casa cap ferrat© Mattia Bettinelli

Acompañada por su pareja, Marco, y sus dos hijos, Bruno y Charlotte

Aldona Wejchert, heredera de un importante ‘holding’ mediático, nos descubre su espectacular refugio de Cap Ferrat, un universo blanco y lleno de arte

Tras la muerte de su marido, asumió la cogestión y el desarrollo del grupo de televisión privada más grande de Polonia, el operador de cine Multikino y el portal Onet.Pl


Actualizado 9 de octubre de 2021 - 19:02 CEST

En Cap Ferrat, un rincón del paraíso en la célebre costa del principado de Mónaco destaca por su belleza la casa de la gran dama del poder polaco Aldona Wejchert, protagonista y heredera del imperio de televisión que construyó con su ya fallecido marido, Jan Wejchert. La casa tiene una increíble vista inmersa en un jardín de matorral mediterráneo y tropical, con una gran piscina infinity que se fusiona con el agua de la costa. Una belleza perfecta que revela el carácter de su anfitriona, quien, después de haber vivido grandes compromisos y desafíos emprendedores, se permite un estilo de vida armónico y enfocado en su familia y sus valores. De hecho, Aldona tuvo un papel importante y trabajó activamente en los proyectos de transformación de los medios y el entretenimiento en el mercado polaco. Y, tras la muerte de su marido, asumió la responsabilidad de la cogestión y el desarrollo de todo el grupo de sus empresas, líder del mercado, como TVN TV, Multikino, portal Onet.pl y otros. Esta etapa empresarial de su vida requirió de una dedicación total, a menudo a costa de tiempo para sus familiares, sus pasiones y su salud. Por eso, en los últimos años, se ha mudado a Mónaco, donde comparte su vida con su pareja, Marco, y sus dos hijos, Bruno y Charlotte, para quienes quiere la mejor educación.

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© Mattia Bettinelli

Aldona Wejchert, gran dama del poder polaco y heredera del imperio televisivo que construyó su marido, Jan Wejchert, fallecido en 2009.

A pesar de limitar su actividad empresarial en los últimos años, Aldona pertenece, sin duda, a la élite empresarial de Polonia. Y también son conocidos sus actos solidarios: es cofundadora de las principales fundaciones polacas y apoya a muchas organizaciones sociales e instituciones culturales. Es una mujer de gran fuerza y enorme corazón que, sin dejar de aprender nunca, vive compartiendo lo que ha ganado con su capacidad, inteligencia y curiosidad, y vive la vida de la forma correcta y agradecida, apreciando lo que tiene.

“Vivo en Mónaco, pero viajo a menudo a mi casa en Varsovia y disfruto de St. Moritz y Cap Ferrat. Cada una de mis casas es mi refugio, un lugar donde encuentro la paz”
© Giorgio Baroni

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Sobre estas líneas, la gran piscina ‘infinity’ de la vivienda, que se fusiona con el agua del mar y está rodeada de un idílico jardín mediterráneo. Arriba, una vista de la fachada de su casa de Cap Ferrat, un rincón del paraíso en la célebre Costa Azul, entre Niza y Mónaco, conocido como la península de los millonarios por sus mansiones y construcciones centenarias.

—Aldona, cuéntanos tu interesante historia.

—Desde el comienzo de mi carrera profesional, he trabajado para ITI Group, la plataforma multimedia privada polaca más grande, que fue establecida por mi fallecido esposo. Me incorporé a la empresa en mil novecientos noventa y tres y, desde mil novecientos noventa y seis, fui responsable del desarrollo de Multikino, el primer operador de cine multipantalla en Polonia. En dos mil trece, la empresa fue comprada por el grupo Vue International. También tuve la oportunidad de cocrear el proyecto mediático más grande de esta parte de Europa. Mi marido era un visionario y yo también. Él era miembro del consejo de supervisión de TVN, la televisión privada más grande de Polonia, y yo tuve la suerte de vivir con un hombre apasionado, un líder que trató de hacer todo lo imposible. Y lo hizo contra viento y marea. Fue un mentor y un líder para mí. Toda nuestra vida estuvo centrada en el trabajo, al que dedicamos las veinticuatro horas del día. El precio por esto fue la falta de tiempo para los niños, los amigos e incluso mi propia salud. Mi marido murió después de una enfermedad grave, en dos mil nueve, y mi mundo se derrumbó, pero mi responsabilidad seguía siendo la empresa, de la que yo era el principal accionista, y mis dos niños pequeños. Fue el período más difícil de mi vida. Afortunadamente, siempre conté con mis amigos y socios.

“Mi marido murió después de una enfermedad grave, en 2009, y mi mundo se derrumbó, pero mi responsabilidad seguía siendo la empresa y mis dos niños pequeños. No tuve más remedio que continuar con su misión”
© Giorgio Baroni

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“En las casas que tengo en cada uno de estos lugares, tengo mi refugio, donde encuentro la paz y donde paso más tiempo con mi familia y amigos. Su decoración refleja mi carácter y nuestro estilo de vida. Están cuidadosamente decoradas y son cómodas, pero a la vez cálidas, llenas de arte y recuerdos”, nos cuenta Aldona, que ha tenido un papel importante y trabajó activamente en los proyectos de transformación de los medios y el entretenimiento polaco.

