Polvos de talco para limpiar las manchas de aceite
Las manchas de aceite son las más difíciles de quitar de la ropa. Por eso, si una de tus prendas favoritas se mancha de grasa o aceite, lo más importante es actuar cuanto antes, antes de que la mancha se seque. Aplica polvos de talco sobre la mancha y deja que repose durante varias horas para que los polvos absorban el aceite. Pasado ese tiempo, con una cuchara o una espátula elimina los restos. Después, aplica un poco de jabón neutro sobre la mancha y, con ayuda de un cepillo de dientes, frota suavemente con movimientos circulares. Lava la prenda como haces habitualmente.
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Bicarbonato y agua caliente para quitar el mal olor del fregadero
Como has visto, el bicarbonato es uno de los productos estrella en la limpieza del hogar. Y sirve también para eliminar el mal olor del fregadero. Pon a calentar agua o llena un barreño con agua muy caliente. Así la tendrás preparada y no tendrás que esperar a que salga por el grifo. Después, echa bicarbonato de sodio en el desagüe del fregadero y, a continuación, el agua. Déjalo actuar toda la noche y, al día siguiente, deja correr el agua.
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Bicarbonato para la campana extractora
La campana es otra de las zonas de la cocina más aburridas de limpiar. Lo ideal es mantenerla más o menos limpia, pasando una bayeta siempre que la uses. Para una limpieza de la campana más profunda, llena un par de cazuelas con agua y varias cucharadas de bicarbonato y ponlas a calentar hasta que el agua empiece a hervir. Mantén el fuego encendido durante un buen rato y, si es necesario, echa más agua y bicarbonato. Cuando la grasa empiece a caer, retira las cazuelas y pasa una bayeta. En las zonas en las que la suciedad esté más incrustada, haz una pasta con agua y bicarbonato y usa un cepillo de dientes para frotar en esas zonas. Después, pasa toda la zona con una bayeta limpia o humedecida con un poco de vinagre.
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Agua y vinagre para la mampara
Aunque hay muchas mamparas que cuentan con un tratamiento antical y antimanchas, que ayudan a que el agua y los productos con base de aceite resbalen y no se manche tanto la superficie. Aun así, pueden quedar ciertas manchas que se quitarán a la perfección con vinagre de limpieza. En un pulverizador mezcla agua y vinagre a partes iguales y aplícalo en la mampara. Pasa la superficie con una bayeta limpia y movimientos circulares y, después, enjuágala con una bayeta limpia.
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Bicarbonato y agua oxigenada para limpiar el fondo del inodoro
Si en tu zona hay mucha cal o tienes que limpiar un inodoro que no se ha limpiado en bastante tiempo, es habitual que el fondo acumule sarro y adquiera un color amarillento. Para limpiar el fondo del inodoro crea una pasta con 100 gramos de bicarbonato y dos cucharadas de agua oxigenada. Puedes echar un poco de zumo de limón si quieres que el efecto sea más blanqueador. Aplica la mezcla en las paredes del inodoro y, con una escobilla, frota las paredes y el fondo del inodoro. Espera 20 minutos a que actúe la mezcla y tira de la cadena.
Usa vinagre para limpiar los azulejos
Ya sean los de la cocina o los del baño. Moja una bayeta con agua y escúrrela, después echa un chorro de vinagre y frota toda la superficie. El vinagre es un desengrasante, por lo que esta solución es perfecta para eliminar la grasa de los azulejos de la cocina. Pero también es muy efectivo contra el sarro, de manera que te ayudará a dejar los azulejos del baño como nuevos. En las zonas muy sucias, emplea un estropajo, y en las zonas de difícil acceso, usa un cepillo de dientes viejo. Ve poco a poco y, según vayas acabando cada zona, pasa con una bayeta húmeda y después un paño seco.
