mampara bano moderno© Duscholux

DECORACIÓN DE BAÑOS

10 cosas que debes tener en cuenta al elegir la mampara del baño

Para acertar, sin perder tiempo ni dinero


Actualizado 13 de octubre de 2021 - 18:05 CEST
© Duka

A estas alturas, la discusión entre cortina de baño o mampara tiene una clara vencedora. Porque, aunque las primeras han evolucionado y mejorado siguen sin convencer, salvo en determinadas circunstancias, ni a nosotros ni a los interioristas, y preferimos la estanqueidad, la estética y la higiene de las mamparas.

 

1. Sus (muchas) ventajas

Estamos ante uno de los elementos clave en la decoración del baño, ya que evitan las salpicaduras, aumentan la seguridad, resultan muy higiénicas, aportan mayor confort y pueden convertirse en una pieza decorativa por derecho propio, como ocurre con esta de Duka. La variedad de diseños, sistemas de apertura y materiales es tal que es fácil perderse y elegir sin tener en cuenta todas las variantes. Por eso, estas 10 prácticas ideas arrojarán algo de luz y te ayudarán a seleccionar la más idónea, según tus necesidades y la configuración del espacio.

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© Strohm Teka

2. El espacio disponible

La mampara debe adaptarse tanto al tamaño del plato o la bañera como a la distancia entre esta y el techo y las dimensiones del baño, teniendo en cuenta lo cerca que están los sanitarios o el lavabo, para que nada obstruya la apertura. “Mi recomendación antes de escoger la mampara es que sobre un papel pintes un plano con las medidas de la configuración de tu ducha, incluyendo el plato, ya que esto determinará tu elección. Ten en cuenta que, si no cuentas con mucho espacio, las correderas son las idóneas para espacios pequeños ya que sacan mayor partido a los metros”, aconseja José María Barros de Strohm Teka. Para que todo cuadre bien, es importante que midas tanto la parte alta de la ducha, hasta donde quieres que llegue la mampara, y a ras de suelo, ya que podría haber desniveles.

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© Ceramiche Refin

3. El plato de ducha

Evidentemente la forma del plato determinará el tipo de mampara más idónea, como en este ambiente de Ceramiche Refin, con dos paneles fijos y uno abatible. Ten en cuenta que las frontales son rectas y se colocan entre tres paredes (la del fondo y las dos laterales), las angulares se sitúan en esquinas en ángulo recto y cada lado puede tener longitudes distintas y las curvas son también para esquinas, especialmente en baños de pocos metros. Para espacios difíciles, lo mejor será recurrir a modelos a medida.

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© Sidekix Media en Unsplash

4. La distribución del baño

La distribución también tiene algo que decir. Desde Leroy Merlin establecen unas reglas básicas:

- En línea

Si los muebles y sanitarios están alineados en una sola pared, lo más adecuado es que entres a la ducha por el lado contrario. Puedes instalar un cerramiento fijo en el lateral próximo a los muebles y en el otro lado, tendrás libertad para elegir el tipo de puerta que quieras.

- En paralelo

Si tienes los elementos del baño distribuidos en las dos paredes más largas y al fondo se encuentra la ducha, la forma más cómoda de entrar a ella es por el centro.

- En L

Si los elementos de tu baño están dispuestos en forma de L, lo más habitual es que el plato de ducha esté colocado en una de las esquinas o, si es rectangular. que ocupe gran parte de la pared. Lo que más te conviene es un acceso central o lateral.

- Con difícil acceso

Si no cuentas con un espacio libre de 60 x 60 cm para entrar a la ducha, busca una solución que te permita acceder desde la esquina del plato. Si es posible, evita las puertas abatibles.

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© Duscholux

5. La limpieza

Para evitar tener que pasar la fregona cada vez que te duches, es conveniente que su perfil inferior cuente con vierteaguas, que impida que el agua salga al abrir la puerta, y que sea lo suficientemente alta para que salpique lo menos posible. Respecto a su limpieza en sí, las marcas de agua, los restos de jabón y la cal son sus tres principales enemigos. Por eso, es importante que incorpore un tratamiento antical, que haga su limpieza más eficaz y sencilla. Para mantenerla impecable, no la limpies nunca en seco, ya que podría rayarse, usa siempre jabones neutros y aclara con abundante agua, evitando siempre detergentes abrasivos o con disolventes, ya que pueden dañar y hacer que envejezcan antes perfiles, junquillos de plástico y otras piezas. Existen en el mercado productos específicos, Duscholux tiene uno, que te lo pone más fácil, ya que crea una capa especial de protección introduciéndose en los microporos del vidrio para que el agua resbale y arrastre los restos de cal y suciedad, reduciendo hasta un 80% su limpieza.