—¿Cómo lograste entonces gestionar todo este imperio?

—Durante los años siguientes, desarrollamos nuestras empresas hasta el punto en que necesitaban un partner internacional fuerte para seguir creciendo. Yo participé, personalmente, en la selección de los mejores inversores, mirando no solo cómo gestionarían las empresas, sino también a las personas que estaban asociadas con ellos. La estación de televisión TVN fue vendida al grupo estadounidense Scripps International, que actualmente pertenece a Discovery Group, y el portal Onet.pl es actualmente propiedad de Ringier Axel Springer. Cada una de estas empresas es líder del mercado, lo cual me hace sentir muy orgullosa.

© Mattia Bettinelli

“Creo que lo más importante de mí es que nunca me doy por vencida y que, si me comprometo con algo, siempre lo llevo hasta el final. Obtuve mucho de la vida, pero también tuve que pagar un alto precio por ello. No había tiempo para un equilibrio en mi vida, por eso busco ahora la armonía en todo lo que hago y trato de dedicarle tiempo a mis hijos, a la familia, a los amigos, a mí misma y a mis pasiones”, afirma nuestra anfitriona.

—¿Cuál es tu actitud ante la vida y cuáles son tus desafios?

—Creo que lo más importante de mí es que nunca me doy por vencida y que, si me comprometo con algo, siempre lo llevo hasta el final. Obtuve mucho de la vida, pero también tuve que pagar un alto precio por ello. No había tiempo para un equilibrio en mi vida, por eso busco ahora la armonía en todo lo que hago y trato de dedicarle tiempo a mis hijos, a la familia, a los amigos, a mí misma y a mis pasiones. No he cambiado como persona, pero ha cambiado una etapa de mi vida y las prioridades.

“Mis hijos tienen la suerte de haber crecido en un entorno abierto e internacional y me preocupo por su crecimiento académico y emocional”
© Giorgio Baroni

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—¿Cuál es el motor de tu vida?

—El arte siempre ha sido mi gran pasión. Siempre me ha rodeado y ha sido parte de mi vida. Además, en los últimos años, he podido dedicarle más tiempo y atención. Para mí, el arte no se trata de objetos, sino de personas y artistas, de sus historias y emociones. En mi hogar y en mis oficinas, es una parte importante del espacio y la decoración. En Cap Ferrat tengo obras de grandes artistas polacos como Wojciech Fangor, Henryk Stazewski, Katarzyna Korbo, August Zamoyski, pero también de artistas extranjeros famosos como Fernando Botero, Pablo Picasso y Amadeo Modigliani. También aprecio el arte de Alexandra Wejchert, tía de mi exmarido, una artista reconocida que vivió y creó en Irlanda. Tengo muchas de sus obras en mi colección y todas son increíbles. Mi hija tiene sus genes y le encanta pintar en su tiempo libre. A menudo, hace pinturas como regalo para los parientes más cercanos y el año pasado preparó a mano las más hermosas tarjetas de Navidad, que enviamos a familiares y amigos.

“El arte siempre ha sido mi gran pasión. Siempre me ha rodeado y ha sido parte de mi vida. Y, en los últimos años, he podido dedicarle más tiempo y atención”
© Giorgio Baroni

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Sobre estas líneas,posa con su pareja, Marco; sus hijos: Bruno, de diecisiete años y Charlotte, de trece, y sus perros en el salón de su casa.

—¿Cómo son tus viajes?

—Me encanta viajar. Durante muchos años he vivido en una carrera loca y ahora aprecio aún más los momentos que puedo dedicar a visitar nuevos lugares y exposiciones de arte, acudir a conciertos, hacer yoga, tener clases regulares de   mindfulness  con mi profesora de Asia, hacer senderismo en las montañas o esquiar en invierno.

© Giorgio Baroni

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Cada rincón de la casa de Cap Ferrat es escenario de una belleza perfecta que revela el carácter de su anfitriona, quien, después de haber vivido grandes compromisos y desafíos emprendedores, se permite un estilo de vida armónico y enfocado en su familia y sus valores. “Mi principal objetivo, en esta fase de la vida, es encontrar armonía en todo lo que hago y en lo que me rodea. Me encanta celebrar momentos con mi familia y amigos”. Sobre estas líneas, la amplia cocina. Arriba, una vista del luminoso comedor.

—El foco de tu vida son tus dos maravillosos hijos.

—Mis hijos tienen la suerte de haber crecido en un entorno abierto e internacional y me preocupo por su crecimiento académico y emocional. Bruno muestra, a sus diecisiete años, un talento poco común para los negocios y las finanzas, pero al mismo tiempo tiene mucho éxito en los deportes. Charlotte, de trece, combina el talento artístico y romántico con la lógica y la forma pragmática de pensar.

