un suelo claro
A veces, estamos tan preocupadas de paredes y mobiliario que se nos olvida el suelo. Por eso, si las paredes apuestan por los neutros, el pavimento también debe hacerse eco de ellos. El parqué blanco, como el de esta propuesta de Home24, o la moqueta crema son opciones prácticas y estéticas que evitan rupturas de estilo. La continuidad es la palabra clave para decorar un dormitorio pequeño, ya que la unidad decorativa lo aligerará y creará impresión de espacio. Así, tu habitación no solo parecerá más grande, sino también más armoniosa y agradable.
10. En orden
No hay nada peor que el desorden para abarrotar una habitación, independientemente de su tamaño. Cuando no sobran los metros, lo primero que debes hacer para agrandarlo es ordenarlo bien. Para ello, elige un almacenamiento inteligente y práctico, como cajones debajo de la cama, estantes, un armario con cajas y cestas. Recuerda que, si están a la vista, mejor en armonía con el resto de la decoración.
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11. Pinta una pared de un color atrevido
Si eres fan del color y crees en su poder para transformar los espacios y elevar el pensamiento positivo, úsalo en la pared más estrecha para ganar profundidad. Así, un tono como el amarillo en el cabecero de la cama captará mejor la luz natural, como ocurre en esta propuesta de Bruguer donde se ha usado junto al rosa y el naranja. Al asociarlo con paredes blancas, este plano reinterpretará la habitación en una atmósfera más espaciosa y única al mismo tiempo.
12. Sustituye un tabique por uno de cristal
Si el dormitorio pequeño en cuestión es el de un apartamento, quizás debes plantearte hacer obra, tirar paredes y abrirlo al salón mediante un tabique de cristal, como en esta propuesta de BoConcept. Una solución que deja circular libremente la luz y enlaza con las tendencias de distribución del hogar del siglo XXI: la apertura de la casa.
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13. Aprovecha la verticalidad
Baldas y estanterías tienen una doble ventaja: proporcionan espacio de almacenamiento sin abarrotar el suelo. Lo ideal es elegirlas lo más ligeras posibles, por lo que sacrifica la madera a favor de las metálicas. Otra buena opción son los percheros, que brindan un servicio diario sin recargar. Eso sí, esto no significa que llenes las paredes con una estantería XL, sino que busques el equilibrio visual. Por eso, busca la la longitud antes que la altura, para crear mayor profundidad.
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