Claves para seleccionar la mesa de centro que necesitas para tu salón

La mesa de centro es en la decoración del salón más que un mueble auxiliar. Organiza el espacio, los “acomoda”, marca las zonas de circulación, complementa los asientos, acompaña al sofá… Por su ubicación es punto focal y de referencia. Es fundamental escoger un diseño que acompañe en medidas, forma y materiales. Para despejar dudas, ¡apúntate a este especial!

Consejo antes de escoger la mesa de centro adecuada

Debes saber qué muebles decorarán el salón. No empieces la casa por el tejado. Has de tener claro el sofá y los sillones y el mueble de los audiovisuales que equiparán el espacio porque eso deja unas medidas que sirven de guía y un diseño. En la imagen que abre el artículo, una propuesta de Westwing con dos mesas auxiliares como mesa de centro, diseños redondos en madera. Aquí, la opción escogida por la interiorista Natalia Zubizarreta con un único modelo de sobre circular en madera y estructura en blanco.

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¿Cómo elegir la adecuada? La importancia de la medición

Para saber qué mesa de centro encaja en tu zona de estar o salón has de medir. Las medidas son una referencia importante. Toma nota de la distancia que hay entre el sofá y el mueble de los audiovisuales que queda enfrente. Se trata de conocer la medida del cuadrado o rectángulo libre que queda entre asientos y donde se ubicará la mesa de centro.

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Las distancias a respetar

Una vez que tienes las dimensiones del espacio, aplica estas medidas. Para que entren las piernas entre la mesa de centro, pero con comodidad para circular alrededor, la distancia mínima que debe haber entre sofá y mesa y entre mesa y mueble de los audiovisuales es de 50 cm. Si hay más, no hay problema, hasta una distancia máxima que no entorpezca el alcanzar la mesa desde la posición de sentado en el sofá.

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Ten en cuenta la altura de la mesa y de los asientos

La mesa de centro no debe ser más alta que la altura del asiento del sofá o sillones de  la zona de estar. Puede sobrepasar ligeramente y quedar por debajo solo unos centímetros o con una distancia más marcada, en función del diseño de la mesa y del estilo decorativo, ya que las más planas encajan en un estilo moderno.

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¿Una única mesa de centro o varias?

El espacio disponible será el que ayude a decidir. Si hay poco, lo ideal es colocar una única mesa adaptada en tamaño de manera que resulte ligera y que respete las medidas indicadas. Pero si es un espacio no muy grande y rectangular, puedes optar por un par de mesas auxiliares que ordenen la zona y la “llenen” con formas orgánicas. Es el caso que ves en este salón, decorado por Coblonal Interiorismo y Arquitectura. Al tratarse además de mesas de centro ligeras se pueden mover en función de las necesidades. Una única mesa está recomendada cuando el espacio a cubrir es muy amplio, generoso en dimensiones. También se puede jugar con la idea de una única mesa formada por varias que encajan. Siempre colocar varias mesas da sensación de movimiento y este efecto es muy recurrente para romper la linealidad de los espacios.

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La forma de la mesa de centro

Otra manera de romper esa linealidad que hemos mencionado es con formas redondeadas o sinuosas. Ten en cuenta que la mayoría de los muebles de un salón aportan líneas rectas de manera que reservar los diseños orgánicos para piezas como la mesa de centro es un acierto que confiere movimiento. Incluso con un sofá curvilíneo puede encajar más en el diseño una mesa sinuosa. Puedes escoger una mesa redonda u oval. Esta segunda encajará mejor cuando el espacio reservado para la mesa de centro es rectangular. Una mesa redonda encaja en un espacio cuadrado, también una mesa de sobre cuadrado. Las de forma rectangular son para huecos de esta forma pero no estrechos. O cuando hay un hueco cuadrado, pero se quiere acercar la mesa al sofá para dejar un espacio de paso despejado y confortable entre la mesa y el mueble de audiovisuales.

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El diseño de la mesa

Con la mesa de centro puedes romper el estilo predominante. Y lo puedes hacer con un diseño que nada tenga que ver con la mayoría de los muebles. El diseño de la mesa de centro puede ser neutro y básico, de manera que encaje en cualquier estilo decorativo y no destaque especialmente. Con una opción así, la decoración de la mesa deberá poner en valor el elemento. Si por el contrario, su diseño ya es llamativo, la decoración de encima deberá ser equilibrada. En una decoración predominante del salón de básicos, la mesa de centro puede ser uno de esos elementos que -junto a lámparas y textiles- añadan personalización.

Ten en cuenta que la mesa de centro siempre puede ser ligera, tanto en salones grandes como en salones pequeños, pese a que en estos últimos es más necesario que su estructura no sea pesada. En los espacios más amplios, una mesa de centro en bloque, más pesada, encajará bien. Por mesa ligera debes pensar en una estructura de patas livianas que levantan el sobre o tapa del suelo.

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¿Mesa con estante inferior o sin él?

Esta decisión responde al diseño. Con estante inferior –bajo la tapa-, el diseño se hace algo menos ligero aunque levemente, puesto que si el estante es de cristal o la estructura es liviana, puede no notarse demasiado. Las que no incorporan ese estante dejan un hueco debajo que es útil para colocar unas cestas, cajas o un cajón en el que guardar, por ejemplo, los mandos de los aparatos audiovisuales. Si la mesa cuenta con estante, te servirá para ubicar allí la caja o cesta con los mandos, algunas revistas o libros…

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Los materiales

Igual que sucede con el diseño de la mesa, la elección de los materiales también puede ir acorde al estilo decorativo que tenga el salón o poner un contrapunto. Puedes escoger un material que destaque aunque no esté presente en ningún otro elemento. Las mesas de cristal son muy ligeras aunque más frías. También neutras. Las de madera son confortables, cálidas y siempre encajan. Las de metal, según diseño, encajarán en salones tradicionales o contemporáneos. Cuando elijas los materiales de la mesa de centro no solo pienses en la parte estética. Recuerda también que según el uso que le vayas a dar, unos materiales te resultarán más prácticos y resistentes que otros. Puede que una mesa lacada sea muy delicada si tienes niños pequeños que colorean en la mesa de centro.

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Mesas de centro tapizadas

Hemos mencionado la posibilidad de que una o varias mesas auxiliares agrupadas hagan la función de mesa de centro, pero también queremos que valores la posibilidad de poner un puf como mesa de centro. Es cómodo para apoyar los pies. De esta manera la mesa te permitirá disfrutar de tu sofá como si fuera una chaise-longue. Hay pufs o reposapiés con espumas de alta densidad que son los suficientemente rígidos para apoyar encima objetos. En estos casos, coloca una bandeja encima que sirva de apoyo y sobre la que ubicar los objetos decorativos. Si escoges pufs redondos, curvos o blandos, no podrás usarlos como mesa de centro.

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Mesas de centro con plus

¿A qué nos referimos? A mesas que se convierten en mesa de comedor porque se elevan y abren, mesas que permiten acercar una parte del sobre al sofá para cenar con comodidad, mesas que incorporan espacio para guardar (como las 'tipo' cesta con tapa)… La elección de uno de estos modelos dependerá de las necesidades del espacio. Si tienes un comedor, no es necesario que pienses en que la mesa se convierta en mesa de comedor. Pero si no tienes, será una práctica solución. Si te gusta cenar con una bandeja en el sofá, quizá un diseño con tapa elevable sea apropiado. En cualquier caso, la variedad de diseños entre los que elegir en estos casos está más limitada por lo que puede que tengas que renunciar en algo a la parte estética.

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