Ya sabes que no es lo mismo limpiar que desinfectar, pues con la primera tarea nos llevamos la suciedad, mientras que una buena desinfección eliminaremos además gérmenes, virus y bacterias. Es muy probable que sepas cómo desinfectar el baño y la cocina pero no los espacios exteriores de la casa, como terrazas, porches del jardín y patios. Aquí te lo contamos.
Leer más: ¿Estás desinfectando tu casa de la manera correcta?
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Suelos libres de virus
Si bien es cierto que los exteriores de las casas o pisos son lugares ventilados, no por ello debemos descuidar la desinfección de los suelos y mobiliario. Necesitan una limpieza tan exhaustiva como el resto de espacios de la vivienda.
Comenzamos contando que para desinfectar el suelo (o los suelos si se combinan varios), habrá que seleccionar productos que eliminen los gérmenes, virus y bacterias de forma eficaz. Dependiendo del material del pavimento podrás usar unos u otros: la lejía tiene un reconocido poder viricida, pero es agresiva con materiales como la madera, también los hay que contienen en sus fórmulas cloro activo, amonio, etanol... Deberás cuidar que el gel limpiador sea el adecuado para el tipo de suelo instalado.
Por ejemplo, como decíamos para las maderas hay que descartar las lejías, en su lugar se recomiendan geles higienizantes con una formulación a base de alcohol etílico superior al 70%, siendo unos potentes eliminadores de agentes patógenos y, por supuesto, respetuosos con este tipo de suelos. En todo caso, ten siempre la precaución de no mezclar productos ni sustancias químicas.
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Higiene en los muebles de exterior
De nuevo la lejía será el producto estrella por su alto poder de desinfección, aunque es agresiva y puede dañar materiales como maderas o metales. Otra opción la encontramos en el amoníaco, que además tiene un alto poder desengrasante. Estos dos productos hay que emplearlos siempre diluidos en agua.
Para materiales en los que no conviene aplicar la lejía ni el amoníaco, es mejor usar limpiadores a base de alcohol, vinagre diluido o bien geles limpiadores con propiedades desinfectantes. Vidrio, plástico, madera, metal… consulta las recomendaciones del fabricante para que el desinfectante no deteriore las superficies.
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Tapicerías y cojines
Aparte de limpiar las tapicerías una vez al trimestre, conviene que una vez al mes las desinfectes con algún producto específico. El Ministerio de Sanidad, por ejemplo, recomendó Sanytol para tejidos por ser eficaz incluso contra la COVID-19. Simplemente deberás pulverizar el producto de tu confianza sobre los textiles a unos 25 cm de distancia, a continuación, dejar actuar y, posteriormente, aclarar con agua.
Los cojines puedes (y debes) limpiarlos con más frecuencia. Para la desinfección, usa también detergente pulverizando los textiles con ellos.
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No te olvides de estos elementos
Los interruptores de la luz y los pomos de las puertas de las cristaleras o cerramientos son superficies de contacto frecuente, por lo tanto se tendrán que limpiar de manera regular. Utiliza un limpiador específico en función del material en el que estén hechos, que puede ser plástico, metal o madera.
Y aunque suelen tocarse con menos frecuencia, tampoco debe pasar por alto la limpieza y desinfección de las barandillas.
Productos naturales con poder desinfectante
Si te preocupa la sostenibilidad, puedes recurrir a productos alternativos con gran eficacia. Por ejemplo, el percarbonato de sodio, compuesto de cristales de sosa y peróxido de hidrógeno, ayuda a eliminar musgos, líquenes y hongos, además de eliminar las manchas de grasa de la madera. Esta sustancia es segura para el medio ambiente y biodegradable.
Por otra parte, el zumo de limón, el bicarbonato y el vinagre, por mencionar solo algunos, también son buenos desinfectantes naturales.
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Herramientas de jardinería
Si eres una persona apasionada por la jardinería, que cultivas y cuidas tus plantas, piensa que las herramientas requieren de una buena desinfección, para evitar la propagación de enfermedades entre las distintas especies. Hablamos de palas, rastrillos, tijeras de podar, cucharas trasplantadoras, entre otros elementos. Limpia con productos específicos o, si lo prefieres, una mezcla a base de cloro o lejía con agua (en la relación de 0,5 litros por 3,5 litros de agua), dejando 10 minutos en la solución y enjuagando muy bien. Luego se debe secar la herramienta con un paño suave.
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¿Tienes piscina?
Quien tiene piscina ya lo sabe, la desinfección continua del agua es necesaria porque de este modo se destruyen virus y bacterias, parásitos, y también porque se impide el crecimiento de algas que la tiñan de verde, manteniéndose el agua limpia y cristalina.
Para la limpieza existe el cloro o, como alternativa más natural y saludable, la cloración salina. Y terminada la temporada de baño, no te olvides de limpiar en profundidad el suelo y las paredes de la piscina con un limpiafondos.
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Agua a presión
La limpieza con una hidrolimpiadora de alta presión que lance agua caliente junto con productos desinfectantes ofrecerá un alto nivel de higiene a tus exteriores. Su ventaja es que pueden llegar a lugares de difícil acceso, como esquinas, toldos o pérgolas. Así que, ten en cuenta este electrodoméstico a la hora de desinfectar a fondo los espacios exteriores, incluidas las fachadas y las cristaleras.