No es un estilo decorativo como tal, pero sí una tendencia en decoración de interiores: ¿te atreves a simplificar tu casa? Queremos que te plantees dar una vuelta a los ambientes en busca de simplificar, de reducir elementos, de eliminar lo innecesario, lo que no te gusta ni aporta. Simplificar para vivir con menos pero sin caer en el minimalismo. Las ventajas de esta decisión son innumerables, ¿empezamos por ellas?
¿Por qué simplificar la decoración?
Porque ganarás sensación de amplitud y orden, lo que concede armonía y te produce bienestar. Porque tendrás que limpiar menos al reducir elementos. Porque sabrás exactamente lo que tienes. Otra ventaja que conlleva simplificar la decoración es que ganarás espacio para guardar al sacar aquello que no usas (y que puede que ni siquiera sabes que tienes). Simplificar es una cuestión estética y práctica al mismo tiempo. Y tener menos en un espacio no significa que se convierta en minimalista o frío. Como ejemplo cualquiera de los salones que tienes aquí, tanto el que abre el artículo como este, ambos decorados por Westwing con dos propuestas muy diferentes en estilo. Y ambos simples, sencillos, con los muebles y accesorios básicos.
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Primer paso para simplificar: mira a tu alrededor
Es un ejercicio práctico que debes hacer estancia por estancia. Debes mirar bien y hacer el ejercicio de analizar cada elemento. ¿Te gusta? ¿Te aporta? ¿Tiene una función? Por supuesto, a la hora de simplificar la decoración hay que deshacerse de lo que no se usa (porque está roto, porque ha pasado de moda, porque hay otro elemento que lo ha sustituido…). Pero también hay complementos y accesorios decorativos sin una función específica más que la de decorar. Pero precisamente ese es su punto fuerte y si ya no te gustan o nunca te han gustado, deberán irse fuera. En este punto estamos analizando todo lo que se ve, desde pequeños muebles hasta los grandes.
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Sin sensación de vacío
La pregunta primordial es cómo simplificar la decoración sin crear sensación de vacío. Y en esto cobran mucha importancia la mezcla de texturas. Eso aporta riqueza y calidez. Es importante crear una base bien vestida y en esto las paredes tienen mucha importancia. Revestimientos, papeles pintados y pintura juegan a favor de crear el lienzo sobre el que decorar. Después, esos muebles escogidos, aunque sean los justos, se verán de otra manera.
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La paleta de colores
Define la paleta cromática que quieres que marque la decoración y cíñete a ella a la hora de decorar. Crea la base y suma los elementos en los 3 colores que elijas. Lo más importante es seguir una lógica y aprender a combinar colores. Los tonos neutros y crudos son esenciales para dar unidad a toda la estancia. Úsalos de base. Y sobre ellos introduce las notas que quieras de color. Pia Capdevila en este salón juega con los neutros entre tierra suave y gris y añade notas marcadas en negro y amarillo mostaza para actualizar el conjunto.
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Para simplificar: usa el tono sobre tono
Funciona este truco decorativo para lograr esa sensación de simplicidad en la decoración. Aquí Slow and Chic lo aplica con maestría. Hay texturas en los diferentes materiales de los muebles pero se juega con el efecto tono sobre tono con un mueble aparador en el mismo color blanco de la pared, decorado con complementos en blanco también. En la pared, las láminas mantienen el protagonismo de este color aunque con un discreto marco en madera natural. Aplícate la idea: escoge accesorios en el mismo color que el mueble o que la pared en la que apoya.
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Calidad por cantidad
Esta es otra clave que te ayudará a simplificar la decoración. Una vez que haces el ejercicio de saber qué sobra en un espacio, toca "llenar" con medida. O más que llenar, adquirir esas piezas que sí encajan, que te hacen sentir bien. Y para ello también puedes aplicar esta idea en muebles concretos: calidad en lugar de cantidad. Mejor piezas que soporten bien el paso de los años tanto por uso como por estética. Muebles icónicos que nunca fallan. Algunos ganarán incluso con el paso del tiempo. Y es posible lograr un ambiente perfecto con pocas piezas y de diseño ligero. Fíjate en esta propuesta de PortobelloStreet.com que cumple la norma.
Aplica la idea a toda la casa
No te centres en simplificar la decoración solo del salón, esta forma de concebir un espacio es aplicable a toda la casa. Lo ideal es que realizaras el ejercicio en cada estancia. Poco a poco. Y sí, la cocina y el baño también entran en el lote. De hecho, en la cocina se tiende a acumular más de lo necesario. Lo más importante es guardar y despejar las zonas como encimera o mesa del office. Y en el baño, lo mismo con la superficie que queda a la vista en el mueble del lavabo. En cuanto a los acabados para estas estancias, si te planteas hacer reforma, unifica. Combina un par en paredes y suelos de colores similares.
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El orden es fundamental a la hora de simplificar
A estas alturas del artículo ya habrás visto cómo el orden reina en los ambientes propuestos. Y es que deshacerse de cosas no implica que todo desaparece. Pero lo que se queda ha de estar bien organizado. Para eso se busca sensación de equilibrio. El orden es importante y en él las cestas y cajas tienen mucho peso. Son complementos decorativos que te permite organizar dentro cosas más pequeñas que aportan mucho ruido visual si se quedan a la vista. Por no decir que son imprescindibles para ocultar aquellos complementos feos con los que convivimos a diario como son los cables, enchufes y cargadores.
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Trucos 'deco' concretos que funcionan para simplificar
Escoge láminas y cuadros sencillos, de trazos, simples. Su efecto tiene fuerza y hará que el espacio se sienta más básico y simplificado. Siempre con molduras rectilíneas que ceden el protagonismo y, a ser posible, con mucho blanco de fondo y/o alrededor de la lámina en sí. También los muebles ligeros, elevados del suelo con patas estilizadas, son aliados para lograr la sensación de sencillez. Y, por último, lámparas mínimas o minimalistas, livianas. Fíjate en este salón decorado por El Corte Inglés con elegancia, actualidad y sensación de simplicidad sofisticada. Cada elemento encaja y son sencillos, sin demasiados objetos decorativos.
Y recuerda que…
Si vas a adquirir un nuevo mueble u objeto decorativo, piensa bien si te gusta, si es el adecuado. Si entra algo, puede que tenga que salir algo. Si suma, perfecto. Pero haz el ejercicio con cada pieza para no llenar de nuevo los espacios con complementos inadecuados. Haz que la simplicidad se mantenga en el tiempo.
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