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© Leroy Merlin

6. El tipo de apertura

El espacio alrededor de la ducha, el plato y tus necesidades determinarán en parte el tipo de apertura. En esta propuesta de Leroy Merlin se combinan puertas fijas con correderas. 

- Fija. Se pueden instalar a un lado u otro de la bañera, según su ubicación. Forma una 'pared', cuyas dimensiones deben ser suficientes para blindar las salpicaduras de agua, sin obstaculizar la entrada y salida de la bañera ni el paso de la luz. Si bien es particularmente fuerte y duradera, puede resultar algo incómoda si tienes que duchar a un niño.

- Abatible. Se abren hacia fuera o hacia dentro. Fáciles de limpiar, ten presente que debes tener suficiente espacio delante (unos 45 cm), por lo que no son la mejor opción en baños mini.

- Plegable. Son las tipo acordeón. Se abren hacia dentro y no restan metros, aunque en ocasiones puede tener fugas leves en sus articulaciones.

- Correderas. Son las más estancas y las preferidas por casi todos. Perfectas para baños pequeños, las puertas se deslizan hacia los lados por un carril.

- Pivotante. Al abrirse parte de la hoja se introduce dentro de la ducha, por lo que no necesita el espacio de fuera.

© Retrobad

7. La estética

Tanto de la propia mampara como del baño en sí. Dado que forma parte de la estancia, puedes jugar la carta de la discreción con una mampara de baño transparente o, por el contrario, elegir un modelo que llame la atención tanto por el vidrio serigrafiado, esmerilado o coloreado, como por el papel que juegan los perfiles, como en esta propuesta 'vintage' de Retrobad. Los diseños con perfiles negros son una de las tendencias de decoración de la temporada. Al igual que los modelos sin perfilería, perfectos para un baño moderno.

© Duka

8. Los materiales

Puedes elegir entre vidrio, como esta de Duka, o un material acrílico o PVC, cada vez con menos seguidores. Todo es cuestión de gusto y presupuesto, siendo los materiales sintéticos los más baratos, pero también los menos duraderos. Las de vidrio (mínimo 6-8 mm de grosor) deben ser de cristal templado o de seguridad, lo que garantiza mayor resistencia a los golpes y a las importantes variaciones térmicas. Además, cuando se rompe, tiene la particularidad de fragmentarse en piezas pequeñas, poco afiladas, para una seguridad óptima.

© Scavolini

9. Los perfiles

Aunque muchas veces se pasa por alto, es un factor determinante para la vida útil de la mampara. Por eso, deben ser siempre de calidad. Los perfiles de aluminio, como los de esta propuesta de Scavoliniofrecen una resistencia óptima manteniendo una cierta finura. Suelen estar disponibles en acabado cromado, pero también los encontramos en blanco o negro. Los perfiles de PVC están disponibles en una gran variedad de colores, son más económicos, pero también menos resistentes. En este apartado, los rodamientos también tienen mucho que decir, especialmente en los modelos correderos. Lo ideal es que sean dobles, para que sea más sencillo abrir la puerta y lo hagan más suavemente y con el mínimo desgaste.

© Duscholux

10. Niños y personas con movilidad reducida

En estos casos, es necesario contar siempre con suficiente espacio delante que facilite tanto la entrada como la salida. Las puertas abatibles son una buena opción, especialmente si no tiene perfiles que obstaculicen y sus rodamientos hacen que se pueda abrir con suavidad. Al igual que las fraccionables, como las de esta propuesta de Duscholux, ya que abriendo la parte superior puedes manejar el grifo y lavarle la cabeza, por ejemplo, sin temor a poner todo lleno de agua. En ambos casos, pero especialmente si hay niños, es conveniente que se elija un vidrio de seguridad.