Si quieres renovar la decoración de una estancia, el suelo es un elemento importante en el que fijarte, porque es capaz de transmitir mucho estilo. Los de madera aportan calidez, los mosaicos hidráulicos regalan ricas ornamentaciones, un azulejo liso en gran formato ofrece calma… Y bien, ten en cuenta que si te has cansado del aspecto actual que ofrece el pavimento, puedes recurrir a la pintura. En este paso a paso te mostramos cómo convertir un suelo simple en otro con personalidad propia, de forma fácil y sencilla.
María Carreró, profesional de la pintura decorativa y restauración, nos ofrece las claves acerca de cómo pintar con bellas ornamentaciones geométricas el suelo y, para comenzar, nos advierte acerca de qué tipos de suelos son válidos: tarimas, laminados, parqués, corcho y microcemento.
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Materiales y herramientas
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Pintura chalk paint (en este caso se emplea de la firma Vintro)
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Un rodillo de espuma
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Un rodillo de pelo
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Barniz (de Vintro)
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Una brocha plana de 100 mm (de Eco Ezee)
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Un trozo de poliestireno expandido, también denominado porexpán
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Papel de acetato o cartón
Para elegir la combinación de colores que más te gusten para el damero, contempla la posibilidad de crear un ambiente muy contrastado con claroscuros o bien todo lo contrario, algo más sereno. En todo caso, María recomienda emplear chalk paint (o pintura a la tiza) porque “posee una gran adherencia sobre diferentes superficies sin necesidad de ninguna preparación previa, exactamente igual que si hablamos de pintar un mueble. Esto significa que podemos trabajar sobre el suelo sin ninguna preparación especial, más allá de limpiarlo antes de comenzar, haciendo de este proyecto algo sencillo que cualquiera puede hacer”. En concreto emplea pintura de la firma Vintro suministrada por MaterialesDeco (materialesdeco.es).
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Paso 1: Pinta la base
Con un rodillo de pelo aplica una mano generosa del color para el fondo. No hace falta escurrir demasiado el rodillo, simplemente rodarlo suavemente para repartir bien la pintura y que deje una buena base. Deja secar unas 2 o 3 horas.
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Paso 2: Haz el damero
Dibuja en el suelo con lápiz, muy suavemente, los cuadrados del damero. Que sean de mayor o menor tamaño va a gustos, pero ten en cuenta que cuanto más pequeños resulten más trabajo te dará decorar el suelo.
Una vez decidido qué dimensiones tendrá el cuadrado, se recorta uno con poliestireno expandido y se aplica pintura en una de las caras con el rodillo de espuma, que posteriormente actuará a modo de sello. “Al ‘estampar’ lo que conseguimos es un efecto muy irregular y diferente cada vez, que en este caso me gusta mucho”, explica María.
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Al estampar aplica solo una ligera presión para marcar la pintura.
Una vez terminado el trabajo, toca esperar al menos otras 2 horas, para dejar secar.
Si tu suelo es de lamas, puedes hacer como María: “he aprovechado el ancho de las tablas para hacer coincidir el sello cuadrado”, revela.
Paso 3: Dibuja los círculos
Ahora, ayudado de una plantilla, es el momento de hacer los círculos. Emplea una hoja de acetato, una cartulina o un cartón. Protege el suelo antes de pintar y ya puedes comenzar con el estampado. “Al no repetir otro cuadrado, el diseño tiene un poco más de gracia”, opina la experta. Además, ganamos en sensación de volumen.
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Para conseguir el mismo efecto desigual con la pintura que antes, aplícala nuevamente con un ‘sello’ realizado con poliestireno expandido. El resultado son piezas estampadas con un atractivo efecto desgastado, lo que las hace únicas y ofrecen al suelo un aspecto Shabby Chic.
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Paso 4: El barnizado
Este es el resultado final. Aunque no puedes olvidarte de un último paso una vez tienes todo el suelo estampado. A continuación, debes dejar que esté bien seco, por ejemplo, dejándolo toda una noche, y después toca barnizar con el acabado que más te guste: mate, satinado o brillo.
En este caso María se decanta por un barniz base agua de Vintro, porque “no amarillea al tener un filtro UV, además su secado es muy rápido, y su acabado es muy resistente”. Hay que aplicar dos capas bien con rodillo o con brocha plana. ¡Un truco! “Si la primera mano la aplicas de izquierda a derecha, en horizontal; la segunda hazlo de arriba abajo, en vertical. De esta manera te aseguras de que no van a quedar poros sin barniz y de que la protección va a ser perfecta”, prosigue la experta.
El barniz también está formulado para exterior, lo que permite pintar con chalk paint hasta el suelo de la terraza. Y no solo eso, si te apetece también puedes hacerlo en cuartos de baño y cocinas, con este estupendo resultado.
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