La reforma de una casa en Barcelona con un doble objetivo: que sea sostenible y saludable

Esta vivienda en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), ha sido reformada para crear espacios saludables tanto para sus habitantes como para el entorno. Esta casa unifamiliar de 120 metros² está construida con materiales libres de tóxicos, de proximidad y su consumo energético es nulo, ya que autorregula su temperatura interior.

Firma este proyecto Pia Capdevila, siendo el primero que  realiza en el que el biointeriorismo se ha aplicado al 100%.  “El objetivo era crear una vivienda sostenible en medio de una zona urbana evitando que el abuso de la madera hiciera que tuviera estética de cabaña”, comenta la interiorista. El proyecto también ha contado con el estudio de arquitectura Jordi Carbó Arquitectura y con la constructora Clau 21.

Entrada multifunción

La casa, pensada para una pareja, se distribuye en tres plantas. A nivel de calle el recibidor, que a su vez hace las veces de vestidor, da la bienvenida. El armario de esta entrada se ha diseñado con placas OSB y los frentes son de marquetería.

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Secretos para armonizar

Siguiendo el recorrido del pasillo se accede al dormitorio principal, situado junto a un verde patio interior y que se encuentra totalmente abierto al baño.

En esta vivienda la mayoría de las paredes están descuadradas, las estancias son de planta irregular, así que muchos de los muebles se han tenido que diseñar a medida para ayudar a ‘regularizar’ y situar estéticamente bien el mobiliario auxiliar respecto a las paredes. Un ejemplo de ello es el cabecero de cama del dormitorio, fabricado por Paletos Furniture.

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Calidez y estilo

Un vano abierto, sin separadores, da paso al baño. Así que para ofrecer intimidad este se equipa con dos muretes, uno en la zona de ducha y otro en la de inodoro.

Destaca el papel de pared pintado del baño principal, adquirido en Leroy Merlin, con el que se consigue destacar el mueble antiguo seleccionado como bajolavabo, de Vical. “Es una casa que tiene lo justo y necesario para vivir, pero todo muy pensado y muy mimado”, comenta la interiorista.  

El pavimento de toda esta planta es de cemento pulido 100% natural sin barnices, un material continuo que se aplica en los espacios interiores y exteriores.

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Espacios comunicados

Una escalera en madera natural y hierro sube a la primera planta que aglutina toda la zona de día, de nuevo, de concepción abierta: el salón comedor y, al fondo, la cocina y la lavandería con acceso a un balcón. En este caso para el suelo se escoge una cálida madera de castaño.

La vivienda, como dijimos al principio, se reforma para ganar en sostenibilidad. Dicho proyecto de reforma sigue las premisas de las construcciones Passivhaus (o casas pasivas), buscando así el máximo aprovechamiento de la luz solar para que la vida en el interior de las viviendas requiera la mínima energía posible. Para este motivo, se crearon unas grande aperturas en la pared de la fachada, que recibe una gran luz solar durante todo el año, y tres ventanas de doble cristal de baja emisión relleno de gas argón.

Además, la ventilación cuenta con doble flujo con recuperación de calor, uno de entrada de aire que desemboca en la sala de estar y en los dormitorios, y otro de extracción del aire de la cocina y los cuartos de baño. El aire de entrada llega filtrado de polvo y polen y, además, el aparato tiene un intercambiador de temperatura entre los dos flujos que permite mantener muy estable la temperatura dentro de la vivienda. Todo ello, junto a los ventiladores de techo instalados en ciertos puntos garantiza una ventilación bien oxigenada y de calidad, por lo que este hogar no cuenta con aparato de aire acondicionado ni calefacción.

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La madera, en su justa medida

Aprovechando que algunas de las paredes de esta planta son totalmente de madera (de OSB) y se tuvieron que forrar con Pladur para cubrir el paso de varias instalaciones, Pia ha jugado con la combinación de ambos acabados. “De esta manera se ha conseguido ese efecto de ‘cabaña urbana’, sin abusar de la madera”, comenta la responsable del proyecto.

El sofá rinconero diseñado a medida funciona como gran pieza central del salón, se encargó a Grassoler. Éste se ha rodeado de muebles de madera a media en forma de repisas y estantes. Por otra parte, “el espacio de la parte trasera del sofá se ha aprovechado diseñando una pieza en forma de arcón con almacenaje en su interior”, revela Pia.