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Vinagre y bicarbonato para limpiar el interior del horno
Limpiar el horno es una de las tareas más engorrosas en la limpieza de la cocina. Para que sea mucho más sencilla, puedes utilizar dos productos que seguro que tienes en casa: vinagre de limpieza y bicarbonato. Así, en una botella con pulverizador, introduce dos vasos de vinagre y dos cucharadas de bicarbonato. Espera un poco a que terminen de salir burbujas antes de cerrarlo. Después, pulveriza bien el interior del horno con la mezcla, enciende el horno a 100 ºC durante 10 minutos. Cuando el horno se enfríe, pasa una bayeta. Verás cómo la suciedad sale casi sin esfuerzo.
Si está muy sucio, haz una pasta con bicarbonato y vinagre y aplícala por las paredes del horno. Deja que actúe durante varias horas, incluso toda la noche. Al día siguiente, pasa la bayeta y verás cómo la suciedad se va fácilmente.
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Llega a todos los rincones con el aspirador
Aunque, por norma general, los aspiradores incluyen todo tipo de accesorios con los que limpiar tapicerías, alfombras y poder acceder a espacios difíciles, a veces su boquilla no es lo suficientemente estrecha para ciertos sitios, como los raíles de las ventanas correderas. Un truco genial para conseguirlo es coger un rollo de papel higiénico acabado y ponerlo en el tubo del aspirador. Con un poco de cinta de pintor, fija el rollo acabado a la boquilla y aprieta el extremo para darle la forma que necesites. ¡Verás cómo llegas todas partes!
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Sal gorda y limón para la tabla de cortar
La tabla de cortar, especialmente si es de madera, acumula muchas bacterias y gérmenes, por eso hay que lavarla y desinfectarla con asiduidad. Puedes utilizar sal gorda y un limón para dejarla como nueva. Espolvorea la tabla de cortar con la sal gorda y corta el limón a la mitad. Después emplea medio limón para frotar sobre la superficie. Si tienes un limón ya exprimido también puede utilizarse, no hace falta que desperdicies uno solo para esto.
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Agua oxigenada para las manchas de maquillaje
Cuando tu camisa favorita se mancha con maquillaje, no la des por perdida. Prueba a eliminarla primero con un poco de tónico desmaquillante con un disco de algodón. Haz pequeños círculos y siempre hacia dentro de la mancha. Si así no se quita, después de quitar los restos de maquillaje, aplica un poco de agua oxigenada en la mancha. Frota un poco y, después, lava la prenda en la lavadora como hacer normalmente.
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Da brillo a la vitrocerámica con vinagre
Si tu vitrocerámica no luce tan lustrosa como el primer día y ha perdido brillo, puedes utilizar vinagre de limpieza para que lo recupere. Así, después pasar la rasqueta por la suciedad más incrustada y limpiarla como haces habitualmente, mezcla a partes iguales agua y vinagre y empapa una bayeta. Pasa suavemente el paño por todos los rincones de la vitro y, después, aclárala.
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Usa una media para limpiar los cristales
¿Te suelen quedar restregones al limpiar los espejos o cristales? Tal vez sea por el producto o la bayeta que empleas. Para que queden relucientes, lo mejor es limpiarlas con vinagre y un paño que no deje pelusas. Y, después, coge unas medias viejas y pásalas por toda la superficie. Por cierto, lo mejor es hacerlo un día que no haga mucho calor –o el líquido limpiador se secará muy rápido y dejará mancha– ni apliques el producto directamente sobre el cristal.
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Limpiar la casa de manera sencilla, eficaz y lo más rápida posible se ha convertido en casi una obligación debido al ritmo de vida que llevamos. Pero, dentro de esa incansable rutina se buscan también alternativas naturales y ecológicas. Y es que hay muchos productos que tienes en casa o que resultan mucho más económicos que otros específicos –además, muy contaminantes–. Estas alternativas naturales no son un descubrimiento nuevo, sino productos con los que se ha limpiado toda la vida. Pregunta a tu abuela cuantos de estos trucos de limpieza conoce, ¡seguro que todos!