“Me siento muy orgullosa de ser polaca. Las mujeres de este país siempre han sido muy fuertes, autónomas e ingeniosas, pero, al mismo tiempo, cuidando a sus familias y su feminidad”

—Tu pareja, Marco, ha equilibrado tu nuevo estilo de vida.

—Comparto mi vida con mi pareja, que es emprendedora, apasionada de la montaña, la vela y la bicicleta, y nos mima cocinando. Se preocupa por nosotros y contribuye en gran medida a nuestro bienestar. Los dos nos apoyamos y complementamos aprovechando este momento de nuestras vidas. Tuve mucha suerte de encontrar un nuevo amor en mi vida, aunque nunca pude imaginarlo después de mi matrimonio feliz, que terminó de manera tan repentina.

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Detalle de la decoración floral y la vajilla con la que celebra algunos de sus eventos familiares.

—De las casas que tienes, ¿cuál es tu favorita?

—Vivo en Mónaco, pero viajo a menudo a mi casa en Varsovia y disfruto de St. Moritz y Cap Ferrat. En las casas que tengo en cada uno de estos lugares, tengo mi refugio, un lugar donde encuentro la paz y donde paso más tiempo con mi familia y amigos. Su decoración refleja mi carácter y nuestro estilo de vida. Están cuidadosamente decoradas y son cómodas, pero, a la vez, cálidas, llenas de arte y recuerdos.

“Comparto mi vida con mi pareja, que es emprendedora, apasionada de la montaña, la vela y la bicicleta, y que nos mima cocinando”
© Mattia Bettinelli

© Giorgio Baroni

“Bruno muestra, a sus diecisiete años, un talento poco común para los negocios y las finanzas, pero al mismo tiempo tiene mucho éxito en los deportes. Charlotte, de trece, combina el talento artístico y romántico con la lógica y la forma pragmática de pensar”, nos dice Aldona, que tiene fijada su residencia en Mónaco.

—¿Cómo es el estilo de vida de vuestra familia y la vida de Mónaco?

—Mi principal objetivo, en esta fase de la vida, es encontrar armonía en todo lo que hago y en lo que me rodea. Me encanta celebrar momentos con mi familia y amigos. Y después de una fase de negocios muy agitada, estresante y exigente en mi vida, aprecio aún más la Naturaleza y el descubrimiento de nuevas experiencias, ya sea visitando las mejores exposiciones de arte, yendo a conciertos, viviendo aventuras en la Patagonia y África o realizando mis amados viajes espirituales a Asia, siendo Bután uno de los más notables. Vivo plenamente cada momento y disfruto de la transición de un mundo de negocios apretado y programado a un mundo centrado en la familia y una vida más consciente. Por otra parte, la vida en Mónaco es multicultural. Tiene una ubicación privilegiada que ofrece grandes oportunidades para viajes cortos y te puedes despertar cada mañana con el sol. Es un privilegio.

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—¿Cuál es tu contribución a las causas caritativas?

—Me considero muy afortunada y creo que es un privilegio y mi obligación apoyar y ayudar a quienes lo necesitan. También les enseño esto a mis hijos, que, desde los primeros años de su vida, aprendieron la importancia de compartir y ayudar a los demás. Cuando eran pequeños, con motivo de su cumpleaños, solían dejar a un lado parte de los regalos que recibían y se los llevaban a los niños de los orfanatos locales. Ahora participan activamente en acciones de caridad local para ayudar a los refugiados y también en eventos proecológicos, como la limpieza de las playas locales.

“Ahora busco la armonía en todo lo que hago y trato de dedicarle tiempo a mis hijos, a la familia, a los amigos, a mí misma y a mis pasiones”
© Mattia Bettinelli

“Me considero muy afortunada y creo que es un privilegio y mi obligación apoyar y ayudar a quienes lo necesitan. También les enseño esto a mis hijos, que, desde los primeros años de su vida, aprendieron la importancia de compartir y ayudar a los demás”, confiesa la empresaria polaca.

—¿Qué valores son los que marcan tu vida hoy?

—Estoy muy orgullosa de ser polaca. Las mujeres de este país siempre han sido muy fuertes, autónomas e ingeniosas, pero, al mismo tiempo, cuidando su feminidad y a sus familias. Eso sí, siento curiosidad por saber cuál será mi próxima etapa en la vida cuando mis hijos continúen su educación en la universidad. Me tientan los nuevos retos, incluidos los empresariales, pero sé que todo debe llegar en el momento adecuado. Cuando lleguen, estaré lista para ello.

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En la imagen superior, una vista nocturna de su casa. Abajo, a la izquierda, la fastuosa escalera y, a la derecha, el lujoso recibidor.

REALIZACIÓN Y TEXTONANA BOTTAZZI
FOTOS CASAGIORGIO BARONI
FOTOS POSADOMATTIA BETTINELLI
JOYASROBERTO COIN
TRAJESALBERTA FERRETT/ERMANNO SCERVINO/ LARUSMIANI/SILVIA TCHERASSI
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍALILIANA ROSETTA
DECORACIÓN FLORALFABRIZIO COCCHI