Las formas redondas orgánicas se hacen hueco en varias piezas dando un aspecto muy acogedor a la composición: en las mesas de centro y el puf, de Taller de las Indias, y el jarrón de Sacum.

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Aire sofisticado y natural a la vez

Junto al salón se halla el luminoso comedor, equipado con una mesa para seis comensales, una composición de dos espejos gemelos (mesa, sillas y espejos de Maisons du Monde) y dos lámparas de techo (de Sklum) que caen desde la fantástica doble altura que se disfruta en esta zona de la vivienda. Los toques negros llenan de elegancia este rincón.

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Olivo en maceta

Aprovechando que la casa tiene orientación sur y que este comedor cuenta con muchas horas de luz natural, se ha querido introducir un mediterráneo árbol frutal en la decoración: un olivo. Procede de Bossvi, al igual que la maceta.

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Divisiones sutiles

Salón y comedor se encuentran unidos, pero varios recursos decorativos logran dar un carácter distintivo a cada espacio. Para comenzar en el comedor se dan unos sofisticados toques de negro, mientras que en la sala predomina el gris. Pero además, la alfombra en este segundo rincón enmarca y delimita, sutilmente. El tapiz es un modelo realizado en fibras naturales de Calma House.

Para seguir un criterio racional y sostenible se han utilizado linos naturales y algodones en todos los textiles de la vivienda, tanto en ventanas como en armarios. Para vestir los ventanales se opta por estores paqueto (que evita las varillas metálicas) confeccionados a medida con tela modelo Época, de Yutes.

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Una práctica distribución en ‘U’

Para no abarrotar el espacio de cocina se prescinde por completo de los módulos altos. Sin embargo, la disposición en ‘U’ da la necesaria capacidad de almacenaje. La zona de fuegos se sitúa en la pared del fondo y, junto a la ventana se coloca el fregadero, un precioso modelo recuperado antiguo en mármol blanco.

El mobiliario está realizado en madera maciza alistonada en horizontal y con los tiradores integrados, potenciando la simplicidad visual. Para la encimera la interiorista se ha decantado por el mármol. “Como la cocina no dispone de lavavajillas por un tema de recursos de energía, el fregadero de la cocina se escogió muy grande para mayor comodidad”, afirma Pia, quien también comenta que “se han instalado dos placas: una eléctrica, para usar durante las horas de sol, y otra de gas butano, para los días de menos luz solar”.

La vivienda se ha equipado con nueve paneles solares situados en el tejado que proporcionan a la pareja propietaria más electricidad de la que gastan.

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Una lavandería (casi) camuflada

Frente a la cocina, en la zona del pasillo que acompaña a la salida hacia el balcón, se ha situado un frigorífico panelado junto a una zona de lavado con lavadora, almacenaje de ropa y accesorios de plancha. Esta lavandería incluso cuenta con una pica integrada en mármol, lo único que delata el uso de este espacio. Además, los estantes abiertos permiten tener a mano libros de recetas y exponer objetos de decoración.

¿Por qué aquí los techos son bajos? Podría ser para el paso de las instalaciones pero hay otro motivo, todavía existe una tercera planta abuhardillada.

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El espléndido dormitorio de invitados

En esta habitación el protagonista es el techo de madera y las fabulosas ventanas inclinadas que permiten la entrada de luz natural y vistas a la luna y las estrellas en las noches más despejadas.

Respecto a la decoración general del dormitorio, sigue la misma línea estética que el principal, vistiendo la pared del cabecero con un hermoso papel pintado verde, consiguiendo así ganar en sensación de volumen.

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Rincón de lectura

Y como invitados no se tienen todos los días, la pareja ha decidido que esta buhardilla sería ideal para situar también un agradable rincón de lectura equipado con una alfombra redonda (de Calma House), un sillón (de Ikea) y una librería. Aparte, en esta planta también hay un baño, que sirve al mismo tiempo como aseo de cortesía.

Esta es la reflexión de la artífice de este proyecto de biointeriorismo, Pia Capdevila: “la sostenibilidad ha dejado ya su sello permanente en cada gesto diario y, en el mundo del interiorismo cada vez más, nos piden intervenciones sostenibles a la hora de decorar las viviendas. Está claro que si todo lo que experimentamos en nuestros hogares implica una reflexión, el interiorismo no puede quedar al margen y cada día que pasa toma mayor protagonismo todo lo que envuelve el término bio”. Sostenibilidad para lograr hogares felices y de los más estilosos. Porque una cosa no está reñida con la otra.

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